Salomón toma el control de su reino

Adonías, Joab y Simí se mueren

En el previo estudio, antes de morir, el Rey David le dio a su hijo Salomón, el nuevo rey, instrucciones para matar a su general Joab y a un benjamita llamado Simí, y repasamos lo que le hicieron a David. En este estudio, Salomón cumplirá su promesa a su padre, matando a Joab y Simí. Además, ejecuta a su hermano Adonías por desafiarlo, y expulsa al antiguo sumo sacerdote Abiatar.

Cuando la historia se abre, David acaba de fallecer, y Salomón es el rey. Adonías, quien se declaró rey, apoyado por Joab y Abiatar, seguía viviendo gracias a la bondad de su hermanito. Recordamos que Salomón le dijo que, si se porta bien, lo dejaría vivir, pero si intenta desafiarlo por lo más mínimo que fuera, lo ejecutaría. Comenzamos la historia, leyendo la petición de Adonías para la reina madre, Betsabé.

¿Te acuerdas que en un momento dado el reino era mío?

I Reyes 2:15-17: Le dijo:

—¿Te acuerdas que en un momento dado el reino era mío? Todos los israelitas aceptaban que yo iba a ser el rey. Sin embargo, las cosas cambiaron. Ahora mi hermano es el rey porque el SEÑOR así lo quiso. 16 Así que tengo un favor que pedirte, no me lo niegues.

Betsabé le contestó:

—Dímelo.

Adonías le dijo:

—Sé que el rey Salomón hará lo que le pidas. Dile que me permita casarme con Abisag la sunamita.

Dile que me permita casarme con Abisag

¿Por qué Adonías le pide a Betsabé que hable con Salomón en vez de pedírselo directamente? ¿Por miedo? Recordamos que Salomón acaba de perdonarle la vida. Parece que Adonías procure manipular a Betsabé: le dice que todos querían que él fuera rey, con la excepción de El Señor, pero no fue así. El reino nunca fue suyo, ni por un momento; tan solo los descontentos apoyaron a Adonías, como Joab y Abiatar. David nunca dijo que Adonías iba a ser rey. Creo que es significante que Adonías se atreva a hablarle a Betsabé, la reina madre, informalmente, de tú, en vez de darle el respeto que su posición merece. Es igual de atrevido en pedirle la mano de Abisag cuando Salomón acaba de perdonarle la vida. Probablemente Adonías creyera que su hermanito iba a ser un rey como Isbaal, débil y fácil de dominar.

¿Qué está mal con pedirle la mano de la bella Abisag que ya no es la concubina del rey y todavía es joven? Primero, era la concubina de su padre David y como hemos dicho, un intento de tomar una esposa o concubina del difunto rey fue visto como un golpe de estado, como hizo su medio hermano Absalón. Si esta razón no fuera suficiente para negar tal petición de inmediato, no sabemos si todos supieran que David no tuvo relaciones con ella; si Adonías está pidiéndole la mano pensando que ella tenía sexo con su padre, sabemos que sus intenciones no son honorables, que procura usarla para usurpar el trono, no para que fuera su esposa.

Probablemente, Betsabé no piense que su petición sea malvada y va a hablar con Salomón. Continuamos con la historia, leyendo la conversación entre madre e hijo.

Traigan un trono para mi mamá

1 Reyes 2:19-21: Así que Betsabé se fue a ver al rey Salomón para hablarle a favor de Adonías. El rey Salomón la vio y se levantó para saludarla. Se inclinó ante ella y luego se sentó en su trono. A los sirvientes les dijo que trajeran un trono para ella. Así que ella se sentó a la derecha del rey.

 Betsabé le dijo:

—Tengo un pequeño favor que pedirte; no me lo niegues.

El rey contestó:

—Pide lo que quieras, no te lo negaré.

Así que Betsabé le dijo:

—Permite que tu hermano Adonías se case con Abisag la sunamita.

Permite que tu hermano Adonías se case con Abisag

Es obvio la cercanía de Betsabé y su hijo; es el rey, sin embargo, se inclina ante ella y manda que traigan un trono de modo que ella se siente a su lado, como un gesto que la levanta a la altura de reina. No leemos que David jamás hizo lo mismo, ni para ella ni para cualquiera de sus otras mujeres. No sabemos si Salomón ya esté casado o no, pero aun si lo fuera, favorece a su madre. Es posible que Salomón testificara los insultos y burlas que tal vez ella sufriera, siendo parte del adulterio de su padre. En vez de resentirla, se aferraba a ella.

Le dice que no le negaría su petición. ¿Qué pensó que iba a pedirle?  Quizás pensara en cambiar a mejores aposentos, o algo de dinero para comprar algo que le guste. Nunca pensó que su petición sería esta. Betsabé, por su parte, no percibe que Adonías procure engañarla. A lo mejor Betsabé creyera que casarse con Abisag sería una recompensa por no ser escogido como rey a pesar de ser el mayor. Continuamos con la historia, leyendo la reacción de Salomón a la petición de Adonías.

Por qué no me pides hacerlo rey también

1 Reyes 2:22-24: El rey Salomón contestó a su mamá:

—¿Por qué me estás diciendo que le dé Abisag a Adonías? ¿Por qué no me pides hacerlo rey también, ya que es mayor que yo? El sacerdote Abiatar y Joab lo apoyan.

Entonces Salomón juró por el SEÑOR diciendo:

—Que Dios me trate muy severamente si Adonías no paga por esto. ¡Este error le va a costar la vida!  El SEÑOR me hizo rey de Israel y me dio el trono que pertenecía a mi papá David, y prometió darme el reino a mí y a mis descendientes. Ahora, tan seguro como que Dios existe que prometo que Adonías morirá hoy mismo.

Tan seguro como que Dios existe que prometo que Adonías morirá hoy

Aunque Betsabé no entendió la amenaza que su petición presentara, Salomón la entendió de inmediato. Como veremos, Salomón no era el rey que David era, pero no procrastinaba a tomar decisiones difíciles. Si fuera David, no hubiera castigado a su hermano, aun cuando amenazó al trono y la seguridad de su pueblo. ¿Cómo se sintió Betsabé al ver la reacción de su hijo? A lo mejor se arrepienta de haber traído la petición ante su hijo y la próxima vez, pensará dos veces antes de pedirle semejante cosa. Esta es la última vez que la veremos.

Salomón, después de ver la inacción de su padre por años, jura por Dios que Adonías recibirá el castigo que merece hoy mismo. El texto dice que le da la orden a Benaías a ejecutar a Adonías y él lo hace de inmediato. El texto no dice que le pasó con Jaguit, su madre; a lo mejor tuviera que mudarse a vivir con las diez concubinas que Absalón violó. Sin duda, Salomón no quería matar a su propio hermano, pero más que su propia voluntad, quería hacer la voluntad de su padre, igual que Jesús.

Salomón mencionó que Joab y Abiatar habían apoyado a Adonías. Continuamos con la historia, leyendo lo que Salomón le dijo a Abiatar, el ex sumo sacerdote.

Por ser compañero de mi papa, no te mato, pero ya no eres sacerdote

1 Reyes 2:26-27: Entonces el rey Salomón le dijo al sacerdote Abiatar:

—Debería matarte, pero te permitiré regresar a tu casa en Anatot. Hoy no te mataré, porque tú llevabas el Cofre Sagrado del Señor DIOS y fuiste compañero de mi papá David. Tú compartiste momentos difíciles por los que atravesó mi papá.

Salomón le dijo a Abiatar que no seguiría siendo sacerdote del SEÑOR. Esto cumplió lo que el SEÑOR había dicho sobre el sacerdote Elí y su familia cuando vivían en Siló.

Esto cumplió lo que el SEÑOR había dicho sobre el sacerdote Elí

Por haber llevado el Cofre Sagrado del Señor y por ser compañero fiel de su papá, Salomón tenía misericordia de Abiatar. Recordamos que Elí recibió un mensaje de Dios de que todos sus descendientes morirían por sus hijos perversos y por no corregirlos ni removerlos de su posición. Doeg, el edomita, bajo las instrucciones de Saúl, mató a 85 sacerdotes en un día, todos descendientes de Elí. Abiatar era el único quien escapó y había servido a David desde entonces. Salomón le dijo que no lo matará hoy, insinuando que, como Adonías, si hace el menor gesto para rebelarse, lo ejecutará. Ahora que ya no es sacerdote, El Señor cumplió su promesa sobre la familia de Elí y sus perversos hijos. Para un sacerdote, ser echado de Jerusalén, la ciudad sagrada, era un castigo. Ya no puede ni siquiera ver el Cofre Sagrado del Señor. ¿Cómo se sentía Abiatar al ser expulsado del sacerdocio? ¿Arrepentido? ¿Enojado consigo mismo? Ojalá que se arrepintiera ante Dios.

La muerte de general Joab

Joab también apoyó a Adonías. El texto dice que cuando Joab se enteró de la muerte de Adonías y que Abiatar fue expulsado, tenía miedo. Hizo lo mismo que Adonías había hecho cuando se enteró de que su papá eligiera a Salomón como rey: salió corriendo a la Carpa Sagrada del SEÑOR para agarrarse de las puntas del altar. A pesar de conocerlo toda la vida, hasta quizás jugando con él cuando era niño, Salomón no iba a tener misericordia con el general, iba a cumplir la promesa que le hizo a su papá. El texto dice que le ordenó a Benaías que fuera a matarlo. Continuamos con la historia, leyendo lo que aconteció en la Carpa Sagrada del Señor.

¡No! Aquí moriré

1 Reyes 2:30-31: Benaías fue a la carpa del SEÑOR y le dijo a Joab:

—El rey te ordena que salgas de ahí.

Pero Joab le contestó:

—¡No! Aquí moriré.

Así que Benaías regresó a donde estaba el rey y le contó lo que Joab le había dicho. Entonces el rey le dio esta orden a Benaías:

—¡Haz lo que él dice! Mátalo ahí y después sepúltalo. De esta manera librarás a mi familia de la culpa que causó por haber matado a gente inocente. 

Mátalo ahí

Como hemos dicho cuando Adonías se agarró de las puntas del altar, esa era una práctica pagana para pedir misericordia en el templo de un dios falso, pero no era una práctica israelita. Es lamentable como los israelitas usaran prácticas paganas, creyendo que Dios era igual que Dagón o Baal, que exigían la sangre humana para pacificarlos. ¿Qué esperó Joab, que tuviera misericordia de él? El texto dice que Benaías mató a Joab allí mismo. Su sangre manchó las puntas del altar de la Carpa Sagrada. Después de sepultarlo, el texto dice que Salomón nombró a Benaías su nuevo general y a Sadoc el nuevo sumo sacerdote.

Simí el maldecido

Para terminar con las últimas instrucciones de David, Salomón tiene que deshacerse de Simí, la benjamita que maldijo a su papá cuando se huyó de Jerusalén. Pero, Salomón va a tratarlo con diplomacia. En vez de matarlo, el texto dice que le instruye construir una casa en Jerusalén, de modo que pueda vigilarlo, y que no salga de la ciudad, porque el día en que salga sería su último. Simí estaba de acuerdo, y el texto dice que vivió en Jerusalén por tres años cuando dos de sus esclavos se escaparon a Gat, con los del rey Aquis. El texto no nos dice, pero puede ser el mismo rey Aquis quien protegió a David cuando este estaba escondiéndose de Saúl, pero sería muy viejo. Simí salió a Gat para recuperar a sus esclavos. ¿Se olvidó de que no pudiera salir de la ciudad? Quizás le importara tanto ser un hombre con esclavos que salió detrás de ellos, o no creyó que Salomón estuviera hablando en serio. Alguien le dijo a Salomón que Simí había salido de la ciudad. Terminamos con la historia leyendo la reacción de Salomón y cómo cumple su promesa a su padre.

Te advertí que si te ibas a cualquier parte morirías

1 Reyes 2:42-45: Así que Salomón lo mandó buscar y le dijo:

—Te hice jurar por el SEÑOR que no saldrías de Jerusalén. Te advertí que si te ibas a cualquier parte morirías. Estuviste de acuerdo y me dijiste que me ibas a obedecer. ¿Por qué entonces no cumpliste con el juramento que hiciste ante el SEÑOR y con la orden que te di? Tú sabes todo el mal que le hiciste a David, mi papá. El SEÑOR te va a castigar por todo lo que hiciste.  Pero a mí, el rey Salomón, el SEÑOR me va a bendecir y hará que el reino de David se consolide.

Tú sabes todo el mal que le hiciste a David, mi papá

El texto dice que Banaías mató a Simi y así, Salomón consolidó su autoridad como rey.

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La muerte del rey David