David no mata a Nabal, pero se casa con Abigail

Una intervención sabía, un insensato se muere y una boda

En el previo estudio, David le pidió comida a Nabal, un hombre rico pero tacaño e insensato, casado con la bella y sabia Abigail. Cuando David se entera de que Nabal no le dará nada, jura matarlo a él y a todos los hombres de su familia. Un empleado de Nabal averigua que David viene en camino con 400 de sus valientes y le advierte a Abigail lo que vaya a suceder si no hace algo para impedirlo. En este estudio, Abigail salva la vida de su esposo, y luego se casa con David.  

Un tremendo regalo, rapidito

Al continuar la historia, Abigail reaccionó de inmediato. Quizás piense que se morirá junto con el insensato de su esposo. El texto dice que tomó 200 panes, dos odres de vino, cinco ovejas asadas, 40 kilos de trigo tostado, 100 tortas de uvas pasas y 200 tortas de higos. Notamos que esta comida estaba en la despensa de sobra; nadie tuvo que comprarla ni cocinar, ya estaba allí, pero a pesar de su exceso, Nabal se le negó al hijo de Isaí. Vemos que a pesar de ser la esposa de un hombre rico, Abigail no tiene miedo del trabajo duro. Luego, ella siguió a los asnos con la intención de rogar por la vida de su marido. El texto nos dice otra cosa curiosa: que ella no le dijo nada a Nabal. Por lo regular, guardar secretos del cónyuge está muy mal, pero en este caso, actuar a sus espaldas era la única opción de salvarlo.

David, junto con 400 de sus valientes, se acercaron a Carmel. La comida llegó antes que ella, seguramente suavizando el corazón de David. El texto dice que cuando Abigail llegó, se desmontó del asno y se postró en frente de David, arrojándose a sus pies. Aun siendo una mujer rica y bella, sabe humillarse; su humildad y sabiduría salva a su marido, no su belleza. Con valentía, el texto dice que Abigail se culpó por lo que pasó, que no sabía que sus hombres vinieron y pidieron comida. Tomó la culpa por su marido, esperando que el castigo que David le daría sería menos severo que la masacre que les esperó a Nabal y sus hombres. Continuamos con la disculpa de Abigail.

En realidad, es un hombre insensato

I Samuel 25:25-31: Yo no vi a los hombres que usted mandó. No ponga atención al insensato de Nabal, que bien le hace honor a su nombre, que significa insensato. En realidad es un hombre insensato. El SEÑOR ha evitado que usted mate gente inocente. Tan cierto como que el SEÑOR y usted viven, que a sus enemigos y a todos los que quieran hacerle daño les pase lo mismo que a Nabal. Su servidora le ha traído este regalo para que les dé a sus hombres. Le ruego que perdone mis faltas. Ciertamente el SEÑOR fortalecerá a su familia porque usted pelea las batallas a favor del SEÑOR. Nunca en su vida será usted hallado en falta. Si alguien lo persigue para matarlo, protegerá su vida como algo precioso para él. Pero a sus enemigos los tirará lejos como piedra de honda. Cuando el SEÑOR cumpla lo que le prometió, lo hará a usted líder de Israel.  Cuando eso suceda, ¿querrá usted tener el recuerdo de una masacre? ¿querrá tener fama de alguien que no espera a que Dios le resuelva los problemas? Le ruego que se acuerde de mí cuando el SEÑOR le haga líder de Israel. (Negrito mío).

Algo malo le va a suceder a Nabal, pero no te olvides de mí

La disculpa de Abigail es confusa: habla mal de su marido y a la vez le pide a David no olvidarse de ella. Es obvio que ella presta atención. Sabe que sin su intervención, su marido Nabal sufrirá algún castigo. Probablemente sabe que El Señor fortalecerá a la familia de David por medio de sus esposas (por cierto, David tendrá un hijo con Abigail). Sin que nadie le dijera que Samuel lo ungió, intuyó por los hombres que le seguían que El Señor lo hará líder. Para salvar a Nabal, dice que cuando sea el próximo rey, no tendrá que recordar una masacre. Al último, pide que David se acuerde de ella, como guiñándole un ojo, coqueteándole. Hay problemas con esta disculpa, primeramente, que insulta y falta el respeto a su marido, hasta insinuando que algo malo deba sucederle a Nabal. Luego, ella le ruega a David que se acuerde de ella, insinuando que sin la presencia de Nabal, ella estaría disponible para David. Continuamos con el texto, leyendo cómo David le contestó.

Has evitado que mate gente inocente el día de hoy

1 Samuel 25:32-35: David le respondió a Abigail:

—Alabado sea el SEÑOR, Dios de Israel, por haberte enviado a mi encuentro. Que Dios te bendiga por tu buen juicio. Has evitado que mate gente inocente el día de hoy. Tan cierto como que el SEÑOR Dios de Israel vive, si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, ni un solo hombre de la familia de Nabal hubiera visto el día de mañana.

Entonces David aceptó los regalos de Abigail, y le dijo:

—Vuelve en paz a tu casa. He escuchado tu petición y te la concederé.

Eres bella y sensata- me gustas

David expresa su tremenda gratitud a Dios y Abigail por prevenir que cometa este pecado que le cambiaría la vida, convirtiéndolo en un asesino. Es cierto que David mató a diez miles, pero los mató por El Señor, no los asesinó. Los enemigos de Israel eran enemigos de Dios, completamente corruptos y malvados.

En respuesta, David pronuncia una bendición sobre Abigail, bendiciendo su buen juicio para evitar una masacre. Por su respuesta, probablemente David cree que si algún día estuviera disponible, tendría una oportunidad con ella. David no se arrepintió de su ira con Nabal, tampoco dice que lo perdonó, aunque el texto dice que llamó a Nabal “gente inocente”.

Se cree el rey

Cuando Abigail regresó a casa, Nabal actuaba como si fuera el rey, dándose un banquete. Irónicamente, consumó las provisiones que David le pidió. Está borracho. No está arrepentido por su comportamiento. Sabiamente, Abigail escoge no interactuar con él mientras está intoxicado. Seguimos con la historia, leyendo qué le pasó a Nabal.

A Nabal le dio un ataque y quedó paralizado

I Samuel 25:36-38: Cuando Abigail regresó a casa, Nabal se estaba dando un banquete como rey. Estaba borracho y muy alegre. Abigail no le dijo nada de lo que había hecho hasta el día siguiente. En la mañana, Nabal estaba sobrio, así que su esposa le dijo lo sucedido. A Nabal le dio un ataque y quedó paralizado. Alrededor de diez días después, el SEÑOR hizo que Nabal muriera.

La venganza de Dios

Cuando Abigail le dijo a Nabal lo que hizo por David, él tuvo un ataque y se quedó paralizado. A lo mejor se sorprendió que su esposa actuara a sus espaldas. Pero su enfermedad parece ser causada por Dios como un castigo divino. El texto dice que unos diez días después del ataque, el Señor empeoró su condición y se murió. Abigail evitó que David respondiera al mal con el mal, y David reconoció que el Señor se había vengado por él, causando la enfermedad de Nabal y su muerte. Continuamos con la historia, leyendo la reacción poco apropiada de David cuando se entera de la muerte de su némesis.  

¿Se murió? ¡Alabado sea el Señor!

I Samuel 25:39: Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, dijo: «¡Alabado sea el SEÑOR! Nabal me trató mal, pero él me ha hecho justicia. El SEÑOR me impidió hacer el mal y ha hecho morir a Nabal por el mal que hizo».

No tuvo que matar a Nabal, Dios lo hizo

¿No es muy vengativo decir «¡Alabado sea el Señor! » al escuchar que Nabal se murió? Al final de esta historia, David le propuso matrimonio a Abigail, ella aceptó, y se fue a vivir con el futuro rey. Abigail tiene una actitud de sirviente, lista para ayudar y cuidar a David y sus hombres como pueda. Con mantenerse humilde y fiel, Dios rescató a Abigail de un matrimonio infeliz. Es posible que Abigail orara que Dios interviniera en su matrimonio; jamás hubiera pensado que ayudarla en su matrimonio terminaría en convertirse en la esposa del futuro rey.

Las muchas esposas de David

El texto no dice mucho sobre la mayoría de las esposas de David. Se casó con Ajinoán además que con Abigail. Mical todavía era su esposa, pero el texto dice que Saúl la había entregado a otro, un hombre llamado Paltiel, quizás un soldado de confianza. Pero, ¿Mical todavía amaba a David? David no era rey todavía, ¿Cómo se casó con tantas mujeres? ¿Esto no fue en contra de las instrucciones de Samuel? Sigue leyendo los próximos estudios para averiguar más sobre la historia de David, sus esposas, sus valientes, y su reinado de Israel.

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

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