La Reina Vasti

Cuando la belleza no basta

Cuando era una niña, Ester siempre fue uno de mis libros favoritos de la Biblia. La forma en que contaron la historia en la Escuela Dominical me pareció tan glamurosa: el concurso de belleza, el rey se enamoró de Ester a pesar de que ella no se esforzara tanto como las otras, salvó a los judíos, y todos vivían felices para siempre. Parecía ignorar lo difícil que era la convivencia de las mujeres en el harem, el hecho de que Ester era la reina, pero no la única en la cama del rey, y que por poco murió. Saltaron rápidamente el primer capítulo que establece la historia, presentándonos a la predecesora de Ester, la Reina Vasti. Vamos a examinar la vida de este personaje bíblico poco conocido. En este estudio, exploramos cómo Vasti tiene una mala reputación y es malentendida, por qué decidió desobedecer al rey, y la importancia de tener consejeros sabios.

Asuero y Vasti

El imperio Persia era grande, incluyendo entre otros regiones, partes de los países modernos de Israel, Lebanon, Iraq, Irán, Turquía, y Pakistán. El libro de Ester fue escrito después de que Babilonia captara a una gran parte de la población de Israel, matando a muchos y llevando unos a Babilonia en esclavitud. Cuando esta historia tomó lugar, los israelitas ya estaban libres y algunos regresaron a Israel, pero otros se quedaron en los regiones de Babilonia; la vida allí era muy distinta a la de Israel.

Cuando la historia comienza, estamos en el palacio del rey Asuero.  El texto dice que desde Susa, la capital de la región, gobernaba 127 provincias desde la India hasta Cus; fue el rey por 20 años. Fue probable que arreglaran el matrimonio de Asuero con Vasti ya que era una princesa, hija de Rey Baltazar, la bisnieta de Nabucodonosor II. Vasti era la madre de Haduero, quien tomó el trono cuando su padre murió. Como matrimonio arreglado, es improbable que Asuero y Vasti se amaran en el sentido romántico; el amor y el apego eran lujos que no formaban parte de un matrimonio royal. 

Una pachanga de 6 meses

Para dar la historia un poco de contexto, en los versículos anteriores a la presentación de Vasti, describen la fiesta de 180 días que el rey dio, y luego otra de siete días para el pueblo de Susa. En esta última fiesta, invitaron a todos los habitantes de Susa, desde los más importantes hasta los desamparados; para los más pobres, fue un deleite para los sentidos, comer y tomar todo lo que querían, y divertirse con mujeres exóticas. Cuando por fin se acabó la fiesta, probablemente tuvieron que echarlos de patadas. ¿Cuánto costó estos seis meses de banquetes y fiestas? No sabemos, pero sin duda costó una fortuna, todo pagado por impuestos, claro. Pero Rey Asuero ni parpadeó gastar tanto. Decir que Susa era una ciudad rica es una subestimación. Comenzamos la historia leyendo una descripción del palacio en el que Vasti vivía con el rey, sirvientes, y muchas concubinas.

En el lugar más bello

Ester 1:6-8: En el jardín interior había toldos de fino lino blanco y azul, tendidos con cuerdas de púrpura enganchadas en anillos de plata fijos a columnas de mármol. Había sofás hechos de oro y plata sobre el suelo que estaba decorado con varias figuras hechas en mármol blanco y negro, nácar, perlas y otras piedras preciosas. Las bebidas se servían en copas de oro, cada una de las cuales era diferente a las otras. El vino del rey se ofreció en grandes cantidades, como solo un rey generoso puede hacerlo. Se sirvió vino en abundancia, pues el rey había ordenado a sus servidores que a cada invitado se le diera todo el vino que quisiera.

Había una borrachera y libertinaje

Fino lino blanco y azul, cuerdas de púrpura, sofás hechos de oro y plata, mármol blanco y negro, nácar, perlas y otras piedras preciosas, y copas de oro. El interior del jardín era precioso, deslumbrante, pero a pesar de eso, no era una fiesta elegante, sino uno de borracheras y lascivo. No sabemos cuántos invitados fueran, pero por ser ubicada en la capital, probablemente fueran por lo menos unos miles de hombres. El jardín interior era tan grande que cabían todos fácilmente, con espacio para caminar y acostarse. Había todo para la comodidad de los invitados: cortinas para darles privacidad, sofás para acostarse con las mujeres traídas para cumplir con sus deseos, y vino, vino tan abundante que no se paraba por siete días, todos tomando de copas de oro. Los escolares bíblicos creen que el tío de Ester, Mardoqueo, posiblemente escribiera este libro, así que parece que estuvo allí en la fiesta.

En ese ambiente tan hermoso y relajante, todos los hombres comían, bailaban, se divertían con mujeres extranjeras traídas para entretenerlos, y tomaban. Aun al emborracharse, tomaban más hasta desmayarse, y el rey no era una excepción. No sabemos si Asuero haya visto a Vasti durante estos seis meses. En el último día de la segunda fiesta, el rey ordenó que Vasti se presentara allí ante él y todo el pueblo, luciendo la corona royal. Continuamos la historia con el orden del rey y la respuesta de la reina.

El rey quería mostrar su belleza ante el pueblo

Ester 1:11-12:  El rey les ordenó que llamaran a la reina Vasti para que se presentara ante él luciendo la corona real. Vasti era una mujer muy hermosa y atractiva, y el rey quería mostrar su belleza ante el pueblo y los oficiales. Los servidores le comunicaron a la reina Vasti la orden del rey, pero ella no quiso obedecer. El rey se molestó mucho y se llenó de ira. 

Ven con la corona puesta- y tan solo la corona puesta

El intoxicado rey mandó a Vasti a venir ante todo el pueblo de Susa, llevando la corona. Aunque el texto no dice, su orden insinuó que viniera en la corona y solamente en la corona para exhibir su desnudez ante todo el pueblo. Al ordenarle hacer esto, la puso en una posición terrible. Quizás pensaba que como era la Reina Madre, debiera ser respetada como la madre del futuro rey y no tratada como una simple concubina o bailarina exótica.

Vasti tiene una mala reputación. Usualmente la describe así: tomando, bailando y disfrutando de su fiesta, y sin pensarlo dos veces, rechazó al rey por un capricho. Fue inverosímil que se rebelara sabiendo que aunque era la reina, no tenía ninguna autoridad verdadera, y como sus sujetos, tenía que obedecer al rey. Creo que Vasti se sintió ofendida por la petición y que eligió sabiamente, preservando no sólo el honor de su posición, sino el de su hijo. Cuando su hijo tomaría el trono, no tendría que aguantar burlas, ni escuchar narraciones con lujo de detalle de la noche en que su madre se presentó desnuda ante ellos. El texto no indica qué mensaje le envió al rey, pero opino que le dijera algo como, “Gracias por la invitación mi rey, pero estoy indispuesta, le ruego que me disculpe.”

Incluso la noche que fue desterrada, la observamos cumpliendo su papel como la Reina Madre del Imperio Persa, entreteniendo y manteniendo la paz en el harén del rey mientras su marido asistió a una de sus largas fiestas de borracheras y orgías. Solamente mujeres asistían al banquete de la reina y era mucho más tranquilo que la fiesta del rey.

Decisiones borrachas

Borracho y enojado, una mezcla tonta, Asuero no esperó tomar una decisión de qué hacer al respecto hasta después de dormir y recuperar la sobriedad. Si Asuero no hubiera estado ebrio, probablemente se habría dado cuenta de lo tonto que su petición había sido, incluso disculpándose con Vasti. En vez de eso, de inmediato, consultó a sus siete jefes sabios, los más altos funcionarios del reino; se presentaron de una forma casi sátira, dándole al rey el peor de los consejos, totalmente absorbidos en sí. Les preguntó, según la ley de persa, qué debiera hacer con la desobediencia de la reina Vasti. Por su respuesta, sabemos que no eran sabios para nada. Sin embargo, el rey tenía mucha confianza en su supuesta sabiduría. Al rey ebrio no le importó tanto la ley, como vengarse de esta humillación, y los siete funcionarios del reino sabían lo que el rey realmente quería. Continuamos con la respuesta tonta de los supuestos sabios.

Vasti ha cometido una falta muy grave

Ester 1:16-19: Entonces Memucán respondió al rey en presencia de los otros funcionarios:

—La reina Vasti ha cometido una falta muy grave. No sólo ha ofendido al rey, sino también a todos los líderes y a los pueblos de todas las provincias del rey. Digo esto porque todas las otras mujeres se enterarán de lo que hizo la reina Vasti y empezarán a desobedecer a sus esposos. Podrán decir que el rey le ordenó a la reina Vasti que se presentara ante él, pero que ella no quiso ir. En este mismo momento, las esposas de los líderes de Persia y Media que se enteren de lo que hizo la reina, empezarán a seguir el mal ejemplo. Van a contradecir a los líderes importantes del reino y los tratarán sin el debido respeto y obediencia.

 »Así que, si el rey me lo permite, sugiero que Su Majestad dé una orden que quede escrita en las leyes de Persia y Media para que no se pueda cambiar. La orden real debe ser que nunca más se le permita a Vasti volver a presentarse ante el rey y que el rey busque a alguien mejor que ella para que sea reina en su lugar. 

Empezarán a seguir el mal ejemplo

Revisamos los hechos: es la misma noche, Asuero está enojado, va a escribir una ley que no se puede cambiar, va a desterrar a Vasti, y buscar a una mujer mejor. (Mejor en este sentido significaba sumisa y obediente, no en el sentido de más bella ni provenía de la mejor familia. Vasti era una bella princesa; su matrimonio constituyó una alianza poderosa.) Este consejero del rey le dijo que, al desobedecer, la reina acabó de abrirle la puerta a todas las mujeres a desobedecer, y en efecto, exigir derechos que no tenían en ese entonces. Le sugirió que el rey diera una orden irrevocable: nunca más permitiría que la reina Vasti se presentara ante él y que escogiera a otra de entre las vírgenes más bellas de Susa para reemplazar a la reina. Era un castigo fuerte para ahogar cualquier esperanza que las mujeres de Susa tendrían para no cumplir con las exigencias de los hombres. Se preocupaban que, si Vasti se quedara impune, otras mujeres se sentirían libres para desobedecer a sus maridos.

Continuamos con el final de la historia de Vasti, leyendo lo que el rey hizo con el mal consejo de sus sabios no tan sabios.

Ester 1:22: Envió cartas a todas partes del reino, a cada provincia en su propia escritura y a cada nación en su propio idioma. Las cartas anunciaban, en el idioma de cada cual, que todo hombre debía ejercer la autoridad dentro de su casa.

Una exreina en el torre

Como veremos más adelante, esta fue una decisión de la cual Asuero se arrepintió, pero como no pudo revocar la ley, no tuvo de otra que buscar a una nueva reina. Vasti fue desterrada, sujeta a vivir en otra parte del reino, ni la que manejaba el harén. Pero siguió siendo la madre del próximo rey y criaba al príncipe. A pesar de ser desterrada, la línea y sangre de Vasti permaneció en el trono. Dios utilizó el rechazo de Vasti para traer a Ester al reino, y en el momento preciso, salvó a los judíos. El texto no dice si Vasti y Ester se conocieron alguna vez, pero sin duda, Ester se preocupaba que lo que le aconteció a ella podría pasarle a ella.

En el próximo estudio, hay un concurso de belleza, una nueva reina, y un complot para asesinar al rey. 

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