¿Quién era Judas Iscariote?

El ladrón, el hipócrita y el incrédulo

Los villanos de la crucifixión

Judas Iscariote es famoso por su traición a Jesús, pero es fácil ignorar por completo que era uno de los amigos íntimos de Jesús. Predicaba y sanaba gente, y a la vez les robaba los fondos del grupo y busco una oportunidad de traicionar a su maestro. Vamos a explorar la vida y motivación de este discípulo incrédulo.

Este artículo es parte de nuestra serie de cuaresma, los villanos de la crucifixión. Puedes leer los siguientes artículos en la serie:

Caifás, sumo sacerdote quien exigió la crucifixión de Jesús

Herodes, rey y asesino de los judíos

Pilato, gobernador romano que buscó agradar a la gente

Predicción de su traición

Hay varias predicciones de la traición de Judas en el antiguo testamento. Quizás la más conocida es la de David en Salmos 41:9: “Hasta mi mejor amigo en quien yo confiaba, con el que compartí mi comida, se puso en mi contra.”

Comenzamos con el texto en Juan en que Jesús estaba hablándoles de que escogió a todos ellos para seguirlo, sin embargo, uno de ellos lo iba a traicionar. Leemos:

Juan 6:70-71

Jesús les respondió:

—¿Acaso no los elegí a ustedes doce? Sin embargo, uno de ustedes es diablo.

Jesús se refería a Judas, el hijo de Simón Iscariote, uno de los doce, quien lo iba a traicionar.

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La noche de la cena del Señor, la última vez cuando los doce se reuniría con Jesús, Jesús mismo predijo quién lo iba a traicionar. Leemos el texto:

Mateo 26:23-25

Jesús les respondió:

—El que moja su pan en el mismo plato que yo, es el que me traicionará.  El Hijo del hombre tiene que morir tal como está escrito. Pero, ¡pobre de aquel que traicione y entregue al Hijo del hombre! Más le valdría no haber nacido.

Judas, el que iba a entregar a Jesús le dijo:

—No seré yo, ¿verdad, Maestro?

Jesús le dijo:

—Sí, eres tú.

 Era un ladrón e hipócrita

Judas era el encargado del tesoro de los seguidores de Cristo. Mateo era recaudador fiscal antes de seguir a Cristo y opino que hubiera sido el más apto para esta función, pero seleccionaron a Judas.

En el siguiente texto que vamos a leer, vemos a Jesús y sus discípulos comiendo en la casa de su amigo Lázaro, quien Jesús había resucitado recientemente. Mientras todos estaban reunidos alrededor de la mesa, Maria, hermana de Lázaro y Marta, derramó aceite perfumado de nardo por los pies de Jesús, y los secó con su cabello. Era una ofrenda de amor y devoción, en gratitud por haber resucitado a su hermano y en reconocimiento de que Él es El Mesías.

Judas observó sus acciones con desprecio. El siguiente texto demuestra muy bien su hipocresía, fingiendo que le importan los pobres, cuando quiere vender el perfume y quedarse con las ganancias.  Continuamos con el texto y leemos los comentarios de Juan al lector.

Juan 12:4-6

Judas Iscariote, uno de los seguidores de Jesús, el que después lo traicionaría, dijo:

—¿Por qué no se vendió ese perfume que vale tanto como el salario de un año, y se les dio el dinero a los pobres?

Judas no dijo esto porque le importaran los pobres, sino porque era ladrón. Él tenía a su cargo la bolsa del dinero y se robaba lo que había adentro. (Itálicos míos, enfatizando los comentarios de Juan a nosotros.)

¿Por qué traicionó a Jesús?

Según la tradición rabínica, es posible que antes de seguir a Jesús, Judas era un discipulado de Juan El Bautista y que su resentimiento por Jesús comenzara cuando este no impidió la ejecución de su antiguo maestro.

Como muchos, Judas esperaba que El Mesías derrotara a los romanos y estableciera un reino próspero y pacifico en Israel. Quizás quería ser uno de los gobernantes de tal gobierno, y no un discípulo que no sabía dónde iba a dormir ni qué iba a comer.

Es posible que se frustró con él diciéndoles que se iba a morir; después de todo, pensaban que El Mesías iba a ser un gran líder militar quien iba a reinar para siempre.

¿Por qué Judas?

¿Por qué Satanás escogió precisamente a Judas? Juan nos dice que el diablo ya había puesto en la mente de Judas que traicionara a su maestro. Pienso que Satanás intentó tentar a todos sus discípulos de varias maneras, pero Judas era el candidato perfecto, con su amor por el dinero y sus disconformidad con la dirección del ministerio de Jesús.

Continuamos con el texto, donde Judas habló con los jefes de los sacerdotes y le ofrecieron 30 monedas de plata por la entrega de Jesús.

Lucas 22:3-6

Entonces Satanás entró en Judas Iscariote, uno de los doce apóstoles. Judas fue y habló con los jefes de los sacerdotes y los capitanes de la guardia del templo sobre cómo podía entregarles a Jesús. Ellos se alegraron y le prometieron dinero a cambio. Judas se comprometió y entonces empezó a buscar la oportunidad en que no hubiera gente cerca para poder entregarlo. (Itálicos míos).

Controlado por Satanás

Siendo uno de los doce discípulos de Jesús, a Judas también le otorgó el poder de sanar y expulsar demonios, sin embargo, no pudo expulsar a Satanás y por un tiempo, fue controlado por él.

Si era un seguidor de Jesús, ¿cómo Satanás pudo controlarlo? El texto no nos dice que Judas jamás proclamó que Jesús es el hijo de Dios, así que, es probable que  muriera un incrédulo.

En la cena del Señor, Jesús les dijo que iba a ser uno de ellos, uno de sus amigos más íntimos quien iba a traicionarlo. Aun después de declarar exactamente quién iba a traicionarlo, los discípulos estuvieron despistados. En la última cena, Pedro, le preguntó quién iba a traicionarlo. Continuamos con el texto.

Juan 13:26-30

Jesús le respondió:

—Voy a mojar pan en el plato. Después lo daré al que me va a traicionar.

Lo tomó y se lo entregó a Judas Iscariote, el hijo de Simón. En cuanto Judas recibió el pan, Satanás entró en él. Jesús le dijo:

—Haz rápido lo que vas a hacer.

Pero ninguno de los que estaban comiendo con él supo por qué le había dicho esto. Como Judas era el encargado del dinero, algunos pensaron que Jesús quería que comprara algo para la fiesta. Otros pensaron que quería que diera algo a los pobres. Al recibir el pan, Judas se fue inmediatamente. Ya era de noche.

Los discípulos estuvieron despistados

Es curioso notar que aun con tantas predicciones y las otras indicaciones de que Judas era un incrédulo, parece que los demás no sospecharan nada, aun cuando Jesús les dijo directamente quién iba a entregarlo a las autoridades. Tenemos que recordar que escribieron sobre Judas después de la crucifixión, con una perspectiva más amplia de todos los acontecimientos, y ya supieron de lo que Judas hizo y cómo terminó.

Aun con todas las predicciones de antiguo testamento y tantas veces que Jesús les anunció que uno de ellos iba a traicionarlo, aun afirmando que era Judas, ninguno entendía lo que iba a pasar, ni sospechaba que Judas, controlado por Satanás, iba a entregarlo a los jefes de los sacerdotes. No se comportaba de una manera que fuera obvio para los discípulos discernir quién iba a traicionar a su maestro.

Jesús para nada se sorprendió por su traición, incluso la traición provocada por Satanás fue usada para cumplir la voluntad de Dios, el propósito por lo cual Jesús fue mandado a la tierra, por morir por los pecados de cada persona que jamás ha vivido.

Traiciona a Jesús

¿Jamás has sido traicionado, quizás por tu marido o una amiga? Aunque Jesús sabía que iba a ser traicionado por Judas por unas cuantas monedas, me imagino que su traición lo lastimara profundamente. Los estudiosos bíblicos calculan que 30 monedas de plata eran el equivalente de más o menos cuatro meses de salario.

Había enseñándolo, vivieron y viajaron juntos, hasta se escondieron juntos de los mismos jefes de sacerdotes a quienes Judas lo entregó. Lo traicionó con un beso- un gesto íntimo, algo compartido entre amigos y compañeros. Pero no era un amigo, ni siquiera un seguidor. Continuamos con la escena en que Judas, en la noche, guio la policía del templo hacia Jesús, y lo identificó con un beso, cumpliendo con su papel en traicionar y entregar a El Mesías. 

Mateo 26:47-48

Mientras Jesús todavía estaba hablando, llegó Judas, uno de los doce seguidores. Venía acompañado de mucha gente con espadas y garrotes. Eran enviados por los jefes de los sacerdotes y los ancianos líderes del pueblo. El que lo traicionaba les había dado una señal, diciéndoles: «Al que yo salude con un beso en la mejilla, ese es. Arréstenlo». 

Lucas 22:47-48 

Mientras Jesús estaba hablando, llegó allí mucha gente. Los guiaba uno de los doce apóstoles, llamado Judas. Él se acercó a Jesús para saludarlo con un beso.

Pero Jesús le dijo:

—Judas, ¿Con un beso traicionas al Hijo del hombre?

Se Suicidó

Se supone que Satanás usó a Judas y luego lo dejó. Cuando esto sucedió, de inmediato Judas se dio cuenta de lo que hizo, se arrepintió e intentó arreglar su error, pero no pudo. A los jefes de los sacerdotes no les importaba su remordimiento. En desesperación, solo en el mundo, se suicidó. Continuamos con el fin de Judas.

Mateo 27:3-5

Entonces cuando Judas, el que lo había traicionado, vio que habían condenado a Jesús y sintió pesar por lo que había hecho. Así que les devolvió las 30 monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos líderes,  y les dijo:

—He pecado al entregar a un hombre inocente para que lo maten.

Ellos dijeron:

—¿Qué nos importa? ¡Ese es tu problema!

Entonces Judas tiró las monedas de plata en el templo, salió de allí y se ahorcó. 

Castigo divino

En Hechos 1:18 y 25, Pedro nos dice que al ahorcarse, Judas se cayó de cabeza, su cuerpo se reventó y se le salieron todos los intestinos y que ahora está donde debe estar (es decir, el infierno). Fue un castigo divino por la traición del hijo de Dios.

Conclusión

Dios usó la traición de su hijo por el bien de todas las personas que jamás han existido. Con el beneficio de pasar tres años con Jesús, Judas tenía muchas oportunidades para creer en Él y resistir la tentación que Satanás le planteó.  En Juan 17:12, Jesús reza por sus discípulos y dice que no perdió ni uno que Dios le dio, con la excepción de Judas, quien fue condenado al infierno por toda la eternidad.

Actividades para procesar:

Uno de los puntos débiles de Judas fue su amor por el dinero. Todos tenemos un punto débil y Satanás sabe exactamente cómo explotar este punto para aprovecharlo lo más que pueda. Hay que guardarnos en todo momento, siendo consciente de las áreas que usa para tentarnos a pecar.

No podemos tomar pasos para guardarnos si no sabemos cuáles son nuestros puntos débiles. ¿Cuál es uno de tus puntos débiles, donde caes más en la tentación? Podría ser cualquier cosa. Unos ejemplos comunes: enojarme fácilmente, mentir, tomar en exceso, lujuria.

La próxima vez cuando sientes la tentación de hacer tal cosa, reza al Señor. Es útil tener un plan de antemano. En vez de caer en tu punto débil, ¿Qué es una cosa que podrías hacer en vez de eso?  

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

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