David y Mical se casan

Un intercambio de novias y una dote asquerosa

En el estudio anterior, Jonatán y David entablaron una muy buena amistad, David formó parte integral del ejército, y Saúl intentó matarlo dos veces. En este estudio, Saúl le prometió a David casarse con Merab, pero terminó dándole a Mical después de pedir la dote más asquerosa imaginable. Es una historia fascinante que no vas a querer perder.

Como no pudo matarlo, el texto dice que Saúl mandó a David lejos a ser el comandante de 1000 soldados, con la esperanza de que se muriera en batalla. Desde que El Señor estaba con David, lo protegía y tenía éxito en todas las batallas, ganando aún más el favor de los soldados y el pueblo. Cada vez que regresó de una batalla, las mujeres salían a la calle cantando «¡Saúl mató a miles, pero David mató a diez miles!»

Su fama crecía como el miedo de Saúl de que este joven usurpara su reino. Al ver el éxito y favor de David, se le ocurrió una idea a Saúl de cómo lidiar con este pastor de ovejas. Comenzamos con la historia, leyendo la trampa que le puso a David.

Cásate con Merab y muérete

I Samuel 18:17-18: Saúl quería matar a David y se le ocurrió ponerle una trampa, diciéndole:

—Aquí tienes a Merab, mi hija mayor. Cásate con ella y así te convertirás en un soldado poderoso. Serás como un hijo para mí. Luego irás y pelearás las batallas del SEÑOR.

En realidad, Saúl pensaba: «Así no tendré que matar a David yo mismo, sino que lo matarán los filisteos». ero David dijo:

—Yo no me puedo casar con la hija del rey. No vengo de una familia importante ni tampoco soy importante.

No soy nadie para casarme con una princesa

Recordamos que Saúl le prometió al soldado que mató a Goliat casarse con una de sus hijas, y como Merab era la mayor, era la elección natural. ¿Cómo cumplir con su promesa era una trampa para David? Por la ley de Moisés, los hombres recién casados no salían con el ejército por un año; tenían que quedarse con su esposa, haciéndola feliz por el primer año. Pero en vez de seguir la ley, Saúl le dijo que después de casarse con Merab, se convertirá en un soldado poderoso. ¿Cómo? En vez de quedarse con ella por el año requerido, de inmediato se marcharía a luchar con los filisteos, y ellos, no él, lo matarían. Vemos la hipocresía en Saúl: no le importó la felicidad de su hija mayor, no le importó perder a su mejor soldado, ni le importó seguir la ley, aun siendo el rey quien debía ser un modelo ejemplar de seguir la ley.

En vez de sentirse merecedor del honor de ser el yerno del rey, David negó la propuesta, diciendo que no era nadie importante, aun sabiendo que fue ungido, que era el mejor soldado del régimen, y que Dios le regaló El Espíritu del Señor. El texto no dice cómo Saúl reaccionó, pero en vez de darle Merab a David, la entregó a Adriel de Mejolá.

Saúl tenía otra hija, Mical. De alguna forma, Saúl se enteró que Mical estaba enamorada de David. Continuamos con la historia, leyendo cómo Saúl pensó usar los sentimientos de Mical para atrapar a David.

Atraparé a David por medio de Mical

I Samuel 18:20-21: Mical, la otra hija de Saúl estaba enamorada de David. Cuando Saúl lo supo, le agradó la noticia, y pensó: «Atraparé a David por medio de Mical. Se la daré en matrimonio y luego dejaré que los filisteos lo maten». Así que Saúl habló con David de nuevo:

—Puedes casarte con mi hija hoy mismo.

¿Quieres casarte con Merab, digo Mical?

¿Pensó David que Saúl trató de atraparlo, o cumplir con la recompensa por matar a Goliat? El texto no dice, pero por su cautela, y por el espíritu maligno que sabía que influenciaba a Saúl, puede ser que David sospechó que era una trampa. Probablemente David tenía muy poco trata ni conversación con Mical y aunque ella creyó amarlo, no lo conocía, sino estaba encaprichada con la idea de él, tan apuesto, tan valiente, con una voz tan bonita, con manos tan suaves y hábiles al tocar la arpa. A Saúl no le importaron los sentimientos de Mical, sino que la usó como una marioneta para atrapar a David. Pero David tampoco aceptó casarse con Mical; el rey exigió a sus oficiales convencerle de que debería casarse con la joven. Le hablaron en privado, diciéndole lo mucho que el rey lo apreciaba. Quizás pensaron que David merecía casarse con la princesa, y creían que Saúl realmente lo apreciaba. Continuamos con la historia, leyendo la respuesta de David y la solución de Saúl.

No soy más que un hombre común y corriente

I Samuel 18:23-25: Los oficiales hablaron con David, pero él contestó:

—¿Creen que es muy fácil ser yerno del rey? Yo no soy más que un hombre común y corriente.

Los oficiales le dijeron a Saúl lo que David había dicho. Saúl les dijo:

—Díganle a David que el rey no quiere que pague dinero por su hija. Saúl sólo quiere vengarse de sus enemigos, así que pide 100 prepucios de filisteos para darte su hija en casamiento.

Saúl pensaba en secreto que los filisteos matarían a David. 

Una dote asquerosa

En ese entonces, era costumbre que el novio pagaba una dote al padre de la joven como una cuenta de ahorros en caso de que se muriera, dejando a la viuda con algo de dinero que la mantendría hasta que volvió a casarse o si tenía un hijo, que él podría mantenerla. Mical era la hija del rey; estaba acostumbrada a una vida mejor y más lujosa que las otras mujeres de Israel y requería una dote más grande de costumbre. ¿El hecho que mató a Goliat y salvó a Israel no fue suficiente? Aunque era el mejor soldado de Israel y mató al gigante, David no tuvo nada; era un pobretón. Saúl le comunicó que no se preocupara, que lo único que quería como dote era 100 prepucios filisteos.

¡Qué dote más asquerosa y extraña! Quizás aún más extraña era la reacción de David; el texto dice que se puso contento al saber qué quería el rey y en seguida se marchó con sus soldados para obtener la dote.  Con un pequeño grupo de hombres, mataron a 200 filisteos, circuncidando a cada uno, añadiendo su prepucio a una bolsa sangrienta. ¿Por qué David mató al doble del número requerido? Después de dos atentados contra David, creo que mató 200 filisteos para mostrar su lealtad total al rey. Por luchar en tantas batallas, sabemos que David no tenía miedo al ver la sangre, pero esa tarea requería nervios de acero y un estómago fuerte.

¿Por qué no pedir las cabezas en vez de algo tan personal? La circuncisión era un mandato de Dios tan solo para los israelitas, para separarlos de los paganos, para mostrar en sus propios cuerpos que no eran como los incircuncisos. Sabemos que mató a todos porque cualquier filisteo jamás se sometería a la circuncisión si estuviera vivo; la circuncisión era el insulto más grande para un filisteo. Saúl inventó esa dote de modo que el odio por David de los filisteos creciera tanto que darían cualquier cosa por verlo muerto.

¿David amaba a Mical?

¿David amaba a Mical? Por aceptar esta misión, pensaría que sí, la amaba, pero como leeremos más adelante, parece que no la quería, sino que también la usó como una marioneta. Al asombro del rey, David y su banda de hombres volvieron, entregando a Saúl los 200 prepucios. Nunca pensó que volvería, que jamás tendría que ver una bolsa sangrando de prepucios. Además, regresaron riéndose de cómo atraparon los filisteos, cómo uno de los soldados casi vomitó la primera vez, cómo el enemigo era más sucio de lo que imaginaban. Sin duda, ahora los filisteos lo odiaban; además de matar a su campeón Goliat, avergonzó a los 200 filisteos que mató, haciéndolos como los hebreos. Como no le quedó de otra, Saúl le entregó a su hija Mical a David y se casaron. Como veremos, no vivían felices para siempre, su matrimonio duró muy poco. El texto dice dos veces que Mical amaba a David pero nunca dice que él le correspondía.

La historia termina con Saúl temeroso de su nuevo yerno, y David luchando contra los filisteos, siempre derrotándolos, aumentando aun más su fama. En el próximo estudio, Saúl intentará matar a David de nuevo y Mical lo ayudará a escapar.

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