¿Por qué lidiar con el pasado?  

Comes en exceso, tomas demasiado, ves horas de televisión, coqueteas con tu compañero del trabajo y gastas dinero que no tienes. Son comportamientos muy comunes, pero cuando los usas para confortarte, o participas en ellos en vez de pasar tiempo con tu familia o amigos, es un señal que ya estás en problemas. Pero ¿sabes por qué lo haces? Es probable que hay cosas en tu pasado que tratas de olvidar, pero a lo mejor no quieres pensar en eso, ni menciona entrar en un proceso terapéutico para recuperarte y dejar atrás los comportamientos insalubres.

¿Por qué deberías lidiar con el pasado?

Cuando piensas en desentrañar el pasado y el caos que te trae a tu vida actual, a lo mejor concluyes que el esfuerzo no vale la pena. Recuperarte del pasado se trata de lidiar con sentimientos y memorias desagradables- ¿y quién quiere hace eso? Es normal evitar de sentir y pensar en cualquier sentimiento o memoria doloroso.  Pero acuérdate de las palabras sabias de Salomón: “El dolor es mucho mejor que la risa: porque cuando estamos tristes, tratamos de ser buenos,” (Eclesiastés 7:3).

Detrás de hábitos pocos saludables, es muy probable que hay un pasado penoso y no procesado. Ignorar tus sentimientos perjudica la salud mental y es contraproducente para superar tanto el dolor del pasado como los hábitos pocos saludables que usamos para distraernos de pensar en ello.  Si eres hija de Dios, tienes la obligación de convertirte en la persona saludable y integra que Él quiere que seas. “Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona.  Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo,” (II Corintios 5:17.)

Ventajas y desventajas

Para ayudarte tomar una buena decisión en cuanto a si vale la pena comenzar el proceso de recuperarte, escribe una lista de ventajas y desventajas. Comienza con las desventajas; escribe cualquier razón por la que crees que entrar en este proceso no vale la pena. Algunos ejemplos:

·         Va a ser demasiado difícil.

·         No sé cómo hacerlo.

·         Sanar toma mucho tiempo.

·         No tengo tiempo ni energía para dedicarme a pensar en el pasado.

·         Pensar en el pasado me da mucha vergüenza, quiero olvidarlo y vivir mi vida.

·         Mi pasado no tiene nada que ver con mi comportamiento. Hago lo que hago porque así estoy feliz.

·         Lo que pasó, pasó, y no hay nada que puedo hacer al respecto.

·         Ya intenté lidiar con mi pasado, pero no me ayudó para nada. (Si anteriormente has participado en otro tipo de proceso terapéutico y no te ha ayudado, escribe brevemente sobre tu experiencia y trata de identificar específicamente qué te impidió recuperar. ¿Qué tendría que ser diferente esta vez?)

Cuando tienes tu lista de desventajas, pon un círculo alrededor de la razón principal.

Luego, escribe todas las ventajas de comenzar este proceso.

Ejemplos:

·         Sé que pienso mucho en mi pasado y quisiera librarme de esos malos pensamientos.

·         Mi familia me está presionado a hacer unos cambios.

·         Mi vida se siente fuera del control.

·         No sé cómo comenzar, pero puedo unirme a un grupo de apoyo y quizás alguien allí pueda guiarme.

·         Si no cambio unos de mis malos hábitos, no sé qué va a pasar.

Cuando terminas las dos listas, lee ambas y responde a las siguientes preguntas:

1.                  ¿Qué sentimientos surgen para ti al revisar las dos listas?

2.                  ¿Cuál lado te convence más?

3.                  ¿Cómo sería tu vida en un año si no tomaras ninguna acción?

4.                  Al entrar en este proceso, ¿qué está en riesgo? (Ser lastimada, sentir mis sentimientos en vez de adormecerlos, sanar toma mucho tiempo, etc.)

5.                  ¿Cómo puedes planear conseguir lo que necesitas para sanar? (Apoyo de una comunidad, planear tiempo para el proceso, saber cuándo pedir ayuda, etc.)

Espero que escribir las ventajas y desventajas te ayude y que tomes la mejor decisión para ti. Claro, en mi opinión, entrar en el proceso de recuperarte es la mejor decisión que podrías tomar, pero la decisión es tuya. Y lo más importante, reza y espera qué te dice Dios.

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

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