Zacarías, el padre de Juan el Bautista
Dios te escucha pero demora en contestar
Vamos a continuar nuestra serie de advenimiento echando un vistazo a la vida de Zacarías, el padre de Juan el Bautista, enfocándonos en su fidelidad a la ley, su encuentro con un ángel, su falta de fe, y cómo Dios cumplió su palabra a pesar de eso.
Este devocional es parte de nuestra serie sobre el advenimiento. Si te interesa aprender más sobre este tema en su contexto bíblico, recomiendo los siguientes devocionales en la serie: Elisabet- pariente de María y por un milagro es la madre de Juan El Bautista, Gabriel- ángel quien anuncia los nacimientos milagrosos, Juan el Bautista- tuvo un nacimiento milagro y preparó el camino para Jesús, El Mesías, José- el padre no biológico de Jesús, María- la virgen madre de Nuestro Salvador, Jesucristo, Los Pastores- los primeros en recibir la notica del nacimiento de Jesús , Los Reyes Magos- los sabios que visitan al niño Jesús, dándole regalos dignos de un rey, La Virgen de Guadalupe- por qué no debemos rezar a nadie más que a Dios
El Sacerdote Sin Hijos
Zacarías era un sacerdote, y como tal, provino de la familia de Aarón, de la tribu de Levi. Estaba casado con Elisabet, y no tenían hijos. Siempre querrían tenerlos, y por un tiempo rezaban para que este anhelo se cumpliera, pero cuando conocemos a Zacarías, aparentemente ya no tiene esta esperanza. El texto nos dice que ya eran ancianitos y además su esposa era estéril. En ese entonces, una pareja sin hijos era vista como bajo la maldición de Dios. El texto nos asegura que el pecado no era su impedimento para que tuvieran una familia porque cumplían sin falta las leyes de Moisés. Comenzamos con esta historia.
Lucas 1:6-7: Los dos hacían el bien ante los ojos de Dios, cumpliendo sin falta las leyes y los mandatos del Señor. No tenían hijos, porque Elisabet era estéril y además ambos ya eran ancianos.
El Sacerdote Fiel
Los sacerdotes pertenecían a grupos; a cada grupo le tocaba cumplir sus funciones en el templo dos veces al año por un periodo de una semana. El resto del año vivían con sus familias y servían localmente. Ese año, le tocó a Zacarías entrar en un área donde los sacerdotes no se acostumbraban a ir, fuera de lo que se llamaba el más sagrado de los sagrados. Este fue un área del templo donde el sacerdote elegido tan solo entró una vez al año para ofrecer incienso. Por el número de sacerdotes, estadísticamente, un sacerdote tuvo este privilegio tan solo una vez en la vida. Fue en este área sagrado que le apareció un ángel, y comprensiblemente, Zacarías tenía miedo. A fin de cuentas, ángeles no se aparecen todos los días. Continuamos con la historia con el mensaje sorprendente que el ángel tenía para Zacarías.
Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista
Lucas 1:13-17: Entonces el ángel le dijo:—No tengas miedo, Zacarías, que Dios ha escuchado tus oraciones y Elisabet, tu esposa, tendrá un hijo, a quien le pondrás por nombre Juan. Estarán felices y llenos de alegría y muchos se alegrarán por su nacimiento. Juan será un gran hombre ante los ojos de Dios. No tomará vino ni ninguna bebida alcohólica. Aun antes de su nacimiento estará lleno del Espíritu Santo. Juan hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. Con el mismo poder espiritual de Elías, él preparará el camino para el Señor. Hará las paces entre padres e hijos y hará que los que no obedecen a Dios cambien y piensen como él manda. Así Juan preparará al pueblo para que esté bien dispuesto cuando el Señor venga.
El Sacerdote Dudoso
El ángel le entregó un mensaje de gran alegría. Un parte de la función del sacerdote era ministrar y servir al pueblo judío, pero es este caso, es el ángel quien servía al sacerdote, brindándole un mansaje maravilloso, de gran consuelo. El ángel le dio detalles sobre el hijo que tendrá: Este niño iba a tener el nombre Juan, que haría grandes cosas para el reino de Dios, que aun antes de nacer estaría lleno del Espíritu Santo, y que le ayudaría a mucha gente cambiar y volver hacia el Señor. ¡Qué gran noticia! Pero, Zacarías no estaba feliz. Ya no cree que podría ser padre. Había rezado por años para que tuvieran un hijo, pero creía que ya había recibido su respuesta- un rotundo no. Nos dice un hecho que todos pueden observar: es viejo igual que su esposa. Como nosotros, se olvidó que Dios no está limitado por los hechos. Creo que en este relato, podemos ver que Dios tiene compasión de nosotros aun con nuestras dudas. Podemos ser fiel como Zacarias era y aun dudar a veces, enfocándonos en los hechos en vez en el poder infinito de Dios. Continuamos con la historia, leyendo este intercambio entre Zacarías y el ángel.
Lucas 1:18-20: Entonces Zacarías le dijo al ángel:—¿Cómo puedo estar seguro de que esto pasará? Yo ya soy viejo y mi esposa tampoco es joven.
El ángel le respondió:—Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes del Señor. Él me mandó a hablar contigo para darte esta buena noticia. Pero ahora, no podrás hablar hasta el día en que esto ocurra. Quedarás mudo por no creer lo que te dije, pero todo se cumplirá en el momento apropiado. (Itálicos míos).
El Sacerdote Mudo
Había mucha gente afuera rezando y esperándolo. Por fin salió. Pero, Gabriel cumplió su promesa y Zacarías ya no pudo hablar, así que no pudo pronunciarles una bendición, como era de costumbre al salir de quemarle incienso al Señor. Les hizo señas, y entendieron que algo le había pasado, pero Zacarías no pudo decirles el mensaje que Gabriel le dio. Quizás fuera mejor que Zacarías no pudiera hablar. Seguramente habrá mucha gente que no le creería, que se burlaría de él y así destruiría la poca fe que le quedaba. Después de este encuentro, siguió sirviendo en el templo hasta que cumplió su tiempo de servicio. Como no pudo hablar, tampoco pudo realizar sus funciones sacerdotales como debía.
Regresó a casa y un poco después, Elisabet se quedó embarazada. Me imagino que cuando se lo contó a Zacarías, se sentía mal por no haber confiado en Gabriel y por no poder gritar con alegría con su mujer. Como sacerdote, tenía una educación que incluía cómo escribir, pero como la mayoría de las mujeres, me imagino que Elisabet era analfabeta y necesitaban ayuda para que se entendieran. Por lo que sigue, la visita de Maria y el nacimiento de Juan, creo que Zacarías encontró la manera de comunicárselo todo a Elisabet, aun si tenía que escribir lo que aconteció y pedirle a un vecino leérselo. El día que su hijo nace, Elisabet ya conoce que nombre ponerle, el nombre revelado a través del mensajero de Dios.
Nacimiento de Juan el Bautista
El día anticipado por fin llegó y Elisabet dio a la luz a un hijo. Sus vecinos y parientes se alegraron mucho al escuchar que una pareja anciana podría ser la recipiente de un nacimiento milagroso. Como era la ley, a los ocho días, lo circuncidaron y esperaban que le pusieran el nombre Zacarías. Después de todo, era su primer y único hijo, debía tener el nombre de su padre como era de costumbre. Pero, la nueva madre no permitió que esto sucediera, les anunció que su nombre iba a ser Juan. Esto los confundió porque no era un nombre de la familia. Le preguntaron a Zacarías que nombre iba a ponerle; seguramente iba a ponerle su nombre. Continuamos con la historia.
Lucas 1:62-64: Entonces, por señas le preguntaron a Zacarías qué nombre le quería poner a su hijo. Pidió que le trajeran una tabla en la que escribió: «Su nombre es Juan». Todos se quedaron atónitos. Inmediatamente se le soltó la lengua y empezó a hablar y a alabar al Señor.
El padre lleno del Espíritu Santo
Le hacen señas a Zacarías, lo cual me hace pensar que además de no poder hablar, era sordo, aunque el texto no nos dice esto. Tal y como Gabriel le dijo, después de reconocerle a su hijo por el nombre Juan, podía hablar. Inmediatamente después de eso, lleno del Espíritu Santo, Zacarías alababa al Señor y profetizó de Él quien vendría en unos cuantos meses, El Mesías, Jesús. Por vivir mudo por casi un año, Zacarías aprendió una lección en tener fe, que Dios siempre nos escucha, aun si parece que demora en contestar. Todos los vecinos y parientes presentes estaban muy sorprendidos y contaron esta historia por toda la región de Judea. Terminamos esta bella historia leyendo una porción de la alabanza del nuevo padre, anunciando el tan esperado Mesías.
Zacarías alaba a Dios
Lucas 1:68-72
«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a ayudar a su pueblo y a liberarlo. Nos ha dado un Salvador poderoso de la familia de su siervo David, tal como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas. Prometió salvarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos odian. También prometió que tendría compasión de nuestros antepasados y que no olvidaría el pacto santo que hizo con ellos.
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No sabemos por cuánto tiempo Zacarías podía disfrutar de su hijo antes de que muriera, pero por la obediencia y fervor de su hijo, sabemos que Zacarías era fiel en cumplir las instrucciones de Gabriel de crearlo bajo un juramento nazarita.
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