La vanidad de Absalón conduce a su muerte

Una guerra civil y la muerte de Absalón

En el previo estudio, Ajitofel y Husay aconsejaron a Absalón y este prefirió el consejo de Husay; era un consejo violento, que involucraba matar no tan solo a David, sino a todos los leales al rey. Después de ver que su protegido eligió el consejo de Husay, Ajitofel sabía que Absalón iba a fracasar, y él se ahorcó. En este estudio, los hombres de David van a derrotar al ejército de Israel, y Joab va a matar a Absalón.

David eligió a Joab, Itay, y Abisay, (el hermano de Joab), para liderar a grupos de soldados, cada uno tomando el control de una tercera parte de los soldados que van a luchar contra sus propias familias. David quería acompañarlos. Comenzamos la historia con su reacción a la idea de la presencia de David en el campo de batalla.

Su Majestad es como 10 000 de nosotros

2 Samuel 18:3: Pero ellos respondieron:

—¡No! No debe Su Majestad ir con nosotros porque si tenemos que huir de la batalla, a los hombres de Absalón no les importará. Aun si nos mata a la mitad de nosotros, no les importará. Pero Su Majestad es como 10 000 de nosotros. Es mejor que se quede usted en la ciudad. Si necesitamos ayuda, entonces nos ayudará desde la ciudad.

Te llamamos si necesitamos refuerzos, pero no venga Ud.

¿Los hombres de David realmente lo consideraban como 10 000 de ellos, o no querían ser responsables por su muerte? El texto no lo dice, pero vemos los hechos: David ya es un anciano y no ha luchado en años, tal vez ya ni siquiera practicara con los soldados. Es posible que Joab, Abisay, y Itay lo vieran como un estorbo en vez de un líder militar, especialmente porque se trataba de pelear contra su propio hijo. Sabían que David preferiría morir que matar a Absalón. El rey no se enojó, quizás dándose cuenta de que tenían la razón. El texto dice que David se quedaba en la entrada de la ciudad mientras las tropas salieron a pelear contra sus hermanos. Pero antes de que salgan, David tiene una última y muy importante mandato. Continuamos con la historia leyendo su mandato.

Antes de que se vayan…

2 Samuel 18:5:  El rey les dio un mandato a Joab, Abisay e Itay:

—¡Háganme el favor de tratar bien al joven Absalón!

Todo el ejército oyó las órdenes que el rey dio a los capitanes.

¡Háganme el favor de tratar bien al joven Absalón!

El hecho de que todos oyeron el mandato del rey tendrá importancia más adelante. Todos oyeron el mandato, pero creo que fue dirigido a Joab, el general tan rebelde como Absalón, si no aun más. ¿Cómo se sentían los soldados leales a David, sabiendo que iban a morir o iban a matar a sus hermanos y familiares? Su lealtad a Dios y Su escogido era más grande que su temor.

Cosas extrañas en marcha en el bosque

El texto dice que el ejército de David peleó contra el de Absalón en el bosque de Efrain. Con la protección de robles, tiraron flechas y lucharon con espadas afiladas. Milagrosamente, el texto dice que el ejército de David derrotó a los hombres de Absalón, matando a 20 000 hombres ese día. Los hombres de David eran más experimentados que los de Absalón, pero Dios favoreció a los hombres de Su escogido. Ya que lucharon en el bosque, quizás Dios hiciera que los árboles se tragaran a los leales al traidor o que los bestias salvajes los devoraran.

Ay, no esperaba esto, me voy

Al encontrarse con los hombres de su papá, el texto dice que Absalón se montó en su mula y procuró a escapar. Tenemos que preguntarnos por qué Absalón se montaba en una mula y no en un caballo. Absalón, con su cuerpo y cabello perfecto, montando en mula, parece una broma. Quizás por la ubicación del bosque de Efrain, era más fácil subir las colinas en mula. Tal vez Absalón hablara mucho sobre matar a su papá, pero realmente ni siquiera planeara entrar en la batalla, sino observar su victoria desde arriba. No esperaba que sus hombres perdieran. Cuando vio la derrota total, lo único en que pensó fue escapar. Continuamos con la historia, leyendo cómo el cabello lindo de Absalón era su caída.

Colgando por su cabello lindo

2 Samuel 18:9-14: …La mula se metió por debajo de un gran roble y la cabeza de Absalón se quedó trabada en las ramas. La mula siguió galopando, dejándolo a él colgando del árbol.   Al ver esto un hombre le dijo a Joab:

—Vi a Absalón colgando de un roble.

Joab le dijo al hombre:

—¿Por qué no lo mataste y lo derribaste? ¡Te hubiera dado un cinturón y diez piezas de plata!

El hombre le dijo a Joab:

—Yo ni siquiera intentaría matar al hijo del rey aunque me dieras 1000 piezas de plata, porque bien escuchamos la orden que les dio el rey a ti, a Abisay y a Itay, diciendo: “Cuidado de no hacerle daño al joven Absalón”.  Si hubiera matado a Absalón, el rey se enteraría, y tú mismo me castigarías.

Joab dijo:

—¡No voy a perder más tiempo hablando contigo!

Absalón todavía estaba vivo colgando del roble, pero Joab tomó tres varas y golpeó con ellas a Absalón en el pecho. 

¿Eso te duele? ¡Qué bien!

Probablemente, la mula se asustara y seguía galopando sin su jinete. El texto no identifica al hombre que vio a Absalón colgado de las ramas del roble, pero es menos impulsivo que Joab. Le recuerda a Joab el mandato de David. El hombre parece dividido; no ayudó a Absalón liberarse del roble, pero tampoco no lo mata. Quizás espera que se muera colgando allí, y así nadie tendrá la culpa, simplemente se ahorcó solo. El soldado tiene miedo de su rey; dice que aun con 1000 piezas de plata, no lastimaría a Absalón.

A diferencia, Joab no tenía miedo de David. Fue de inmediato a buscar al hijo de rey, y cuando lo encontró, el texto dice que todavía estaba vivo, pero Joab tomó tres varas y le golpeó en el pecho. Absalón mandó que sus siervos mataran a Amnón, tomó 10 de las concubinas de sus padre a plena luz del día, habla de matar a su papá y sus seguidores, pero no es feroz como Joab. Joab enfrentará a cualquier persona con una valentía casi psicopatía. En muchas batallas, ha matado a miles y miles de enemigos, mató a Abner, mandó a Urias a su muerte, y no piensa dos veces matar al hijo del rey.

Absalón se muere

David quiere que lo dejen escapar, o que lo capturen vivo. Si lo capturan vivo, ¿Cómo David lo va a castigar? ¿No le hará nada como cuando mató a Amnón? Joab sabe que David nunca disciplina a sus hijos y que si no para esta situación de inmediato, Absalón pedirá perdón, David se lo otorgará, y el hijo hará todo de nuevo. Joab no quiere otro golpe de estado ni perder más soldados. En vez de mostrarle misericordia, Joab le da lo que se merece. Por la rebelión de Absalón, Joab rebela contra los deseos de David. En vez de matarlo rapidito con una espada, lo tortura, golpeándole con varas en el pecho. El texto dice que los diez jóvenes soldados que asistían al general Joab rodearon a Absalón y lo mataron. ¿Por qué Joab necesitó que ellos lo mataran? Quizás por ser una muerte aun más humillante y vergonzosa, asesinado por jóvenes mientras ni siquiera pudo moverse. Quizás se burlara de él, diciéndole que pidiera perdón, preguntándole qué le daría para ayudarlo. Podemos imaginar que los últimos momentos de su vida fueron agonizantes. Al final, murió atrapado por su cabello largo y brillante.

Al ver que estaba muerto, el texto dice que Joab tocó la trompeta y ordenó que los seguidores de Absalón dejaran de perseguir a los hombres del rey. El texto dice que tomaron el cuerpo de Absalón y en vez de darle un entierro digno, o traerlo a David, lo tiraron en un pozo grande en el bosque y luego lo rellenaron con muchas piedras, un entierro igual de humillante como la forma en que se murió.

El Monumento de Absalón

Después de tirarlo en un pozo, el texto nos cuenta algo que parece fuera de lugar: cuando Absalón vivía, mandó construir un monumento de piedras, algo que va en contra de la ley. Se construyó El Monumento de Absalón como un ídolo para que todos lo adoraran. El texto lo menciona justo después de que Absalón fuera tirado en un pozo, enterrado bajo muchas piedras. La arrogancia y orgullo del bello Absalón lo derrotaron.

Ajimaz quiere correr

En el capítulo anterior, conocimos a Ajimaz, quien corrió con Jonatán a darle el mensaje a David que se apuraran al otro lado del rio Jordán porque su hijo viene en camino. Ahora que Absalón ha muerto, Ajimaz le pide a Joab permitirlo ir y entregar este mensaje al rey. Joab, conociendo a David y que se iba a poner mal con esta noticia, quizás hasta matar al mensajero, le contestó que no, que esperara hasta el día siguiente. ¿Por qué quiere dar este mensaje a David que lo va a entristecer? Aún más extraño, en el mismo aliento, Joab le instruye a un etíope ir y decirle a David lo que acaba de ver. El texto dice que el etíope se inclinó ante Joab y va corriendo a darle al rey este informe. Viendo eso, Ajimaz le ruega a Joab dejarlo ir también. Continuamos con la historia, leyendo el diálogo entre Joab y Ajimaz.

¿Por qué quieres ir?

2 Samuel 18:22-23: Pero Ajimaz hijo de Sadoc le rogó de nuevo a Joab:

—Pase lo que pase, permíteme que yo también vaya con el etíope.

Joab dijo:

—Muchacho, ¿por qué quieres llevar tú la noticia? No recibirás ningún premio.

Ajimaz contestó:

—Pase lo que pase, quiero ir.

Joab le dijo entonces:

—Bueno, ve e informa a David.

Ajimaz corrió entonces por el valle Jordán y pasó al etíope.

Pase lo que pase, quiero ir

¿Por qué Ajimaz está tan enfocado en entregar estas malas noticias? Joab le dice que David no va a darle un premio, quizás lo castigue. Ajimaz no le dio una respuesta concreta, pero dice que por el bien o por el mal, quiere ir. Joab se da por vencido y permite que se vaya. Tan enfocado en alcanzar a David primero, el texto dice que Ajimaz corrió tan rápidamente que pasó al etíope. El texto dice que David se hallaba sentado entre las dos puertas de la ciudad y que vieron a un hombre corriendo solo, y espera que sean buenas noticias. Mientras Ajimaz se acercaba a la ciudad, vieron al etíope corriendo detrás. Terminamos con la historia, leyendo las noticias de los dos mensajeros.

Vi mucho alboroto, pero no supe qué pasaba

2 Samuel 18:28-33:…Ajimaz se postró rostro en tierra ante el rey y dijo:

—¡Alabado sea el SEÑOR! Dios de Su Majestad que ha derrotado a los hombres que estaban en contra de mi señor y rey.

 El rey preguntó:

—¿Está bien el joven Absalón?

Ajimaz contestó:

—Cuando Joab me envió, vi mucho alboroto, pero no supe qué pasaba.

Entonces el rey dijo:

—Pasa y espera ahí.

Ajimaz pasó y se quedó esperando ahí.

Cuando el etíope llegó, le dijo:

—Traigo noticias para Su Majestad. Hoy el SEÑOR ha castigado a los que estaban en su contra.

El rey le preguntó al etíope:

—¿Está bien el joven Absalón?

El etíope contestó:

—Que todos sus enemigos y los que intenten hacerle algún daño sufran igual que este joven.

Al oír esto, el rey se puso muy mal y subió a su habitación sobre la entrada de la ciudad gritando: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Mi hijo Absalón, quisiera haber muerto yo y no tú! ¡Ay, mi hijo Absalón!»

Póngase contento, por fin su hijo se murió

Como esperamos, David únicamente le interesa cómo está su hijo, ni siquiera pregunta por sus soldados y sujetos.  Ya que Ajimaz estaba tan ansioso por darle las noticias al rey, ¿por qué le mintió y le dijo que cuando Joab le envió, había mucho alboroto y no supo lo que pasó? Eso no tiene sentido. ¿Por qué Joab le enviaría si no supiera lo que pasó? Al contrario, el etíope le da este mensaje al rey sin pestañear. Terminamos el capítulo con las palabras de David, que quisiera que se muriera él en lugar de su hijo, un lamento poco sensible a todos los que acaban de arriesgar sus vidas para él. En el próximo estudio, Joab le reprende a David por eso mismo y todos regresan a Jerusalén. 

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