Jonatán ama a David y Saúl quiere matarlo

Un mejor amigo, un rey envidioso, y un atento contra David

En el previo estudio, David derrotó al gigante Goliat, decapitándolo y ganando la confianza del rey Saúl. En este estudio, Jonatán y David se harán mejores amigos, David formará parte integral del ejército, y Saúl atentará contra la vida de David.

Cuando la historia se abre, David acaba de matar a Goliat y los soldados israelitas estuvieron persiguiendo a los filisteos quienes huyeron. David acaba de hablar con Saúl, recibiendo su profundo agradecimiento. Desde ese día, David ya no regresó a la casa de sus padres, sino que se quedó con el rey; el pastorcito de ovejas se convirtió en el soldado más ilustre de todo Israel. Después de matar Goliat, Jonatán, el hijo mayor del rey, se quitó el manto, el uniforme, la espada, el arco y el cinturón, y se los dio a David. Jonatán debiera haber sido envidioso de David, pero lo amaba. Comenzamos la historia, leyendo el amor de Jonatán por David, un amor sobrenatural que ayudará a David ser entrenado como el próximo rey en vez de tener que luchar contra el heredero natural del reino.

Dos valientes hombres de Dios

I Samuel 18:1,3-4: …Jonatán empezó a entablar una buena amistad con David. Lo quería como a sí mismo… Jonatán y David hicieron un pacto porque Jonatán lo quería como a sí mismo.  Jonatán se quitó el manto que llevaba y se lo dio a David. También le dio todo su uniforme, hasta su espada, su arco y su cinturón.

Jonatán y David hicieron un pacto

El texto no provee detallas de este pacto, pero más adelante leeremos otro pacto que hicieron. Escolares bíblicos estiman que tenía alrededor de cinco años más que David. Los dos tenían varias cosas en común: Jonatán también era valiente, atacando a los filisteos con la ayuda de su escudero, y ambos eran hombres con mucha fe en Dios. Aunque Jonatán era un príncipe, era tan humilde como David. A diferencia que su padre, Jonatán no temaba a David, sino lo amaba como a sí mismo, protegiéndolo de la ira de su padre. Hay críticos que dicen que David y Jonatán mantuvieron una relación homosexual. Por la cercanía y amor que Dios tenía con David, sabemos que eso es nada más una invención de los críticos y que su relación no era inapropiada.

¿Por qué hicieron un pacto al conocerse? Jonatán se quitó su uniforme de príncipe, el manto, la espada, el arco y el cinturón, dándole a David su posición de príncipe. Más adelante, Jonatán declarará que David, y no él, será el próximo rey; en este primer encuentro, Jonatán ya lo reconoció, aun sin decir nada a su padre. Creo que Dios usó a Jonatán, para darle a David un aliado en vez de un enemigo. David era el más joven de sus hermanos, y por la forma en que el mayor le habló en el capítulo anterior, probablemente no se llevaron muy bien. Jonatán era su mejor amigo. Como Saúl le llevaría a muchas batallas, a lo mejor era Jonatán quien le enseñó a David como luchar con una espada y escudo. Sin duda, David entrenó bajo la dirección de Abner, el comandante del ejército de Saúl.

El texto dice que en cada batalla que peleaba, David tenía éxito. Rápidamente, lo puso a cargo de los soldados, algo que muchos esperaban años sin lograr. Les agradaba a todos, incluso a los oficiales del ejército, y su fama creció. Cuando Saúl regresó de una batalla, mujeres israelitas lo encontraron en la calle, bailando y cantando su gloria. El texto dice que una vez que David regresó de derrotar a los filisteos, las mujeres lo recibieron cantando la gloria de David. Continuamos con la historia.

Saúl mató a miles

I Samuel 18:6-8: Cuando David regresó de matar al filisteo, las mujeres de los pueblos de Israel salieron cantando y danzando a recibir al rey Saúl. Gritando tocaban panderetas y liras, y exclamaban:

«¡Saúl mató a miles, pero David mató a diez miles!»

Eso no le gustó nada a Saúl y se enojó muchísimo. Pensaba: «Las mujeres le dan crédito a David por unos cuantos miles, sólo les falta que le den el reino mismo». 

Pero David mató a diez miles

Imagina por un momento ser el Rey Saúl, regresando con su ejército después de otra batalla con los feroces filisteos. Lesionado y sudando, hambriento y cansado, vuelve a Gilbea, su hogar. Ha notado que ahora que el joven David le acompaña, ha ganado todas las batallas. Al llegar cerca de la ciudad, una fila de mujeres los encuentra, bailando y cantando, tocando panderetas y liras. Esto le agrada al rey al principio, pero luego escucha su canción: «¡Saúl mató a miles, pero David mató a diez miles!» Le da rabia- ¿Cómo podrían mencionar a este arpista con más respeto y honor que al rey? Aunque no dice nada a nadie, tiene presente que Dios le abandonó, y lo sabe bien. ¿Dios está con este joven, este que tuvo el coraje matar a Goliat, este que parece ser intocable, aun en las batallas más peligrosas, hasta parece divertirse luchando? ¿Dios iba a darle su reino, su trono, su corona? No puede ser, Él le eligió, ¿o no?

Desde que regresaron de luchar contra los filisteos, Saúl no pudo sacar estos pensamientos de la mente y lo miraba con recelo. Y al colmo, David ni parecía afectado por la canción. La escuchó y se rio, maneando la cabeza, y luego tomó su lugar a la mesa, recogiendo su arpa y tocando otra canción dolorosamente bella al rey, palabras del Señor mismo. Pero al rey, no le pareció divertido para nada. Continuamos con la historia, leyendo como para David, la casa de Saúl era más peligrosa que el campo de batalla.

Saúl andaba como un loco

I Samuel 18:10-11: Al día siguiente, un espíritu maligno de parte de Dios se apoderó de Saúl, haciéndolo actuar en su casa como loco. David tocó el arpa como de costumbre. Pero Saúl tenía una lanza en la mano y pensó: «Lo clavaré en la pared». Saúl lo intentó dos veces, pero en ambas ocasiones David saltó y esquivó la lanza.

Saltando y esquivando para salvarse la vida

Recordamos que Dios le envió este espíritu malo, pero parece que Saúl tenía momentos lúcidos, sin la influencia de él. ¿El espíritu le entró y lo controló? Normalmente, los demonios no toman posesión de la gente, sino promulga su influencia sobre ellos, pero posiblemente ese lo tomara posesión. El texto dice que el espíritu lo hizo actuar como un loco; quizás además de perseguir e intentar a matar a David, se movía con movimientos repentinos, gritaba, lanzaba cosas, y comenzaba peleas sin sentido. Sin duda, la familia de Saúl y sus soldados notaron el cambio en la actitud de Saúl, quizás hasta su rostro cambió, lleno de ira y agitación, totalmente enfocado en eliminar a David. A susurros, la familia le hablaba a sus espaldas. ¿Qué podrían hacer? Saúl era el encargado de todo, pero ya no era confiable. Tenían miedo de él.

Es fácil imaginar que el espíritu malo le hiciera más fuerte, echándole la lanza con fuerza y precisión. Protegido por El Espíritu del Señor, como de película, hasta con el arpa en las manos, David saltó y esquivó la lanza. David no tomó la lanza y la echó en defensa propia; sabía que Dios estaba con él, pero tenía miedo de Saúl. El hecho de que David lo perdonó, volviendo a tocarle la arpa, habla volúmenes de su carácter y la fuerza de El Espíritu del Señor en él.

Con el corazón palpitando, David escapó de la presencia del rey.

Estaba tocando el arpa cuando le echó la lanza. ¿Por qué no logró calmarlo esta vez? ¿Adivinó que Samuel lo ungió? El texto dice que Saúl sabía que El Espíritu de El Señor ya no estaba con él, sino con David; nadie tuvo que decírselo a Saúl. Se sentía diferente, ya no se preocupaba por el pueblo, lo cual veremos más y más en los próximos capítulos.

En el próximo estudio, Saul le prometerá a David casarse con Merab, pero le entregará Mical después de pedirle quizás la mas asquerosa dote de todos los tiempos.

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