Nabal el insensato casado con Abigail la sensata

¿Dónde está Dios en mi matrimonio infeliz?

En el previo estudio, mientras estaba cazando a David, Saúl paró en una cueva para aliviarse; era la cueva exacta donde David estaba escondiéndose con su hombres. Fue una prueba espiritual para David: ¿iba a matar al escogido de Dios, o dejar que Dios se encargara de Saúl? David eligió no matarlo. En este estudio vamos a conocer a Nabal, un insensato casado con Abigail, una mujer bella y sabia. David tendrá otra prueba espiritual: ¿va a asesinar a Nabal o dejar que Dios se encargue de él?  

El último juez se murió

Al comenzar el estudio, Samuel se murió; a pesar de no estar en una buena relación con Saúl, el texto dice que todo Israel se reunió para hacer duelo por él y enterrarlo en Ramá. ¿La masacre de los sacerdotes fue la razón de la muerte de Samuel? El texto no lo indica, pero sin duda, murió muy desilusionado con Saúl y con Israel por pedir un rey. Tenemos que preguntarnos, ahora que Samuel se murió, ¿quién escribió el resto del libro, y Samuel II? Según la tradición rabínica, los profetas Gad y Natán continuaron escribiendo el resto de I Samuel y el segundo libro del mismo nombre.

Nabal, el tonto tacaño

¿Jamás te parece que los malos son los que tienen dinero, posesiones, y un cónyuge atractivo? Entra Nabal; era un hombre rico, con una esposa bella y sabia, pero él era tacaño, ingrato, y tonto. Al abrir la historia, el texto dice que David y su banda se fueron al desierto de Maón. No sabemos si David conoció a Nabal o tan solo a sus pastores durante el tiempo que este futuro rey vagaba por el desierto con su banda de hombres. Comenzamos la historia con una introducción a Nabal.

La bestia y la bella

I Samuel 25:2-3: En Maón vivía un hombre muy rico que tenía 3000 ovejas y 1000 cabras. Se encontraba en Carmel haciéndose cargo de sus negocios y esquilando sus ovejas. Era de la familia de Caleb, y se llamaba Nabal. Su esposa se llamaba Abigail, que era una mujer bella e inteligente, pero Nabal era insolente y malo.

Insolente y malo con bella e inteligente

Según la tradición rabínica, es posible que Nabal no era su nombre. En hebreo, Nabal sígnica “tonto,”; a lo mejor fuera el apodo que le dieron por ser necio y malo. El texto dice que Nabal era un hombre muy rico, con 3000 ovejas y 1000 cabras. El texto dice que Nabal está haciéndose cargo de sus negocios y esquilando sus ovejas. Nos da una descripción muy apta: Nabal era insolente y malo, y su esposa Abigail era bella e inteligente. Aunque el texto no lo dice, sin duda Abigail era miserable en su matrimonio, pero seguía fiel a pesar de ser maltratada. En aquella época, los matrimonios eran arreglados; desafortunadamente, Abigail no tuvo otra opción más que casarse con el sapo que nunca se convertiría en príncipe.

Mientras estaban con los pastores de Nabal, David y su pequeño ejército los protegieron de los ataques filisteos tan comunes en esos días, además de animales salvajes y ladrones. Continuamos con el texto, leyendo el mensaje que David le envió a Nabal, prestando atención al tono amable y respetuoso del mensaje.

Que les des lo que tengas a la mano

I Samuel 25:5-8: Entonces envió a diez jóvenes para que hablaran con Nabal, diciéndoles: «Vayan a Carmel y llévenle un saludo de mi parte a Nabal, y díganle: “Que tú y tu familia, y todo lo que posees se encuentren bien. Por medio de tus pastores que han estado un tiempo con nosotros, me enteré que estás esquilando la lana de tus ovejas. Tratamos bien a tus pastores y nunca tomamos nada de ellos mientras se encontraban en Carmel. Puedes preguntarles a tus siervos y ellos te dirán que es cierto. Por lo tanto, te pido que recibas bien a mis jóvenes en este día de celebración, y que les des lo que tengas a la mano. Te lo pido por mí, tu amigo David”».

Terco y tacaño

David envió a diez jóvenes a Nabal para pedir comida. Se atrevió a hacer esta petición porque mientras sus pastores estaban pastoreando en el desierto con ellos, los protegieron; el texto dice que nunca les robaron ovejas ni comida. David le dijo a Nabal que, si no lo cree, que puede preguntarles a sus pastores. David le pidió que le diera lo que tenía a mano, nada especial. Viviendo huyéndose en el desierto no permitió que fueran selectiva con la comida.

Después de que los hombres de David le dieran el mensaje a Nabal, le insultó a su líder. Aunque Nabal tenía mucho, rehusó darles algo. Nabal estaba demasiado preocupado con acaparar las provisiones como para darse cuenta de que tenía la oportunidad de servir al futuro rey. Negarle provisiones era como negar que iba a ser el próximo rey.  Seguimos con la historia, leyendo la reacción necia de Nabal.

¿Quién es el hijo de Isaí?

I Samuel 25:9-11: Cuando los hombres de David llegaron, le dieron el mensaje a Nabal, pero Nabal los insultó, diciéndoles:

—¿Quién es ese David? ¿Quién es el hijo de Isaí? ¡Hoy en día, muchos esclavos escapan de sus amos! Tengo pan y agua, y también carne que preparé para los siervos que esquilaron las ovejas, pero ¡qué voy a compartir con gente que ni siquiera sé de dónde ha salido!

¿Futuro rey? ¡Mejor dicho un esclavo escapando!

Fue curioso que Nabal le llamara el hijo de Isaí. Saúl es el único quien lo llama así, y lo decía como un insulto, refiriéndose a que provino de nada, que era un pastorcito de ovejas antes de conocerlo. Para que le llamara el hijo de Isaí, tenía que saber quién era, hasta quien era su padre, revelando que era un mentiroso. Pero Nabal era aun más grosero, llamándolo un esclavo que escapó de su amo. No lo vemos preguntando a sus empleados para verificar la historia. Nabal no quiso compartir nada con este fulanito; si proveyó protección a sus pastores sin recibir pago, entonces David es el idiota.

Este pedido no debiera haberle sorprendido a Nabal. Por cierto, un buen empleador ya le hubiera recompensado sin pedírselo. Según la costumbre en aquel tiempo, los empleadores de pastores pagaban por la protección; les costaba mucho menos pagarlos que perder su ganado. David podría tomar las provisiones de los pastores por la fuerza, pero no era ladrón y las pidió con gentileza. En su necedad, Nabal inventó la narrativa de que David fuera un sirviente desleal de Saúl que abandonó a su amo y estaba pidiendo limosnas. Los hombres de David regresaron a su líder y le dieron la respuesta de Nabal. Leemos la reacción de David.

El sabio hace un juramento tonto sobre un tonto

I Samuel 25:12-13, 21-22: Los hombres de David regresaron y le dijeron a David lo que Nabal había dicho. Entonces David les dijo a sus hombres:

—¡Levanten su espada!

Así que David y sus hombres tomaron su espada. Alrededor de 400 hombres acompañaron a David, mientras 200 se quedaron cuidando las provisiones. David venía diciendo: «De nada me sirvió proteger las posesiones de Nabal en el desierto. Me aseguré que no se perdiera ninguna de sus ovejas. Sin embargo, me ha pagado bien con mal. Que el SEÑOR me castigue si dejo vivo un día más a uno solo de los hombres de la familia de Nabal». 

Jamás me faltará el respeto de nuevo

David no tiene que escuchar más. No ora, no pide que Abiatar le lleve el efod para consultar a Dios. En un momento de ira, les dijo a sus hombres que se fueran ahora mismo para vengarse de la arrogancia de Nabal. El texto dice que se fue con 400 hombres, un número bastante intimidante, y que 200 se quedaron a cuidar sus provisiones. Esa fue la misma reacción que sus hombres tuvieron cuando vieron a Saul en la cueva, pero David no les permitió asesinarlo.  No leemos que sus hombres trataron de calmarlo, al contrario, estaban listos para hacerle a este canalla pagar por el mal que les ha hecho. Esta es otra prueba espiritual: ¿lo asesinará, convirtiéndose en un malvado, o dejará que Dios se encargue de Nabal? Vamos a ver lo que sucede.

Las cosas están a punto de ponerse muy feo

Uno de los trabajadores le cuenta a Abigail cómo Nabal ha insultado a David y lo que está a punto de suceder. Especialmente en el mundo antiguo, el hecho de que un empleado habló con la esposa de su empleador en vez de directamente con él habla muy mal del carácter de Nabal.  Continuamos con la historia, leyendo el mensaje del trabajador para la esposa de su amo.

Era como si nos rodeara una muralla

I Samuel 25:15-17: Ellos nos trataron muy bien. Mientras pastoreábamos las ovejas en los campos, los hombres de David nos acompañaron todo el tiempo y nunca nos hicieron nada malo. Nunca nos robaron, sino que nos cuidaban de día y de noche. Era como si nos rodeara una muralla, nos protegían cuando estábamos con ellos cuidando las ovejas.  Piensa en esto y decide lo que hay que hacer. Nabal fue un insensato al decir lo que dijo. Se les viene un problema tremendo a nuestro amo y a toda su familia.

Mi amo es un idiota

El trabajador le dice a Abigail que su marido es un hombre sin valor y era inútil hablar con él. Abigail no lo toma como insulto porque sabe que es la verdad.

¿Qué acontecerá? ¿David matará a todos los hombres de la familia de Nabal? ¿Abigail intervendrá de alguna forma? No te pierdas el próximo estudio para averiguarlo.

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

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