¿Debo contarle mi pasado?

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¿Cuándo debieras contarle a alguien sobre tu pasado antes de conocer a Cristo? Primero, lo que hiciste antes de conocer a Cristo debe quedarse en el pasado, ya eres una nueva persona, lo carnal se murió, y Cristo te hizo nueva, limpia. “Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación. Lo viejo ha desaparecido y todo queda renovado,” (2 Corintios 5:17).

Quizás te vergüenzas de cosas que has hecho en el pasado, pero es suficiente arrepentirte de ellos, alejarte de aquella vida, y agradecer a Dios por tomar todos tus pecados en la cruz. Ya están pagados y no hay porque sufrir más remordimientos.  Aun así, hay circunstancies bajo las cuales debieras contarle tu pasado, específicamente, al hombre con quien piensas casarte quizás antes de que tomen clases prenupciales.

A lo mejor estás pensando- “Mi novio no conoce este parte de mi pasado y mi preferencia sería que no lo supiera nunca, tengo miedo de que me dejaría, pero ¿está bien escondérselo?”

El pecado ya no define quién eres

Todos hemos pecado; aun con Cristo, somos pecadores salvados por fe. “Todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios,” (Romanos 3:23).  Cuando diste tu vida a Cristo, el Señor te limpió y separó tus pecados de ti. “Nuestros pecados ha alejado de nosotros, como ha alejado del oriente el occidente,” (Salmos 103:12). Lo cierto es que los pecados ya no te definen. Pero, esto no quiere decir que al entregarnos al Señor nuestro pasado se desaparezca.

La verdad es riesgosa

Si no fuera una relación seria, aconsejaría no contárselo, pero si es una relación que posiblemente conduce al matrimonio, es importante decírselo. Es posible que, si se lo cuentas, te deja. Es un riesgo decírselo, pero ¿cuáles son los riesgos si no se lo dices?  Podría ser que él supiera una versión chismosa y torcida por una persona malintencionada.

Es una cuestión de darle la oportunidad de terminar contigo si eso es lo que prefiere después de saber la verdad. Aunque él termine contigo, puedes seguir adelante sabiendo que hiciste lo correcto.  Contarle tu pasado es otra manera de demostrarle que ya no eres la misma persona y que valores la honestidad. Es un buen hombre, o si no, no estarías pensando en casarte con él, ¿verdad?  Los hombres buenos saben perdonar y me imagino que tu honestidad lo atraerá más a ti, y no lo contrario.

Una conversación difícil

Entonces, ¿cómo le hablas de tu pasado?  Primero, es aconsejable practicar con alguien en quien confías plenamente.  Dios nos pide que confesemos nuestros pecados a Él y a otra persona. “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados,” (Santiago 5:16). Después de decírselo a una amiga, será más fácil con tu novio. Es beneficial pedirle a tu amiga que te ayude practicar las reacciones posibles que él tendría para que estés más preparada.  Escribí un artículo sobre cómo tener una conversación difícil, puedes leerlo aquí.

Cuando estás lista para tener la conversación con él, asegúrate que tengan suficiente tiempo y estén a solos.  Comienza con decirle lo mucho que lo aprecias, y que él vale tanto para ti que necesitas que él conozca algo de tu historia.  Es importante que él sepa los acontecimientos, pero no sería recomendable entrar en muchos detalles que no le servirían para nada. Usualmente, es suficiente hablar en términos un poco genéricos.  Durante la conversación, presta atención en su lenguaje corporal.  Si presientes que esté incómodo, pregúntale cómo se siente y en qué está pensando.  

Es posible que él tendrá preguntas que quiere hacerte.  Si te pregunta detalles íntimos, dile que prefieres guardar los detalles porque lo último que quisieras hacer es lastimarlo. Frecuentemente, preguntar de detalles es una reacción de celos o enojo.  Cuando se relaja un poco y se ha reflexionado, pueden seguir la conversación, enfocándose en lo esencial. Sin embargo, si había consecuencias de tu pasado (un embarazo, un aborto, una enfermedad, una adicción, etc.) que afectarán su futuro juntos, son cosas que él debiera saber, igualmente sin lujo de detalle.

Conclusión

Sea lo que sea el resultado, el Señor está orgulloso de ti y tu deseo de hacer lo correcto.  Ten la confianza que tienes el perdón de Dios y que Él te ha limpiado. “Pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad,” (I Juan 1:9). 

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

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