David trae el cofre del Señor a Jerusalén
¿Por qué traer el cofre del Señor a Jerusalén?
En el previo estudio, David fue coronado rey de todo Israel, tomó el control de Jerusalén, se mudó allá, y derrotó a los filisteos. En este estudio, David va a traer el cofre del pacto a la capital, Jerusalén.
Recordamos que hace muchos años, los filisteos robaron el cofre de pacto y lo pusieron en uno de los templos de Dagón. Dios se enojó con ellos y les derramó su ira con una plaga de ratas y tumores muy dolorosos. Los filisteos lo devolvieron, dándoles a los israelitas ratas y tumores hechos de oro. Antes de hablar de llevar el cofre a Jerusalén, volvemos por un momento a I Samuel 7 para repasar lo que sucedió la primera vez que intentaron llevar el cofre y por qué no lo ha movido desde entonces.
¡Mira lo que llegó!
El cofre del Señor era un cofre de madera completamente cubierto de oro, hecho más que 400 años atrás, cuando Moisés fue el líder de los israelitas. Los filisteos pusieron el cofre del Señor en una carreta y lo siguieron hasta llegar al territorio israelita para asegurar que estuviera fuera del territorio filisteo. El texto en I Samuel 7 dice que los de Bet Semes estaban cosechando trigo cuando el cofre llegó. Al ver el cofre su alegría era tremenda; ¡la presencia de Dios había regresado! Algunas levitas descargaron el cofre. A pesar de lo costoso que era construir una carreta y que habrían podido usar las vacas para leche, los de Bet Semes cortaron la carreta en pedazos y ofreció las vacas como una ofrenda al Señor, algo que no debieran haber hecho por no ser sacerdotes ni estar en el tabernáculo. Comenzamos la historia, leyendo cómo los de Bet Semes pecaron tan pronto que recibieron el cofre del Señor.
Una celebración mortal
I Samuel 7:19-21: Cuando la gente de Bet Semes vio que volvía el cofre del pacto del SEÑOR, comenzó a festejar. Pero no había ningún sacerdote ahí para estar a cargo de la celebración. El resultado fue que Dios mató a 70 hombres de Bet Semes. La gente del pueblo sintió mucha tristeza y lloró porque el SEÑOR los castigó de manera tan dura. Dijeron: «¿Dónde hay un sacerdote que pueda cuidar este cofre? ¿No se lo podría llevar a otra parte?» Pero en Quiriat Yearín había un sacerdote, así que el pueblo de Bet Semes envió este mensaje a la gente de esa ciudad: «Los filisteos han devuelto el cofre del SEÑOR; vengan a llevárselo».
¡Llévalo a otro parte!
Como los filisteos, los de Bet Semes celebraron la llegada del cofre, pero cuando causó problemas, en vez de arrepentirse, querían que alguien se lo llevara. Los de Bet Semes tocaron el cofre, hasta miraron adentro; por lo tanto, Dios mató a 70 de los hombres presentes. Los de Bet Semes se pusieron muy serios de inmediato al ver el castigo, lamentando los muertos, pero no su desobediencia, pensando que el castigo fue demasiado duro por la infracción. Hicieron lo que debieron hacer al principio: llamaron a un sacerdote de otra parte, probablemente el sacerdote más cercano ahora que Elí y sus hijos estaban muertos. El sacerdote llegó a llevar el cofre del Señor, siguiendo las instrucciones del Señor. El texto dice que lo llevó a la casa de un hombre llamado Abinadab, y que allí permaneció por mucho tiempo. El hijo de Abinadab, Eleazar, fue preparado para cuidarlo.
Lo llevo a Jerusalén
Ahora, volvemos a David llevando el cofre del pacto a Jerusalén. El texto en 2 Samuel 6 dice que David reunió a 30000 de sus mejores soldados y partieron para la casa de Abinadab, donde el cofre todavía estaba. Comenzamos con la historia, leyendo porqué querían que el cofre regresara.
Está sentado en su trono sobre los querubines
2 Samuel 6:2: …para llevar allá el cofre de Dios sobre el cual se invoca el nombre del SEÑOR Todopoderoso quien está sentado en su trono sobre los querubines.
Quiero la presencia de Dios conmigo para siempre
Aunque Dios está por todos lados en todo momento, creían que la presencia de Dios se manifestaba sentado en su trono, la tapa del cofre del Señor, que tenía dos querubines adornándola. El texto dice que los soldados de David sacaron el cofre de la casa de Abinadab y la pusieron en una carreta nueva guiada por los hijos de Abinadab, Uza y Ajío. Vemos el error de David; Dios dijo que tan solo las levitas podrían tocar el cofre, pero no el cofre mismo, sino utilizando las varas designadas para el transporte por levitas del cofre. El texto no menciona las varas, así que a lo mejor lo tocaran acomodándolo en la carreta, algo totalmente prohibido por Dios. ¿Por qué fue prohibido tocarlo? Para mostrar lo sagrado que es Dios y lo pecaminoso que es el hombre, que al tocar el trono de Dios, manchamos el asiento de Él.
El texto dice que en el camino a Jerusalén, David y todos con él danzaban ante el cofre y le ofrecieron alabanza al Señor, cantando al son de liras, arpas, tambores, panderetas, címbalos. Pero, en el camino, lo inimaginable sucedió. Continuamos con la historia.
Los bueyes tropezaron
2 Samuel 6:6-8: …los bueyes tropezaron, haciendo caer el cofre de Dios, pero Uza alcanzó a sostenerlo antes de que se cayera. Sin embargo, la ira del SEÑOR se volvió contra Uza y lo mató por atrevido. Uza murió allí mismo junto al cofre. David se enojó porque el SEÑOR había atacado a Uza con tanta violencia…
¿Esto fue injusto?
Recordamos que el cofre del Señor ha permanecido en la casa de Abinadab por muchos años, años en que evidentemente nadie tocó el cofre, ni intentó mudarlo. Se supone que los hermanos supieran que aconteció anteriormente que causó que llevara el cofre a la casa de su padre. Tenemos que preguntarnos, ¿por qué David llevó un ejército en vez de unos cuantos levitas, designados por Dios en el transporte del cofre? David no tenía derecho enojarse con Dios; ellos no estuvieron siguiendo las leyes de cómo mudar el cofre, y desafortunadamente, pagaron el precio. Continuamos con la historia con lo que hicieron con el cofre del Señor.
Es mejor que no me lleve el cofre del SEÑOR
2 Samuel 6:9-12: Ese día David sintió miedo del SEÑOR y pensó: «Es mejor que no me lleve el cofre del SEÑOR». Así que no llevó el cofre del SEÑOR a la Ciudad de David, sino que lo llevó a la casa de Obed Edom de Gat. Allí permaneció el cofre del SEÑOR durante tres meses, y el SEÑOR bendijo a Obed Edom y a toda su familia.
Después, el pueblo le dijo a David:
—El SEÑOR ha bendecido a Obed Edom y a toda su familia porque el cofre está en su casa.
David se dijo a sí mismo:
—Voy a hacer volver la bendición a mi familia.
Así que David fue con mucha alegría y emoción, y llevó el cofre de la casa de Obed Edom a la ciudad de David.
Voy a hacer volver la bendición a mi familia
Según una nota de pie de la biblia, Obed Edom de Gat era un hombre de la tribu de Leví que vivía cerca de Jerusalén, y como levita, pudo cuidar del cofre; al contrario de su nombre, no era edomita ni de Gat, una ciudad en territorio filisteo. El texto no dice cómo El Señor les bendijo a Obed y su familia, pero no quiere decir que la bendición fuera material. A lo mejor trajo mucha paz y amor familiar al hogar. Pero a fin de cuentas, todos querían esta bendición. ¿Está mal querer la bendición de Dios? ¿No es suficiente que mandara a su hijo morir por nuestros pecados? Si, es suficiente, pero no está mal querer la bendición de Dios con tal de que la aceptemos, o sea, quizás la bendición de Dios no venga en la forma de una pareja hermosa, niños perfectos, una casa grande y mucho dinero. A lo mejor, la bendición de Dios venga de una forma inesperada, de pobreza y enfermedad que nos haga acercarnos a Dios de una manera que jamás tendríamos si todo fuera bien, como lo deseamos.
¿Qué cambió esta vez para que nadie muriera cargando el cofre? El texto en 2 Samuel 6 no detalla cómo cargaron el cofre, pero nos da una descripción de cómo David aprendió de la primera experiencia para hacerlo correctamente la segunda vez en el libro de I Crónicas 15, a continuación.
No lo consultamos en la forma que él había mandado
I Crónicas 15:11-15: Luego David se reunió con algunos sacerdotes y levitas. Los sacerdotes eran Sadoc y Abiatar. Los levitas eran Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab. En la reunión David les dijo: «Ustedes son los líderes y jefes de las familias de los levitas, así que purifíquense y hagan que todos los levitas se purifiquen ante Dios. Así podrán llevar el cofre del SEÑOR, Dios de Israel, al lugar que yo le preparé. Como ustedes no estaban con nosotros la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios se enojó con nosotros porque no lo consultamos en la forma que él había mandado».
Entonces los sacerdotes y los levitas se purificaron para poder llevar el cofre del SEÑOR Dios de Israel. Los levitas cargaron el cofre sobre sus hombros utilizando las varas, así como el SEÑOR había mandado por medio de Moisés.
Los levitas cargaron el cofre sobre sus hombros utilizando las varas
El texto dice que apenas avanzando seis pasos, David sacrificó un toro y un ternero. David no era un levita. Cuando Saúl ofreció sacrificios a Dios, fue castigado, pero a David no. ¿Cuál era la diferencia? El texto no especifica, pero quizás fuera porque David tenía el espíritu del Señor y lo que hacía le agradaba a Dios. La llegada del cofre fue un día de gran celebración. Continuamos con el texto, leyendo cómo David y el pueblo celebraron este momento tan esperado.
David empezó a danzar con toda energía ante el SEÑOR
2 Samuel 6:14-15: Vestido con un efod de lino, David empezó a danzar con toda energía ante el SEÑOR. David y el pueblo israelita llenos de alegría gritaban y tocaban la trompeta mientras llevaban el cofre del SEÑOR a la ciudad.
Estoy tan feliz y no me importa quien lo sepa
Vemos la razón por la cual David tenía el favor de Dios. No leemos que danza cuando ganó batallas, ni con los botines, ni con casarse, pero su alegría es tan fuerte que al llegar la presencia de Dios a Jerusalén, está encantado de alegría, danzando ante el Señor, sin importar lo que la gente piense de él. Quizás por tener el favor de Dios, le permita usar un efod de lino, algo que tan solo los sacerdotes usaban. Es curioso, porque el texto dice que se vistió con un efod de lino, ¿pero lo usó con algo más? Es posible que no llevara nada más que el efod de lino, y esto causara problemas con Mical, su primera esposa, lo cual veremos en el próximo estudio. Pero, fue más probable que llevara el efod de lino con ropa ordinaria, queriendo ser un peregrino, dejando la ropa real por un día.
El texto dice que cuando llegaron a la carpa que David había preparado para ser el nuevo hogar del cofre, David ofreció más sacrificios al Señor; otra vez el rey, y no un sacerdote, ofreció sacrificios que deben quemarse completamente. Después de ofrecer los sacrificios, él, y no un sacerdote, bendijo al pueblo en el nombre de Dios. Luego, el texto dice que repartió pan, una torta de uvas pasas y una torta de dátiles a todos los israelitas. Todos tenían la presencia de Dios y algo rico de comer; fue un día de celebración de verdad.
En camino a la carpa, ¿Qué cantaron? David escribió este salmo que quizás cantaran en el camino. Notamos que David reza a Dios y luego Dios le contesta.
Salmo 132
Canto para los peregrinos
SEÑOR, acuérdate de David y de todo lo que sufrió; acuérdate de la promesa que él hizo al SEÑOR; al poderoso Dios de Jacob: «No entraré a mi casa, ni me acostaré en mi cama; no me voy a dar descanso; no voy a pegar los ojos ni un momento, hasta que no encuentre un lugar para el SEÑOR, para el templo del poderoso Dios de Jacob». Nosotros escuchamos eso en el templo santo de Efrata; encontramos el Cofre Sagrado en Quiriat Yearín. Vamos a la Carpa Sagrada; postrémonos a sus pies. SEÑOR levántate, ven al lugar donde descansarás tú y el cofre que muestra tu poder; que tus sacerdotes se revistan de victoria y tu pueblo fiel lo siga cantando de alegría. Por amor a David, tu siervo, no rechaces a tu rey elegido.
El SEÑOR le hizo una promesa firme a David, de la cual no va a retractarse: «Pondré en tu trono a uno de tus descendientes. Si tus hijos mantienen mi pacto y las leyes que les enseñaré, también los descendientes de ellos ocuparán tu trono para siempre». El SEÑOR eligió a Sion como el lugar para su templo; quería que allí estuviera su hogar. «Este será mi lugar para siempre; he decidido poner mi trono en este sitio.
Bendeciré a esta ciudad con abundancia de alimentos; hasta los pobres tendrán alimento suficiente. A los sacerdotes los vestiré de victoria y los que te son fieles gritarán de alegría. En este lugar renacerá el poder de David; mantendré viva la llama de mi rey elegido. Llenaré de vergüenza a sus enemigos, pero él llevará su corona resplandeciente».
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Pero no todos estaban contentos. El texto dice que Mical, la primera esposa de David no estaba nada contenta con lo que David acaba de hacer. En el próximo estudio, echamos un vistazo a Mical y su falta de relación con Dios y con el Rey David.