El bastón se convirtió en serpiente y agua en sangre
Un bastón, una serpiente, la sangre, sed, y el olor de muerte
En la devocional anterior, Dios mandó a Moisés y Aaron al faraón para pedirle que dejara que Su pueblo tomara un viaje de tres días al desierto para adorarlo. El faraón se enfadó y castigó a todos los hebreos con tener que proveer su propia paja para hacer ladrillos sin reducir la cuota. Los jefes de cuadrilla, los cuales eran hebreos, se reunieron con el faraón en vano, y todos se enojaron con Moisés por empeorar sus vidas. Moisés le reclamó a Dios y Dios le recordó quién es. Dios mandó a Moisés y Aarón al faraón de nuevo, aunque Moisés no quería, quejando que ni los hebreos ni el faraón lo iban a escuchar. Pero esta vez, iban a mostrarle al faraón dos señales asombrosas. Comenzamos la historia de la segunda reunión de Moisés y Aarón con el faraón escuchando lo que Dios le instruyó a Moisés.
El faraón no te va a escuchar
Éxodo 7:2-5: Dirás lo que yo te diga a Aarón, y él le dirá al faraón que deje salir a los israelitas de Egipto. Pero haré que el faraón se ponga terco y haré muchas señales y maravillas en Egipto. El faraón no te va a escuchar; entonces voy a castigar a Egipto y así sacaré por tropas de Egipto a mi pueblo, los israelitas. En ese momento, cuando castigue a los egipcios y saque a mi pueblo de allá, los egipcios van a saber que yo soy el SEÑOR.
Es parte de Mi plan que todo esto no funcionará
Como Moisés se quejaba de ser lento para hablar, Aarón se comunicó con el faraón. ¿Aarón hablaba egipcio, o el faraón hablaba hebreo? Moisés sin duda hablaba egipcio, pero se opuso tanto al plan de Dios, que Dios le permitió comunicarle todo lo que le dijo a Aarón, y entonces Aarón se lo comunicó al faraón. Si el faraón conocía a Moisés, parece extraño que Moisés se parara al lado de Aarón, en silencio mientras su hermano mayor, que el faraón no conocía y quizás ni entendía por hablar diferentes idiomas, le comunicaría el mandato de este Dios sin rostro ni nombre.
Dios le dijo que el faraón no iba a escucharlo porque Él iba a ponerlo terco. Y eso fue exactamente lo que acontecerá en los siguientes capítulos, resultando en varias plagas. Dios quería que todos los egipcios creyeran que fueran testigos del único Dios Todopoderoso. ¿Era justo castigar a todo Egipto por una decisión del faraón? Había muchos egipcios que murieron en las plagas y no fue decisión suya prohibir la salida de los hebreos. Pero eran culpables: adoraban dioses falsos, participaban en una vida pagana, disfrutaban de los edificios y estatuas hechas por sangre esclavizada. Vivir en Egipto fue lo suficiente para declararlos culpables.
Desanimado pero obediente
Aun desanimados, Moisés y Aarón obedecieron, yendo ante el faraón por segunda vez, pero ahora para mostrarle las señales que Dios le dio a Moisés. Seguramente el faraón se molestó al verlos, pensando como estos dos viejos no lo obedecieron. ¿Por qué no estaban trabajando en una obra, coleccionando paja como los demás? Pero permitió que vinieran ante su presencia. Continuamos con la historia, leyendo la primera señal que Dios le dio a Moisés y ahora al faraón.
El bastón de Aarón se comió los otros bastones
Éxodo 7:10-13: Entonces Moisés y Aarón fueron al faraón tal como el SEÑOR les había ordenado. Aarón lanzó su bastón frente al faraón y sus funcionarios, para que el bastón se convirtiera en serpiente. Pero el faraón llamó a sus sabios y a sus hechiceros y a los magos de Egipto y ellos también hicieron lo mismo con su magia. Cada uno de ellos lanzó su bastón para que se convirtiera en serpiente, pero el bastón de Aarón se comió los otros bastones. El faraón se puso terco y no los quiso escuchar, tal como el SEÑOR había dicho.
¿Es la magia real?
Dios le comunicó a Moisés que el faraón le iba a pedir un milagro; cuando se lo pidió, Aarón lanzara su bastón frente al faraón y Dios lo convirtió en una serpiente, viva y hambrienta. Aparentemente, el faraón ya vio este “truco” antes. En vez de echarse para atrás como Moisés hizo cuando Dios le mostró esta primera señal cuando estaba en el desierto ante el arbusto en llamas sin consumirse, llamó a sus sabios y a sus hechiceros y a sus magos. Moisés nos dice que lograron hacer lo mismo con su magia. ¿Esto quiere decir que Moisés creía en magia? Probablemente utilizó la palabra magia para decirnos que la intención de los hechiceros y magos era engañar al rey y a sus funcionarios. Moisés entendía que la magia no existe y que Dios mostró Su poder- que nada lo que hacía era un truco. Pero, ellos lograron convertir sus bastones en serpientes y tenemos que preguntarnos cómo lo hicieron. Quizás Dios eligió esta primera señal porque era un truco común de los hechiceros en Egipto. Según escolares bíblicos, había varias maneras para lograr este truco, incluso guardar la serpiente en su ropa para lanzarla ante su audiencia.
Pero lo que aconteció después, los magos y hechiceros del faraón no lo anticiparon: la serpiente que provino del bastón de Aarón comió todas las otras. Debía haber sido una escena asquerosa. Fijamos en las palabras del texto: no nos dice que la serpiente comió a las otras serpientes, sino que el bastón de Aarón comió los bastones. Cuando Moisés se agachó para tomarla de la cola como hizo antes, me imagino que los espectadores dijeran con la voz cortada que iba a matarlo. Pero cuando la agarró, se convirtió en bastón de nuevo. Aunque el faraón no estaba impresionado, seguramente los magos y hechiceros tenían que reprimir lo impresionados que estaban. No tenían la menor idea como lo hizo, aunque, claro, no pudieron decirle esto. Como Dios dijo, el faraón se puso terco. Probablemente pensó que Aarón tenía demasiado tiempo libre para aprender a hacer ese truco tan bien.
Como el faraón no cambió de idea, Dios le habló con Moisés de nuevo, instruyéndolo que al día siguiente, lo encontraría a la orilla del Nilo. Continuamos con la advertencia que Dios le dio a Moisés para comunicárselo al faraón.
El agua se transforma en sangre
Éxodo 7:17-19: Esto dice el SEÑOR: Ahora te vas a dar cuenta de que yo soy el SEÑOR. Con el bastón que tengo en mi mano voy a tocar el agua del Nilo y se convertirá en sangre. Los peces que están en el río morirán, el río va a apestar y los egipcios no van a poder tomar agua de ahí… Toma tu bastón y extiende tu brazo sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sus canales, sus lagunas y sobre los depósitos de agua para que se conviertan en sangre. Habrá sangre en todo Egipto, incluso en los tanques de madera y de piedra”.
Sangre, sed, y muerte
Como hemos mencionado, los egipcios consideraron el Nilo como un dios y fueron al río para ofrecerle ofrendas y orar. Era probable que el faraón fue allí por lo mismo. Cambiar el Nilo a sangre era como matar al dios del Nilo. Con un toque del bastón de Aarón al Nilo, todo el río se convirtió en sangre, pero además de eso, todas las piscinas, fuentes, jarras y tanques que contenían agua se convirtieron en sangre. No había agua en todo Egipto. Esto significa que además de no poder tomar agua, no podían limpiar, cocinar, ni trabajar. La economía paró de repente. El texto no nos dice si en Gosén donde los hebreos vivían el agua también se convirtió en sangre, pero si así fue, Moisés les habría advertido de modo que se prepararan, adquiriendo suficiente agua antes de la plaga. Como Dios le advirtió, todos los peces murieron; apestaba a sangre y muerte en todo Egipto.
El faraón se puso terco
Como hicieron con los bastones, los magos egipcios usaban su “magia” e hicieron lo mismo, aunque el texto no nos dice exactamente donde cambiaron el agua a sangre. Lo que probablemente lograron hacer fue cambiar el agua en agua rojo usando algún tipo de tinte. Viendo a sus magos haciendo algo similar, aunque fue un truco, el faraón siguió terco e ignoró a Moisés y Aarón, regresando al palacio. Pero los egipcios sufrían con esta plaga, cavando pozos alrededor del Nilo para sacar agua. Todo Egipto pasó siete días sin agua, y entonces Dios convirtió el Nilo en agua otra vez. El faraón no cambió de opinión, pero Dios es justo y no permitió que todos murieran de sed. Cuando el Nilo sangrienta se convirtió en agua de nuevo, también fue un milagro que impresionó a muchos egipcios, salvo el rey. Había gente que murió de sed, muchos más que estaban gravemente enfermos y débiles por la deshidratación, y muchos peces y otros animales muertos que tenían que limpiar. Egipto comenzó a verse como un desastre en vez del país más poderoso del mundo conocido. Pero las plagas apenas están comenzando. En la próxima devocional, veremos las plagas de las ranas, los mosquitos y las moscas.