Noé, el diluvio, y una promesa

Noé, el diluvio, y una promesa

Vamos a continuar con nuestra serie de devocionales en el libro de Génesis, enfocándonos en Noé y su familia. Esta devocional es parte de nuestra serie en Génesis. Si no has leído las devocionales anteriores en la serie, te invito a leer sobre la creación, Adán,  Eva, sus hijos Caín y Abel, los hijos de Diosla torre de Babel Téraj, el padre pagano de Abraham,  el misterioso sumo sacerdote Melquisedec, la visita del Señor a Abraham, y Lot, el sobrino de Abraham que vivía en Sodoma.

La gente se vuelve mala

Por lo menos 1,000 años han transcurrido después del nacimiento de Caín hasta el nacimiento de Noé. Durante los años, los hombres se volvieron aún más y más malvados, siguiendo el ejemplo de Caín. Eran violentos y corruptos, metidos en masacres y engaños. Hacían dioses de madera y piedra, olvidándose de Dios. Eran inmorales, mezclando la adoración de sus dioses con todo tipo de prácticas sexuales. Parecía que todos hacían lo que le placaban, pero en realidad, estuvieron perdidos, buscando adormecer su miseria. Eran tan malos que Dios lamentó haber creado a los seres humanos y decidió destruirlos. Pero, entre toda la gente en el mundo, había un hombre recto. Comenzamos la historia de Noé leyendo el lamento de Dios.

Borraré de la faz de la tierra al ser humano

Génesis 6:6-8: El SEÑOR lamentó haber creado a los seres humanos en la tierra y se indignó. Entonces el SEÑOR dijo: «Borraré de la faz de la tierra al ser humano que yo he creado. Destruiré a los seres humanos, a los animales domésticos, a los que se arrastran por el suelo y a las aves del cielo porque lamento haberlos hecho».

Sin embargo, el SEÑOR tenía un buen concepto de Noé.

Noé le agradó a Dios

Que horrible que Dios lamentara Su creación; me siento tan mal lastimarlo tanto que se arrepintiera de habernos creado. No sabemos a ciencia cierta cuánta gente había en la tierra antes del diluvio, pero los escolares bíblicos estiman que ya hubiera millones de personas. Imagina que mala fuera la gente por el hecho de que Noé era el único hombre justo y honesto en todo el planeta. Creía en y seguía a Dios. Era el bisnieto de Enoc, un hombre que tenía una relación con Dios tan estrecha que no murió, sino Dios lo llevó al cielo.

Noé estaba casado y tuvo tres hijos: Sem, Cam, y Jafet, y los tres estuvieron casados. Como Noé era la única buena persona, me pregunto ¿dónde sus hijos encontraron esposas rectas? Dejaron todo, incluso a sus familias y amigos, todos fueron destruidos. Quizás la maldad que vemos un poco después del diluvio no se murió en la destrucción de la humanidad, sino que siguiera viva en el barco. Veremos más adelante que uno de los hijos de Noé era corrupto.

Dios habló directamente con Noé, diciéndole que iba a destruir todos los seres vivientes, salvo a él y su familia. Aun en su enojo, hizo un camino para que los seres humanos continuaran. Le dio instrucciones muy específicas para construir un barco de tres pisos con una puerta, completo con habitaciones para su familia tanto como para una pareja de cada animal. Unos escolares bíblicos especulan que antes del diluvio, jamás hubiera llovido, que el agua se levantó de la tierra, así que, ver agua cayendo del cielo realmente habría sido aterrador. Si jamás ha llovido, la fe y obediencia de Noé es aun más admirable. Si la gente no tenía concepto de la lluvia, no sabría para qué precisaría un barco de ese tamaño. Se burlaban de Noé y su familia de locos. Continuamos la historia con lo que Dios le instruyó a Noé.

Estoy a punto de destruir todo

Génesis 6:17-21: Estoy a punto de enviar un gran diluvio a la tierra para destruir todo ser bajo el cielo que tenga aliento de vida. Todo en la tierra morirá, pero haré un pacto contigo. Tú entrarás al barco con tus hijos, tu esposa y tus nueras.  Mete al barco una pareja de cada especie de todos los animales, para que sobrevivan contigo. Esa pareja debe ser un macho y una hembra. Dos de cada especie…de animal…vendrán a ti para que sobrevivan. También debes almacenar y llevar un poco de cada tipo de comida para que se alimenten tú y los animales».

Noé obedeció al pie de la letra

Después de un tiempo, quizás alrededor de 100 años, Noé y sus hijos completaron el barco. Dios le instruyó a él y toda su familia entrar en el barco porque pronto iba a llover por 40 días enteros. En la biblia, el número 40 tiende a señalar una prueba espiritual: Jesús estuvo en el desierto por 40 días, Elías no comió por 40 días, los israelitas vagaron en el desierto por 40 años, etc. Noé tenía 500 años cuando su primer hijo nació y 600 años cuando el diluvio comenzó. Noé, su esposa, sus hijos, y nueras entraron al barco con una pareja macho y hembra de todos los animales. Notamos que el texto no nos dice que fueran Noé y su familia quienes trajeron a los animales, sino que Dios los trajo al barco. ¿Puedes pensar cómo era, parejas de animales apareciendo de la selva, las montañas y el aire para entrar por su propia voluntad al barco? Dios les cerró la puerta y comenzaron su jornada a un nuevo comienzo. La lluvia seguía viniendo; eventualmente el agua levantó el barco y comenzó a flotar. ¡Que alivio que flotara! La lluvia seguía hasta que cubrió todas las montañas, ni puedo imaginar cómo se viera ni el susto que la única familia sobreviviente sin duda tenía. Continuamos con la historia, leyendo sobre el poderoso diluvio.

Adiós a todo

Génesis 7:23-24, 8:1: Así Dios borró a todo ser viviente de la faz de la tierra: seres humanos, animales, criaturas que se arrastran y aves. Todos fueron destruidos en la tierra, sólo quedaron Noé y los que estaban con él en el barco.  El agua se mantuvo a ese nivel durante 150 días. Entonces Dios se ocupó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el barco. Hizo que un viento soplara sobre la tierra y el agua comenzó a evaporarse. 

Dios se ocupó de Noé

Dios se ocupó de Noé, su familia, y todos los animales. La comida no se acabó, nadie se enfermó, y todos los animales sobrevivieron. Imagina por un momento cómo fue: por más de un año vivieron en la oscuridad, con el fuerte olor del excremento de los animales y los gemidos nerviosos de ellos. Tenían que limpiar, pero no tenían a dónde echar los desperdicios. Tenían miedo de que el barco no sobreviviera tanto agua, que fueran a ahogarse, que la comida fuera a acabar o que alguien se enfermara. Pero nada de eso sucedió porque Dios mismo se ocupó de ellos.

Fin del diluvio

Por fin terminó de llover y el agua comenzó a bajar poco a poco por el viento que Dios envió. Un día se dieron cuenta de que el barco ya no se moviera, para descubrir luego que se detuviera sobre las montañas de Ararat. Sin embargo, tomó meses antes de que pudieran salir del barco, tuvieron que comprobar que hubiera tierra seca.  Después de unos meses, Noé abrió la ventana del techo. No habían visto el sol por meses y la luz les cegó por unos momentos. Noé soltó a una paloma para ver si había tierra seca. Pero como no encontró ninguna, regresó al barco. Esperó siete días más, soltó a la paloma otra vez, y regresó con una hoja de olivo. ¡Qué alivio! Después de una semana más, soltó a la paloma de nuevo, pero jamás volvió, encontró un nido nuevo. La familia esperó alrededor de dos meses más y salieron del barco. ¡Fue un día glorioso! Habían pasado alrededor de 18 meses en el barco. Salieron y soltaron a todos los animales. La familia estaba tan agradecida por ser salvados por Dios que le ofreció una ofrenda. Noé construyó un altar, sacrificó a unos animales puros y los quemó. Esto le agradó a Dios y Dios les hizo una promesa. Continuamos con la promesa.

Nunca volveré a destruir todo ser viviente

Génesis 8:21-22: El SEÑOR olió el agradable aroma de los sacrificios y se dijo a sí mismo el SEÑOR: «Puesto que desde su juventud el ser humano tiende siempre a hacer el mal, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa del hombre. Así que nunca volveré a destruir todo ser viviente como lo acabo de hacer.  »Mientras el mundo exista, siempre habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche».

Génesis 9:11-13: « Les prometo a ustedes que nunca más usaré un diluvio para terminar con la raza humana y nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra». Y Dios dijo: «Esta es la señal del pacto que hago con ustedes y con todos los seres vivientes. Mi pacto continuará por todas las generaciones. En las nubes cuelgo mi arco, el arco iris, que servirá como señal del pacto que yo hago con el mundo. 

Nuevo comienzo

Dios les dio el arco iris como la señal de la promesa que les hizo; aunque la cultura moderna ha torcido la función del arco iris a simbolizar algo malo, lo que realmente significa es el pacto de Dios con Su gente. Dios los bendijo y les instruyó a tener muchos hijos. Pero, había cosas que cambiaron. Antes del diluvio, todos eran vegetarianos, pero después también podrían comer cualquier animal. Sin embargo, no debían consumir la sangre de ningún animal. Por cazar y matarlos, Dios les advirtió que ahora los animales les tendrían miedo, pero estarían bajo el dominio del hombre.

En la nueva tierra, Noé comenzó a practicar su profesión de cultivar y fue el primero de sembrar un viñedo. Quizás porque no hubo vino anteriormente, al probar el vino, sin querer, Noé se metió en un problema. Continuamos con la historia.

Génesis 9:21-23: De las uvas hizo vino. Un día, tomando del vino en su carpa se emborrachó, se desnudó y terminó inconsciente. Cam, el papá de Canaán, vio a su papá desnudo y salió a contárselo a sus hermanos. Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus hombros y caminaron de espaldas cubriendo la desnudez de su papá. Caminaron de espaldas y no vieron a su papá desnudo.

Maldiciones y Bendiciones

¡Maldito sea Canaán! Que sea el esclavo de los esclavos de sus hermanos.

En vez de cubrirlo, Cam le faltó el respeto, contándoles a sus hermanos sin ayudar a su padre. Por lo tanto, cuando Noé se despertó y supo lo que Cam hizo, maldijo a su nieto, Canaán, proclamando que Canaán fuera el esclavo de los hermanos, lo que quiere decir es que la nación de Canaán eventualmente sería bajo el control de la nación hebrea, pero para que esto se cumpliera, tomaría muchos años. Noé murió cuando tenía 950 años.

Hebreos 11:7: Por la fe, Noé recibió una advertencia de Dios sobre algo que aun no se podía comprobar. Respetó la advertencia de Dios y construyó un barco muy grande para salvar a su familia. Con su fe, Noé demostró que el mundo estaba equivocado, y así recibió las bendiciones del que agrada a Dios.

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

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