Diez cosas que quizás no sabias de la Virgen Maria

Cuando piensas en Maria, la madre de Jesús, ¿Qué imagen se te viene a la mente? Quizás el nacimiento de Jesús no fue tan limpia ni tan segura como hemos pensado. Vamos a seguir con nuestra serie de advenimiento viendo la vida de Maria.

Este devocional es parte de nuestra serie sobre el advenimiento. Si te interesa aprender más sobre este tema en su contexto bíblico, recomiendo los siguientes devocionales en la serie:

Elisabet- pariente de María y por un milagro es la madre de Juan El Bautista

Gabriel- ángel quien anuncia los nacimientos milagrosos

Juan el Bautista- tuvo un nacimiento milagro y preparó el camino para Jesús, El Mesías

José- el padre no biológico de Jesús

Los Pastores- los primeros en recibir la notica del nacimiento de Jesús

Los Reyes Magos- los sabios que visitan al niño Jesús, dándole regalos dignos de un rey

La Virgen de Guadalupe- por qué no debemos rezar a nadie más que a Dios

Zacarías- el padre de Juan el Bautista

A continuación, exploramos diez cosas que quizás no sabías sobre Maria, comenzando primero con el texto de Lucas 1 y 2:

Anuncio del nacimiento de Jesús

 Al sexto mes de embarazo de Elisabet, Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret. El ángel se le apareció a una joven llamada María, una virgen comprometida para casarse con un hombre llamado José, de la familia de David. El ángel entró al lugar donde estaba la joven y le dijo:

—¡Hola! El Señor está contigo y quiere bendecirte .

Pero lo que dijo el ángel la dejó muy confundida y se preguntaba qué podría significar esto.  El ángel le dijo:

—No tengas miedo, María, porque Dios está contento contigo. ¡Escúchame! Quedarás embarazada y tendrás un hijo a quien le pondrás por nombre Jesús. Tu hijo será un gran hombre, será llamado el Hijo del Altísimo y el Señor Dios lo hará rey, como a su antepasado David. Reinará por siempre sobre todo el pueblo de Jacob y su reinado no tendrá fin.

Entonces María le dijo al ángel:

—¿Cómo puede suceder esto? Nunca he estado con ningún hombre.

El ángel le contestó:

—El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso al niño santo que va a nacer se le llamará Hijo de Dios. También escucha esto: tu pariente Elisabet, aunque es de edad avanzada, tendrá un hijo . Decían que no podía tener hijos; sin embargo, está en el sexto mes de embarazo. ¡Para Dios nada es imposible!

María dijo:

—Soy sierva del Señor, que esto suceda tal como lo has dicho .

Y el ángel se retiró.

María visita a Elisabet

Entonces, María se levantó y se fue de prisa hacia los cerros, a un pueblo de Judea. Fue a la casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Cuando Elisabet escuchó el saludo de María, el bebé saltó dentro de ella. Entonces Elisabet se llenó del Espíritu Santo, y gritó:

—¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido al bebé que tendrás! ¿Quién soy yo para que la mamá de mi Señor venga a verme? Cuando oí tu saludo, el bebé dentro de mí saltó de alegría. El Señor te bendecirá porque creíste que sucedería lo que él te dijo.

María alaba a Dios

Entonces María dijo: «Alabo al Señor con todo mi corazón. Me alegro muchísimo en Dios, mi Salvador, porque él tomó en cuenta a su humilde sierva. De ahora en adelante todo el mundo dirá que Dios me ha bendecido, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Su nombre es santo! Su compasión para quienes lo respetan nunca falla. Con su gran poder ha hecho obras grandiosas: dispersó a los orgullosos que se creen mucho. Dios humilló a los gobernantes, y colocó en lugar de honor a los humildes. Les dio comida a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Vino a ayudar a su siervo Israel. No olvidó su promesa de mostrarnos compasión, tal como se lo prometió a nuestros antepasados, a Abraham y a sus hijos para siempre».

María estuvo con Elisabet alrededor de tres meses y luego regresó a su casa. (Lucas 1: 26-56).

Lucas 2

Entonces José también salió del pueblo de Nazaret de Galilea. Se fue a Judea, a Belén, al pueblo del rey David, porque era descendiente de él. Se registró con María, quien estaba comprometida con él. Ella estaba embarazada y mientras estaban allí, llegó el momento de que diera a luz. Al nacer su hijo primogénito, lo envolvió en retazos de tela y lo acostó en un pesebre dentro de la casa, porque no había ningún lugar para ellos en el cuarto de huéspedes…

Dos visitas

Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y vieron al bebé acostado en el pesebre.  Cuando los pastores lo vieron, les contaron a todos lo que se les había dicho acerca del niño.  Todos los que escucharon se asombraron de lo que los pastores les contaron, pero María reflexionaba sobre todo esto y trataba de entenderlo.  Después los pastores  regresaron alabando a Dios por su grandeza, por todo lo que habían visto y oído. Todo había sucedido como se les había dicho.

Cuando el bebé tenía ocho días de nacido, fue circuncidado y le pusieron por nombre Jesús. Este fue el nombre que el ángel le dio antes de que María quedara embarazada. (Lucas 2:4-7, 16-21).

Diez cosas que quizás no sabias de Maria

1. No estaba enamorada de José.

En aquellos tiempos cuando nació Nuestro Salvador, todos los matrimonios eran arreglados y las parejas no se amaban- quizás con el tiempo llegaron a quererse. El padre de Maria le arregló su matrimonio a José, pero fue probable que ni lo conociera. Como era la costumbre, arreglaron el matrimonio tan pronto como las chicas comenzaron a menstruar de modo que tuvieran la más oportunidad posible de cumplir con el mandato de Dios de ser fructífera y llenar la tierra.

Pensaron que no esperaban el año tradicional del compromiso, o quizás que fue infiel a José durante los tres meses que estuvo con su prima Elisabet. Si no fuera por estar comprometida con José, seguramente su pueblo la hubiera matado por lapidación, como era de costumbre cuando sospechaba que una mujer tuviera relaciones fuera del matrimonio.

2. José no era un anciano.

Durante ese entonces, los historiadores indican que las jóvenes se casaran alrededor de las 12-14 años y los chicos a las 16-17 años. La imagen que tenemos de un José de unos treinta años buscando casarse es muy improbable. Él probablemente tuviera dos o tres años más que ella, con una carrera de carpintero ya establecida, escogido por Dios de ser el padre terrenal de Su hijo, un hombre que escuchaba y obedecía a Dios, un buen hombre con quien Maria podía confiar completamente.

3. No era blanquita con ropa intachable.

No sabemos a ciencia cierta cómo lucía, pero podemos suponer que la Maria verdadera no se parecía a las imágenes que tenemos de ella, delgada, fina, con la piel blanca y resplandecida, llevando un velo azul pálido. Es muy probable que Maria era una chaparrita, con las manos duras y fuertes por tanto trabajar, que tenía caderas anchas, piernas cortos y robustos, con muy largo cabello negro. Tenía un vestido que llevaba todo el tiempo y ya estaba sucio por tanto uso. No era una belleza, pero por su fe, actitud, y pureza, tenía una hermosura callada que le llamó la atención de Dios para que Él la escogiera a ser la madre de Su hijo.

4. Embarazarse antes de casarse era una sentencia de muerte.

Gabriel saluda a Maria y comienza a decirle que Dios quiere bendecirla. Ser madre del Hijo de Dios y Salvador del mundo es la mayor de las bendiciones, pero en ese entonces, no lo parecía, sino era una situación muy peligrosa. Maria tan solo estuvo comprometida cuando la gente se enteró de su embarazo, y fue probable que querían matarla, como la ley de los hebreos indicaba.  Nadie quiso aceptar que una virgen realmente podría estar embarazada, incluso su prometido José, quien iba a divorciarse de ella.

Para colmo, estaban bajo un gobierno romano y el reinado de un rey judío muy malo, quien preferiría matar a su propio pueblo en vez de aceptar el Rey Verdadero. 

5. No es la primera vez que un ángel la visita.

Maria no lo resiste, ni pelea, ni se muerde las uñas con angustia, ni le dices que, por favor, que sea otra que reciba tal bendición. Ni siquiera tiene una reacción muy fuerte cuando se encuentra con Gabriel. Como tenía el favor de Dios es posible que no sea la primera vez que tiene un encuentro con un ángel, quizás la visitó anteriormente para prepararla por este momento. Quizás por eso es más fácil para ella aceptar el mensaje del milagro al contraste con Zacarias, el sacerdote. 

Gabriel le dice a Maria, “No tengas miedo, Maria.” El mandato más frecuente en la biblia es el de no tener miedo. Sería natural en la posición de Maria tener mucho miedo e intentar planear cómo decirle a la gente, como esconder su estado, como excusarse. Pero no la observamos haciendo eso. Me imagino que sí tenía miedo, pero más que el miedo, tenía fe en Dios y creía que iba a cuidarla.

6. Elisabet y no sus padres le da consuela y fortaleza.

Después de recibir las noticias, de inmediato Maria se va a visitar a su prima. No creo que quisiera comprobar lo que Gabriel le dijo en cuanto al embarazo de Elisabet, sino está emocionada y quiere estar con alguien que no la va a juzgar, ni iba a entregarla a los autoridades judías, sino que la iba a cuidar a quererla.

Creo que Gabriel le dice a Maria que Elisabet tendrá un hijo también para consolarla y para ayudarla entender que lo que está pasando es un milagro, totalmente bajo el control de Dios. Dios anticipó que Maria necesitara apoyo emocional, especialmente durante los primeros meses de su embarazo y que su prima Elizabet, llena de fe, creería las noticias y no dudaría de la pureza de su primita.

7. Maria no presenció el nacimiento de Juan El Bautista.

Maria probablemente no estuvo presente por el nacimiento de Juan, sino que regresó a Nazaret para no tener ningún contacto con la sangre y mantenerse ceremonial pura.

8. El tiempo del censo era muy violento.

El imagen que tenemos de José buscando una posada para la pareja no es lo que pasó porque posadas como tal no existían en ese entonces en este parte del mundo, sino, buscaba más bien el equivalente de un cuartito (a lo mejor ni siquiera privado) en la casa de una familia que quería ganar algo de dinero por la muchedumbre que vino durante el censo.

Según los historiadores del tiempo, el censo que tomó lugar en las provincias romanas era un tiempo violento y caótico, definitivamente no un buen lugar para dar a luz. Los soldados romanos usaban cualquier método necesario para sacar los impuestos que necesitaban colectar y no les importaban si tenían que usar la manipulación, mentiras, ni la fuerza.  

9. Los pastores eran como moteros modernos.

Aunque Maria sabe que el niño en sus brazos es el Hijo de Dios, no entiende muy bien por qué los magos lo adoran, ni la llegada de los pastores.

Pastores en ese entonces vivían marginados; no eran muy aceptados en esa sociedad como tenían que matar a animales salvajes para proteger su rebaño y por lo tanto no podían mantenerse puros.  Vivían por la lana de su rebaño y los productos de leche, pero son ellos quienes dejan todo para ver y adorar el bebe. Me encanta que los pastores eran los primeros a quienes los ángeles les anunciaron las buenas noticias. Eran pobres, sucios, analfabetos y totalmente ordinarios- pero, de todos modos, Dios escogió revelar el milagro de milagros a ellos primero y no a los de la clase alta, ni de la realeza.

10. Maria nos enseña varias cosas en cuanto a Dios:

1. A pesar de la situación en que te encuentras, Dios merece la alabanza por quien es, no por lo que va a hacer por ti.

2. Una actitud de gratitud y humildad le agrada.

3. Aun en situaciones que no entiendes y te da miedo, Dios siempre está obrando, haciendo maravillas por ti y en la escena más grande, por la iglesia- su pueblo. Maria nunca se olvidó de que, aunque era la madre de Jesús, Él vino por todas naciones y todas generaciones, y era su salvación también.

4. Para quienes lo obedecen, Dios hace grandes cosas de acuerdo con sus promesas, pero a los orgullosos, ricos y corruptos, no los ayuda, hasta les da lo que tienen a los humildes, hambrientos y pobres pero leales a Él.

Durante esta época navideña, dejamos espacio para lo milagroso, para escuchar a Nuestro Salvador y obedecerlo.

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

http://apoyocristiana.com
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