El papel del Rey Herodes en la crucifixión de Jesús

El asesino celoso

Los villanos de la crucifixión

Como Caifás, Herodes era nombrado por Roma reinar y eso lo hizo un enemigo de los judíos. Era tan celoso que mató a tres de sus hijos, una de sus esposas, Juan El Bautista y unos de los seguidores de Jesús.

En la devocional de hoy, vamos a enfocarnos en el carácter de Herodes, examinado los siguientes puntos: mató a los niños menores de 2 años en Belén, se casó con la esposa de su hermano, mató a Juan El Bautista y unos seguidores de Cristo, y quería conocer a Jesús solamente para ver un milagro.

Este artículo es parte de nuestra serie de cuaresma, los villanos de la crucifixión. Puedes leer los siguientes artículos en la serie: Caifás, sumo sacerdote quien exigió la crucifixión de Jesús, Judas, seguidor de Jesús quién lo traicionó por dinero, y Pilato, gobernador romano que buscó agradar a la gente.

Herodes mandó matar a los niños en Belén

Cuando hablamos del rey quien reinaba durante el tiempo de Jesús, había por lo menos dos Herodes, uno quien mandó matar a los niños menores de dos años en Belén y el que mató a Juan El Bautista y cuestionó a Jesús. Es probable que el primer Herodes era el padre del segundo Herodes.

Había unos sabios de oriente que visitaron a Herodes, preguntándole donde estaba el niño que nació rey de los judíos. Naturalmente, se confundió- él era rey de los judíos, ¿o no? Herodes los mandó a Belén para averiguar todo lo que pudieran sobre el niño, su paradero, su edad, sobre sus padres, en fin- si realmente era Él quien cumplía la profecía.

Herodes se dio cuenta de que los sabios de oriente no iban a regresar e informar del paradero del niño en la profecía. Así que, el rey mandó soldados a Belén para buscar y matar a cualquier niño menor de dos años. Pensaba que, matándolos, iba a asegurarse el trono, pero no pudo estar más equivocado. Comenzamos con el texto.

Mateo 2:16

Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios de oriente lo habían engañado, se enojó muchísimo. Así que tomó en cuenta los cálculos que había averiguado de los sabios y mandó matar a todos los niños varones menores de dos años en Belén y sus alrededores. 

Se casó con la esposa de su hermano

Se casó con Herodías, la esposa de su hermano Felipe. Según historiadores, Herodes visitó a su hermano y aunque ambos estuvieran casados, se enamoraron. Herodías se divorció de Felipe públicamente, llevando a su hija Salome a vivir con ella.

Juan El Bautista le decía a Herodes que casarse con ella fue en contra de la palabra de Dios. Herodías quería hacer lo que le placara y estaba muy enojada con Juan por su juicio, hasta quería matarlo, pero no encontró la forma de hacerlo.

Estaba tan llena de rabia que ella le exigió que Herodes pusiera a Juan bajo arresto y el cumplió, mandando a Juan a su prisión en el palacio. Pero Herodes no tuvo la misma opinión de Juan que Herodías tenía. Sabía que Juan tenía la razón, lo cual implica que tenía una consciencia, pero no la escuchó. Continuamos con la historia, después del arresto de Juan El Bautista.

Marcos 6:20

Herodes le tenía miedo a Juan porque sabía que era un hombre recto y santo, y por eso lo protegía. A Herodes le gustaba escuchar a Juan, pero siempre se inquietaba con lo que él le decía.

Fue seducido por su sobrina

Herodías era una mujer malísima y buscaba la oportunidad para matar a Juan El Bautista. El momento se presentó durante la celebración del cumpleaños de Herodes. Invitaron a los altos funcionarios y gente importante de Galilea, y en algún momento durante la fiesta, la hija de Herodías, Salome, entró y bailó. Aunque el texto no lo especifica, según comentaristas bíblicos, fue un baile exótico, con el propósito de seducir a su tío Herodes. El hecho de que Herodes permitió que esto aconteciera habla mucho de su carácter, mentalidad y corazón por las cosas de este mundo.

Mató a Juan El Bautista

A Herodes le gustó su baile tanto que le prometió darle a ella lo que pidiera, hasta la mitad del reino. Salome le preguntó a su madre que debía pedir, y le aconsejó que pidiera la cabeza de Juan El Bautista en una bandeja.  Continuamos con el texto donde Herodes tuvo que cumplir con su palabra y mandó la ejecución de Juan.

Marcos 6:26-28

El rey se puso muy triste, pero no quería quedar mal con sus invitados y tenía que cumplir su promesa. No podía negarle a la muchacha lo que estaba pidiendo. Así que enseguida ordenó a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Él fue y le cortó la cabeza a Juan en la cárcel, la trajo en una bandeja, se la entregó a la muchacha y ella se la dio a su mamá. 

Herodes estaba confundido

Herodes escuchó de las obras y milagros de Jesús y estaba confundido por lo que dijeron de este maestro. Ni entró en su mente la menor posibilidad de que fuera posible que es El Mesías. Después de todo, el anterior Rey Herodes había matado a los niños en Belén, así poniendo fin a la profecía, ¿o no?

Él había visto la cabeza de Juan El Bautista, pero se preguntó si era posible que este hombre recto y santo se hubiera resucitado. Quería conocer a Jesús para que le hiciera un milagro. En el día que murió Jesús, Herodes por fin tuvo la oportunidad de conocerlo, pero estaba desilusionado; no hizo un milagro, ni siquiera contestó ninguna de sus preguntas.

Herodes con Jesús

Los jefes de sacerdotes llevaron Jesús a Piloto, y este lo encontró inocente, pero como la muchedumbre no estaba satisfecha con su dictamen, Piloto lo envió a Herodes para que él lo juzgara. Seguimos con el texto en que Herodes intentó cuestionar a Jesús.

Lucas 23:8-12 

Cuando Herodes vio a Jesús, se puso muy contento porque había oído mucho de él y quería conocerlo desde hacía mucho tiempo. Esperaba verlo hacer algún milagro. Herodes le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió ninguna. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley estaban allí, acusándolo con insistencia. Herodes y sus soldados lo trataban con desprecio. Burlándose de él, le pusieron ropa lujosa y lo enviaron de nuevo a Pilato. Antes Herodes y Pilato habían sido enemigos, pero desde ese día se hicieron amigos. (Itálicos míos).

Herodes y Piloto

Herodes era ciego a la verdad y quería preservar su amistad con Roma y el linaje de su trono. Aun con Jesús en frente de él, quería ver un milagro, como un truco de magia para entretenerlo, pero no reconocerlo como el verdadero Rey de los Judíos. Al contraste con Piloto, quien hizo todo a su alcance para no condenar a Jesús, Herodes era indiferente. Como este maestro no hizo ningún milagro ni contestó ninguna de sus preguntas, lo descartó como un loco con unos seguidores pasajeros. 

Herodes persigue a los creyentes

Después de la crucifixión y muerte de Jesús, sus seguidores siguen difundiendo sus enseñanzas y más y más gente comenzó a creer en este mártir muerto. En otro intento de complacer a los judíos, especialmente a los nobles y ricos, Herodes comenzó a perseguir los seguidores de Cristo hasta la muerte, matando a Santiago, el hermano de Juan. Como vio que a los judíos le gusto la matanza de Santiago, mandó el arresto de Pedro, pero un ángel lo ayudó escapar de la cárcel. Herodes estaba tan enojado con el escape de Pedro y que no pudieron encontrarlo, que mandó la ejecución de los guardias.

La muerte de Herodes

Herodes se fue a Cesárea para visitar a los habitantes allá.  Por alguna razón, estaba muy enojado con ellos, y se pusieron de acuerdo en reunirse e intentar hacer las paces. Pero, terminó siendo el final de Herodes. Leemos el último escenario de la vida de Herodes. 

Hechos 12:21-23

Un día acordado, Herodes decidió reunirse con ellos. Se puso su vestido real, se sentó en su trono y dio un discurso al pueblo. El pueblo gritaba: «¡El que habla es un dios, no un ser humano!» Herodes no dio honra a Dios. Por eso un ángel del Señor de inmediato hizo que se enfermara y murió devorado por los gusanos.

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La muerte de Herodes nos hace recordar el fin trágico de Judas; era un castigo divino por otro villano de la crucifixión.

Actividades para procesar

Herodes se dejo ser influenciado por gente mala: Herodías, Caifás, y los nobles. No dio honor a Dios. Quería conocer a Jesús para ver un milagro, no para adorarlo como El Mesías, Salvador del mundo. Toma un momento para reflexionar sobre la vida de Herodes.

¿Para qué buscas a Dios? ¿Una vida más cómoda, ver milagros, ayuda con cumplir tu voluntad? Escribe sobre qué es lo que realmente quieres de El Señor, y si ves que es tiempo para cambiar tu perspectiva un poco, háblale a Dios y pide su orientación.