¿Cómo era el niño Jesús?

Una profecía, una desaparición y un reencuentro

En el previo estudio, conocimos a los pastores que tienen un encuentro angélico, y luego, un encuentro con El Mesías la noche que nació. En este estudio, veremos las únicas historias sobre Jesús cuando era un niño, con la profecía de Simeón sobre él y la angustia de sus padres cuando no pudieron encontrarlo cuando él se quedó en Jerusalén después de la Pascua. De los cuatro evangelios, tan solo Lucas incluye estas historias sobre la infancia de Jesús.

Jesús es presentado en el templo

Cuando Jesusito tenía ocho días, sus padres lo llevaron al templo en Jerusalén para presentarle al sacerdote, ser circuncidado, y ofrecer el sacrificio adecuado. Seguramente todavía están en Belén; si ya hubieran regresado a Nazaret, no habrían viajado a Jerusalén para circuncidarlo, y el texto especifica que fueron a Jerusalén. No sabemos exactamente cuándo María y José se casaran. Pero, el texto dice que llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarlo como debían, y tan solo una pareja casada haría eso. Mientras estaban en el templo, conocieron a un hombre llamado Simeón. El texto dice que estaba lleno de El Espíritu Santo y dedicaba su vida a Dios, haciendo su voluntad, esperando con ansiedad la llegada de El Mesías. Recordamos que antes de que Dios regalara El Espíritu Santo a los creyentes (esto ocurre en Hechos capítulo 2), tan solo una persona a la vez lo tenía. En aquel entonces, es curioso que hubiera más personas que lo tenían a la misma vez: Juan el Bautista, María, Jesús, y Simeón. Es posible que cuando los pastores vinieran a vender los corderos de su amo en el templo, Simeón los escuchara comentando sobre su encuentro con los ángeles y conocer al Mesías. Comenzamos con la historia leyendo lo que el Espíritu Santo le comunicó a Simeón y el mensaje que tenía para José y María.    

El Espíritu Santo le prometió ver al Mesías antes de morir

2 Lucas 26-32:  que no moriría sin haber visto al Mesías, a quien el Señor enviaría. El Espíritu hizo ir a Simeón al área del templo. Cuando María y José trajeron al niño Jesús al templo para cumplir la ley, Simeón tomó al niño en sus brazos y alabó a Dios:

«Ahora, Señor, puedes dejar que tu siervo muera en paz, como lo prometiste. He visto con mis propios ojos cómo nos vas a salvar. Todas las naciones podrán ver ahora cuál es tu plan. Él será una luz que revelará tu camino a todas las naciones, y traerá honor a tu pueblo Israel».

Él será una luz que revelará tu camino a todas las naciones

El Espíritu Santo guía a Simeón a estar en el lugar correcto en el momento preciso para cumplir Su promesa. Notamos lo que no dijo de Jesús: que algún día este niño lidiará una rebelión contra Roma, y cuando esto suceda, todos los israelitas van a ser prósperos y vivirán en paz. El Espíritu Santo dirigió a Simeón a la verdad, que este bebé iba a tener una vida dificilísima, tal y como la mayoría de los israelitas. Pero con su vida, provee la salvación no solamente a los israelitas sino también a todas las naciones, incluso a los paganos. Sacrificarse por el perdón del pecado siempre era el plan, no echar a los romanos.

El texto dice que José y María se asombraron por las palabras de Simeón. Pero ¿Por qué? Sabían que su hijo era la persona más especial y única que jamás había pisado la tierra, pero a lo mejor, no entendieron muy bien cuán especial sería. En ese momento, estaban muy involucrados en su crianza: tenían que cambiarle los pañales, alimentarlo y cargarlo. Aunque sabían que es el Hijo de Dios, conocían su lado humano muy bien.

Simeón tenía unas palabras para María. Continuamos la historia leyendo su mensaje para ella.

Él será una señal de Dios que muchos no aceptarán

Lucas 2:34-35: Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la mamá de Jesús:

—Dios ha elegido a este niño. Por él, en Israel muchos caerán y muchos se levantarán. Él será una señal de Dios que muchos no aceptarán. Sacará a la luz las verdaderas intenciones de muchos, las cuales han estado secretas hasta ahora. También te hará sufrir como si te traspasara una espada.

También te hará sufrir como si te traspasara una espada

Este es el tipo de mensaje que cualquier madre no quiere oír; nos hace pensar en el mensaje que el ángel le dio a Agar sobre el niño que esperaba, Ismael. Pero, muy distinto a Ismael, Jesús es el Hijo de Dios, ¿Cómo que muchos no lo aceptarán y que la hará sufrir? ¿No habían esperado años y años por El Mesías? Veremos más adelante en otros estudios que Simeón tenía toda la razón. Veremos cómo Jesús sabrá las intenciones del hombre, cómo los poderosos lo rechazaron, y con su inesperada muerte, cómo María sufriría.

Además que Simeón, el texto dice que había una profetisa anciana llamada Ana; era viuda y nunca se alejaba del área del templo, sino alababa a Dios día y noche. Mientras Simeón hablaba con José y María, Ana llegó y les habló de Jesús, alabando a Dios.

El niño Jesús en el templo

Hay muy poco que sabemos de Jesús antes de que emprendiera su ministerio, únicamente esta historia de la vida del niño Jesús. ¿Por qué será? Tal vez María, o Jesús, o sus hermanos les contaron más historias a sus seguidores, pero escogieron no incluirlos a favor de enfocarse más en el ministerio de Jesús.

El texto dice que todos los años, José y María iban a Jerusalén para celebrar la Pascua. Recordamos que la Pascua conmemora la última noche que los israelitas estuvieron en Egipto; Dios le dijo a Moisés que cada familia pintara el marco de su puerta con un poco de sangre del cordero que iban a sacrificar y comer. Muchísima gente iba a Jerusalén para la semana de Pascua. El hecho de que iban a Jerusalén cada año para la Pascua, a pesar del costo, nos dice que les importaba cumplir las leyes.

Para dar contexto a esta historia, en Israel en ese entonces, hay que recordar que se consideraba a los niños de doce años más como adultos que como niños. En esa época, los niños judíos estudiaban la tora en su sinagoga, aprendiendo y memorizando las escrituras por unos cinco años. Luego, alrededor de los 12 años, comenzaron una carrera, usualmente la que su padre tenía. Para entender mejor esta historia, vale la pena recordar que es posible que José nada más tuviera unos 5 o 6 años más que Jesús cuando él se casó con Maria.

¿Por qué Jesús se quedó?

El texto dice que cuando Jesús tenía doce años, después de la fiesta de Pascua, él se quedó en Jerusalén sin que José y María lo supieran. Para protegerse contra bandidos y animales salvajes, viajaban con un grupo muy grande, y, por lo tanto, no notaron su ausencia hasta después de viajar por un día. Sus padres comenzaron a buscarlo entre el grupo, quizás a la hora de comer o dormir, pero no lo encontraron. En un pánico, José y María regresaron a Jerusalén para buscarlo, quizás enviando a sus otros hijos con un familiar. Sus pensamientos corrieron. ¿Cómo podrían perder al Hijo de Dios? ¿Y si algo malo le había pasado? Jerusalén era la ciudad sagrada, pero también enorme, y había todo tipo de mal allí. Continuamos con la historia, leyendo dónde lo encontraron y qué les dijo.

Hijo, ¿por qué nos hiciste esto?

Lucas 2:46-50: Después de tres días lo encontraron en el área del templo, sentado con los maestros. Los estaba escuchando y les hacía preguntas. Todos los que lo escuchaban quedaban impresionados por su entendimiento y sus respuestas. Sus padres quedaron asombrados cuando lo vieron, y su mamá le dijo:

—Hijo, ¿por qué nos hiciste esto? Tu papá y yo hemos estado muy preocupados buscándote.

Jesús les contestó:

—¿Por qué tenían que buscarme? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?

Pero no entendieron su respuesta. 

¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?

Ya han pasado cuatro días después de la Pascua. El texto dice que al llegar a Jerusalén, lo buscaron por tres días. ¿Dónde durmió Jesús todo este tiempo? ¿Qué comió? ¿Jesús estaba en la casa de su Padre porque sus padres salieron de Jerusalén sin él por accidente, o porque él tomó la decisión de no acompañarlos cuando ellos salieron de Jerusalén? ¿Habló con los expertos en la ley por cuatro días? No lo sabemos. Notamos que los expertos en la ley lo escucharon atentamente, algo no harán cuando comienza su ministerio. Tal vez estuvieran impresionados con él porque era niño, y si dijo algo en que no estaban de acuerdo, pues, al final, era nada más un niño. Cuando José y María llegaron, ¿les pidieron dejar que él se quedara para ser estudiante de uno de ellos? Ser elegido para estudiar con un experto de la ley era un gran privilegio, pero no nos dice. Es probable que unos de ellos todavía estuvieran vivos cuando Jesús comenzó su ministerio unos 18 años después. ¿Se acordaron de este niño tan sabio?

Quedarse en Jerusalén no era pecado

Para los de ustedes que son padres, ¿Cómo reaccionaría estar separado de su hijo durante cuatro días y cuando lo encontrara, le contestara así? ¿Jesús no sabía que sus padres estaban muy preocupados por su desaparición? Claro que lo sabía. Entonces, tenemos que preguntarnos por qué se quedó en Jerusalén. Es curioso que Lucas diga que José y María no entendieron su respuesta, pero ¿cuál parte? Quizás entendieran muy bien que Dios y no José era su padre, pero a lo mejor lo que no comprendieron fuera por qué se quedó en Jerusalén. ¿Qué niño les haría esto a sus padres? No había dormido en tres noches, lo buscaron por todos lados y él se atrevió a contestarles así. Pero, es imprescindible recordar que Jesús nunca pecó. Si no entendemos bien la razón por la cual se quedó en Jerusalén, no lo hizo con malas intenciones porque nunca pecó.

El texto dice que Jesús regresó a Nazaret con sus padres y les obedecía. Es chistoso que Lucas incluya esta parte para asegurándonos que El Mesías era obediente. La historia termina diciéndonos lo último que sabemos de él hasta el comienzo de su ministerio: Jesús crecía en sabiduría y estatura, y Dios y la gente lo veían con buenos ojos. Además de ser el único relato de la niñez de Jesús, es la última vez que escuchamos de José. En algún momento antes del ministerio de Jesús, José murió.

En el próximo estudio, conoceremos a los sabios del oriente que viajaron de lejos para conocer y adorar al Mesías.

Para procesar:

1.    ¿Por qué Lucas incluye esta historia cuando los demás escritores no la incluyen?

2.  ¿Por qué crees que Jesús se quedó en Jerusalén?

3.  ¿Opinas que José y María les dijeron a sus hermanos que Jesús es El Mesías, o que dejaron que Jesús les dijera cuando era el momento?

4. ¿Qué es lo que sus padres aprendieron con este incidente?

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