El asesinato de Rey Isbaal
Un asesinato y dos canallas torturados
En el previo estudio, al saber que Abner estuvo con David y que este le dio un banquete en vez de arrestarlo, Joab asesinó a Abner. David les maldijo a Joab y a toda su familia y les instruyó lamentar la muerte del general Abner junto con todo Israel. En este estudio, dos soldados van a asesinar a Isbaal, esperando una recompensa de David.
El mando militar pasó a dos hermanos malvados
Cuando la historia se abre, Rey Isbaal acaba de enterarse de la noticia del asesinato de Abner. El texto dice que la noticia le quitó las ganas de pelear. ¿De pelear para qué? Quizás hasta por vivir, pero seguramente le quitó las ganas de pelear por ser el rey. Fue Abner y no una decisión propia que le puso al trono. Sin Abner, no sabía nada de estrategia militar ni de tomar decisiones del estado, ni de cómo hablar con los ancianos de Israel. Como no sabía nada del ejército, el mando militar pasó a dos hermanos, Recab y Baná, de la tribu de Benjamin, la misma a la que Saúl y Isbaal pertenecían. El texto dice que eran capitanes de las fuerzas de asalto, un hecho que tendrá importancia más adelante en la historia. El texto nos da un detalle muy importante: en algún tiempo anterior, la gente de estos hermanos huyó a una ciudad llamada Guitayin. En la biblia, una nota al pie es que Guitayin se ubicó en territorio filisteo. Creciendo allí, Recab y Baná aprendieron de los filisteos a revolcarse en violencia, mentiras, y avaricia.
Fue un asesinato planeado. Fueron a la casa de Isbaal al mediodía, la parte más calurosa del día cuando sabían que iba a tomar una siesta. Si hubiera un protector en la casa, confiaría en ellos por su posición de autoridad y los dejaría entrar. Fingieron buscar trigo en la casa, pero fueron a la recamara de Isbaal. Allí lo apuñalaron en el vientre y lo decapitaron. Luego se escaparon con la cabeza sin que nadie los detuviera. Comenzamos la historia leyendo el asesinato sangriento de Isbaal, y qué hicieron después.
Lo mataron mientras estaba descansando en su habitación
II Samuel 4:7-8: Hirieron a Isbaal a puñaladas y lo mataron mientras estaba descansando en su habitación. Luego le cortaron la cabeza y después de viajar toda la noche por el valle del Jordán, se la entregaron a David en Hebrón, y le dijeron:
—Aquí tiene la cabeza de su enemigo Isbaal. Era hijo de Saúl el que quería matarlo a usted, pero el SEÑOR ha castigado hoy a Saúl y a su familia por lo que le hicieron a usted.
Isbaal no era una amenaza para nadie y eso fue un problema
¿Por qué no Recab y Baná no fueron leales a Isbaal? Vieron a Abner como la autoridad verdadera y cuando este hizo un pacto con David y luego murió, no sintieron ninguna lealtad hacia Isbaal. El texto ni dice que fue Isbaal quien eligió a estos dos canallas para dirigir el ejército. Aunque es un impedimento para que David tome el trono de todo Israel, Isbaal es un personaje lamentable. A lo mejor no fuera sorprendido por el ataque en el sentido que sospechara que después de la muerte de Abner, sabía que sus días estaban contados. Probablemente no tuviera entrenamiento militar y por lo tanto no murió en la última batalla contra los filisteos. Ahora con su único aliado muerto, sabe que su vida corre peligro. No es una amenaza para David; es como un chico mimado que acaba de convertirse en huérfano, sin las alas que siempre le cobijaba. Aunque es el rey, duerme una siesta durante la parte más calurosa del día en vez de lidiar con los muchos problemas del estado.
Su asesinato nos hace recordar del asesinato de Abner con la puñalada en el estómago, pero van más allá de lo que Joab hizo. El texto dice que lo mataron a puñaladas, quizás tomando turnos para apuñalarlo, lo cual nos dice que ya murió, pero aun muerto, estos malvados siguieron a destruir el cuerpo. Y van aún más allá; después de matarlo, lo decapitaron, como los filisteos hicieron con su padre. Como David viajó con los 200 prepucios filisteos, los hermanos viajaron toda la noche con la cabeza sangrienta de Isbaal. Triunfante, se la entregaron a David en Hebrón, listos para una recompensa enorme. Tenemos que preguntarnos dónde han estado durante los últimos dos años. ¿No sabían del castigo que David le dio al amalecita quien afirmó matar a Saúl y le entregó su corona y brazalete? ¿No sabían que David lamentó la muerte de Saúl y la del general Abner? Nos hace pensar que eran muy tontos o simplemente de algún modo, no sabían que David no pensó en Isbaal, ni en Saúl, ni en Abner como enemigos. Cuál sea su situación, David va a corregir su forma de pensar. Continuamos con la historia leyendo como David respondió al asesinato.
No seguirán con vida
II Samuel 4:9-11: Pero David les respondió a Recab y a su hermano Baná:
—Tan cierto como que vive el SEÑOR, quien me ha librado de todos mis problemas, que no seguirán con vida. Ya una vez antes alguien pensó que me traía buenas noticias, y me dijo: “Saúl está muerto”, pero yo agarré a ese hombre y lo maté en Siclag, de esa forma le pagué la buena noticia. Así que ahora debo matarlos y exterminarlos de la tierra también a ustedes, hombres perversos, que han matado a un hombre inocente mientras dormía en su propia cama.
No van a necesitar las manos, ni los pies
¿Cómo reaccionaron los hermanos? ¿Pidieron disculpas? Ya era muy tarde. David les ordenó a unos de sus soldados llevarlos y ejecutarlos. ¿Dónde está el corazón misericordioso de David? Porque David es misericordioso, no puede permitir el derrame de sangre inocente y que estos matones queden impunes. Por el sufrimiento que causaron, les cortaron las manos de los hermanos, esas manos que apuñalaron y decapitaron a Isbaal. Luego, les cortaron los pies. Quizás todavía vivos, los colgaron junto al estanque de Hebrón de modo que todos los vieran. El texto dice que tomaron la pobre cabeza de Isbaal y la enterraron en el mismo lugar en Hebrón donde enterraron a Abner.
Ahora no hay nada ni nadie que impide que David tome el trono, ¿o no? Como una digresión, el texto menciona un heredero al trono. Terminamos con la historia leyendo sobre este heredero al trono de Saúl
El príncipe Mefiboset
II Samuel 4:4: También había un hijo del príncipe Jonatán. Era un nieto del rey Saúl, llamado Mefiboset, el cual era lisiado de los pies. Tenía cinco años cuando murieron su papá y su abuelo. Al recibirse la noticia de la muerte de ellos, la niñera salió corriendo llevándolo en brazos, pero el niño se le cayó y quedó lisiado.
El príncipe mendigo
Recordamos que el día en que Saúl y Jonatán se murieron, los filisteos invadieron a Gibeón, la ciudad donde Mefiboset vivía. Probablemente su madre muriera en la invasión, pero la niñera corrió, huyendo con el niño en brazos, pero se le cayó, quedándose lisiado. En el mundo antiguo, quedar lisiado fue peor que la muerte; lo único que pudo hacer fue mendigar. Mefiboset todavía era un niño, un príncipe creciendo a escondidos. ¿Sería una amenaza para David? Sigue con el estudio y veremos. En el próximo estudio, por fin, David será ungido rey de todo Israel, pero no será el fin de sus problemas.