¿Quién era Jezabel?
Desigualdad en el matrimonio
En esta devocional vamos a observar las dificultades que existen en un matrimonio desigual y porque no debemos casarnos con los no cristianos. Vamos a explorar más al fondo los siguientes puntos: La mala influencia que Jezabel tiene en la vida de Acab y en Israel, la frustración de Jezabel con su marido débil y inmaduro, el problema de la esposa siendo la lidera de la pareja, cómo ella lucha contra Dios.
El texto proviene de I y II Reyes:
I Reyes 16:31: No fue suficiente con que Acab cometiera los mismos pecados que Jeroboán hijo de Nabat había cometido, sino que además se casó con Jezabel hija de Et Baal, rey de los sidonios. Entonces Acab comenzó a servir y a adorar a Baal.
I Reyes 18:4: En un momento que Jezabel decidió terminar con los profetas del SEÑOR, Abdías tomó 100 profetas y los escondió en dos cuevas, 50 en cada una, y les daba agua y alimentos.
I Reyes 19:1-2: El rey Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho, incluso como Elías había matado a todos los profetas a espada. Así que Jezabel mandó un mensajero a Elías diciendo: «Te aseguro que mañana a esta hora te mataré, tal como mataste a esos profetas. Si no tengo éxito que me castiguen los dioses».
I Reyes 21:4-16: Así que Acab regresó a casa furioso y de mal humor, porque no le había gustado lo que le había dicho Nabot, el hombre de Jezrel, quien dijo que no le iba a dar la tierra que había heredado de su familia. Acab se acostó y no quería ver a nadie ni comer nada.
Jezabel, la esposa de Acab, entró a verlo y le preguntó:
—¿Por qué estás tan enojado? ¿Por qué te niegas a comer?
Acab le contestó:
—Yo le pedí el viñedo a Nabot, el hombre de Jezrel. Le dije que le pagaría un buen precio, o si él prefería, le daría otro viñedo. Pero Nabot no quiso darme el viñedo.
Jezabel le contestó:
—¡Pero si tú eres el rey de Israel! Levántate y come algo, que yo me voy a encargar de conseguirte el viñedo de Nabot. Así te sentirás mejor.
Entonces Jezabel escribió algunas cartas como si fueran de Acab y las selló con el sello real. Entonces se las mandó a los ancianos líderes y a los hombres importantes que vivían en la aldea de Nabot. En la carta ella escribió:
«Anuncien que habrá una reunión para proclamar un día de ayuno. Pongan en el lugar de honor a Nabot. Busquen algunos sinvergüenzas que estén dispuestos a decir que Nabot habló en contra del rey y en contra de Dios. Entonces sáquenlo de la reunión y mátenlo a pedradas».
Así que los ancianos líderes y hombres importantes de Jezrel obedecieron el mandato. Los líderes anunciaron que habría una reunión para proclamar un día de ayuno. A Nabot lo pusieron en un lugar especial ante el pueblo. Entonces dos hombres dijeron que Nabot había hablado en contra de Dios y en contra del rey. Por eso el pueblo sacó a Nabot de la ciudad y lo mataron a pedradas. Entonces los líderes ancianos mandaron un mensaje a Jezabel, que decía: «Nabot fue matado a pedradas».
Cuando Jezabel escuchó que Nabot había muerto a pedradas, le dijo a Acab: «Nabot ha muerto. Ahora ve y toma posesión del viñedo que tú querías». Así que Acab fue al viñedo y tomó posesión de él.
II Reyes 9:30-36: Jehú se acercó a Jezrel, y Jezabel se enteró de las noticias. Se maquilló los ojos, arregló su cabello y se asomó por la ventana. Cuando Jehú entró en la ciudad, Jezabel le dijo:
—Hola, Zimri. Al igual que él, mataste a tu amo.
Jehú miró hacia la ventana y dijo:
—¿Quién está de mi lado? ¿Quién?
Entonces se asomaron dos o tres eunucos, y Jehú les dijo:
—¡Arrojen a Jezabel!
Entonces los eunucos arrojaron a Jezabel por la ventana. La sangre de Jezabel salpicó las paredes y los caballos pisotearon su cuerpo. Entonces Jehú entró en la casa para comer y beber, y dijo:
—Ahora encárguense de esa maldita mujer y sepúltenla, porque al fin y al cabo era hija de un rey.
Cuando los hombres salieron a sepultar a Jezabel, no encontraron su cadáver. Sólo encontraron el cráneo, los pies y las palmas de sus manos. 36 Le comentaron esto a Jehú, quien les dijo:
—El SEÑOR le había dicho a su siervo Elías el tisbita: “Los perros se comerán el cuerpo de Jezabel en Jezrel”.
Comentario
Acab, rey de Israel, tiene un matrimonio arreglado con Jezabel, una princesa fenicia. Como el rey de Sidón, Et Baal, el padre de Jezabel, también era el sumo sacerdote de Astarté, la diosa de la guerra y la sexualidad.
Malos comienzos
Con este matrimonio, Acab comienza a servir y adorar a Baal. La adoración de Baal y Astarté se involucra orar a los dioses en un altar o santuario resucitado por ellos, quemar incienso, beber libaciones para ellos y sacrificar alimentos, objetos de valor, animales y, a veces, niños.
Mala reputación
El nombre de Jezabel ha sido sinónimo con la prostitución y lascivia, pero no hay ningún texto bíblico que indique que ella participara en ninguno de los dos. Sin embargo, la adoración de Astarté a menudo implicaba visitar a prostitutas en su templo. El texto no dice esto, pero es posible que como hija del rey, Jezabel fuera una sacerdotisa del templo de Astarté, tal vez participando en un ritual conocido como "sexo sagrado," como parte de la adoración de Astarté, o sea, las sacerdotisas tenían relaciones con desconocidos por una donación al templo.
Matrimonio político
Este matrimonio sirve a un propósito político. Jezabel no eligió convertirse en reina de Israel. Es plausible que ella hubiera preferido quedarse en Sidón, casándose con alguien de su propia cultura y religión. Ella parece frustrada con Acab; el texto describe a un rey inmaduro. Cuando no se sale con lo suyo, llega a casa enojado y resentido, quejándose con su esposa. Jezabel es una líder poderosa, mucho más influyente que su esposo, que se hace cargo y resuelve problemas.
En ese entonces, Israel estaba dividido entre aquellos que deseaban adorar a Dios y aquellos que querían ser como sus vecinos politeístas. En vez de ser una buena influencia con su esposa, presentándola al verdadero Dios, Acab participa en servir a sus dioses.
Mientras Jezabel comete actos atroces durante su reinado, probablemente hace lo que cree que es lo correcto: matar a los sacerdotes que amenazan sus creencias religiosas y promover a los dioses en los que cree.
Marido inmaduro
Es probable que Acab se siente indefenso y abrumado cuando le cuenta de las ejecuciones y quizás teme cómo va a reaccionar. Después de que Elías mata a los profetas de Baal, es Jezabel quien le envía la noticia de que lo va a matar. Quizás se da cuenta de que luchar contra Dios es inútil, pero está más preocupado por continuar su reino con herederos.
Mala mujer
Jezabel toma el control y tal vez sin darse cuenta (o preocuparse) de que está tratando de luchar contra Dios, promete matar a Elías. A pesar de que Elías fue testigo de la presencia de Dios ese día, su amenaza lo aterroriza, y él huye.
Cuando Acab no consigue el viñedo que quiere, actúa como si fuera un niño: se acuesta y se niega a comer. Jezabel le pregunta a Acab:--¿No eres tú el rey de Israel? Debiera ser frustrante para Jezabel tener un esposo tan inmaduro, o tal vez no le importa porque su pasividad le permite hacer las cosas a su manera. Rápidamente devisa un plan de cómo obtener lo que su marido quiere y esto nos recuerda de una madre pacificando a su hijo.
Jezabel escribe cartas en nombre de Acab; tiene su sello oficial y no hay nada que ella no pueda lograr con su firma y sello. Y así, por un viñedo envía a un hombre inocente a su muerte. En su perspectiva, como gobernantes, estaban por encima de la ley y podían hacer lo que quisieran. Es fácil imaginar que esta no es la primera vez que Jezabel se hace cargo, firmando leyes y declaraciones que el rey no habría firmado por su cuenta. No leemos que Acab haga nada para prevenir las actividades perversas de su esposa.
Jezabel no solo arregla la muerte de Nabot, sino que también es ella quien es notificada cuando se muere. Entonces, le dice a su marido que se apresure y confisque el viñedo. El plan de Dios para el matrimonio es que el esposo es el líder y el jefe espiritual de la familia. Cuando esta dinámica está desequilibrada, o la mujer rechaza su liderazgo, se producen todo tipo de problemas relacionales. Jezabel no respeta la autoridad de Acab; no la vemos consultando con él, pidiéndole perspicacia y perspectiva, ni la pareja tomando decisiones juntos.
Rey distraído
No sabemos si Acab quiere entrar en su papel de rey, pero a lo mejor no vea la necesidad con una reina tan eficiente y poderosa. Tal vez no tener que tomar decisiones reales era un alivio para él, por lo que podía concentrarse en continuar su linaje con su harén; ¡tuvo 70 hijos!
Cuando Jehu, el nuevo rey, llega a Jezreel, Jezabel sabe que su muerte es inminente. Ella se maquilla los ojos y se peina. No sabemos si los eunucos de Jezabel actúan por miedo a Jehú o por odio a su dueña, pero su propia gente la mata. Ella quiere lucir bien en la muerte, sin darse cuenta de que nadie la verá, ya que su cuerpo será devorado, precisamente como Dios declaró.
Para procesar:
Desde tu perspectiva, ¿cuál crees que es el principal problema en el matrimonio de Acab y Jezabel?
¿Cómo puedes ser una esposa poderosa y aun así someterte a tu esposo, asegurando que él sea el líder espiritual?
¿Cuál es el ídolo en tu relación con Dios que amenaza con tomar tu enfoque y devoción?
¿Has asumido alguna responsabilidad en tu relación marital que debería ser responsabilidad de tu esposo? Si es así, ¿qué puedes hacer para cambiar eso?
¿No somos como Elías? Vemos a Dios yendo delante de nosotros, luchando nuestras batallas, y luego cuando hay una amenaza o algo no va de acuerdo con nuestros planes, tratamos de huir en vez de poner nuestra fe en Él. Describe una vez que viste a Dios luchando tus batallas por ti. ¿Cómo te sentías?