Potifar y su Esposa

Un marido que trabaja demasiado y una esposa que se aburre

Potifar y su esposa eran nobles egipcios, ricos y poderosos. Pero Potifar trabajaba mucho y su esposa no le fue fiel. Potifar compró a José y le agradó mucho cómo trabajaba. A su esposa, le agradó mucho lo guapo que José era. Hoy vamos a estudiar este matrimonio y observar como estar ausente en un matrimonio junto con la deshonestidad y lujuria conduce a una relación en peligro.

Esta devocional es parte de nuestra serie en Génesis. Si no has leído las otras devocionales en la serie, te invito a leer las siguientes:

El comienzo: la creación, Adán, Eva, sus hijos Caín y Abel, los hijos de Dios, Noé en el diluvio, y la torre de Babel

La familia de Abraham: Téraj, el padre pagano de Abraham, Abraham, el padre de nuestra fe,  el misterioso sumo sacerdote Melquisedec, la visita del Señor a Abraham, Lot, el sobrino de Abraham que vivía en Sodoma, los secuestros de Sara, Agar, la madre de Ismael, Ismael, primogénito que no heredó la descendencia de Abraham,

La familia de Isaac: Isaac, hijo de Abraham y Sara, Isaac-esperado, envidiado y engañado, Dios le pidió a Abraham sacrificar a su hijo,  la historia de amor de Isaac y Rebeca, la matriarca Rebeca, los gemelos muy distintos, Esaú y Jacob,  Jacob y no Esaú recibió la bendición del primogénito  ¿Quién era Esaú?

La familia de Jacob: la escalera de Jacob, Jacob se enamoró de Raquel, pero se casó con Lea, Raquel, la amada de Jacob,  la rivalidad entre Raquel y Lea, Lea, Raquel, Bilhá, ¿Quién era Labán? Labán era el maestro de estafadoresLabán persiguió a Jacob y hicieron un pacto, Jacob se reunió con EsaúJacob luchó con Dios

Los hijos de Jacob: la violación de Dina, José el soñador, Judá y Tamar, José fue vendido

El esclavo bendecido

Anteriormente, vimos cómo los medio hermanos de José lo vendieron en esclavitud a los ismaelitas. Al regresar a Canaán, le mintieron a su padre Jacob, diciéndole que encontraron su túnica manchada con sangre; Jacob asumió que un animal salvaje lo matara. Mientras tanto, José llegó a Egipto con los comerciantes ismaelitas y fue vendido a Potifar, el capitán de la guardia del faraón. Como un siervo principal del faraón, Potifar pasaba mucho tiempo en el palacio y en las distintas partes de Egipto, dejando a su esposa sola por mucho tiempo. Por su parte, la esposa de Potifar es simplemente recordada como su esposa lujuriosa y caprichosa; el texto ni siquiera nos da su nombre, quizás en un esfuerzo de olvidarla.

Muy pronto después de ponerlo a trabajar, Potifar se dio cuenta de lo inteligente y sabio que José era. Suponemos que Potifar, siendo egipcio, adoraba a los dioses de aquella región, pero aun así, sabía que la excelencia que observaba en José provenía de una fuente divina. Comenzamos con la historia de José sirviendo a Potifar, leyendo por qué José sobresalía en todo lo que emprendía.

El SEÑOR estaba con José

Génesis 39:2-6: El SEÑOR estaba con José e hizo que fuera un hombre muy exitoso. José vivió en la casa de su amo egipcio, quien se dio cuenta de que el SEÑOR estaba con José y que el SEÑOR hacía que le fuera muy bien en todo. José complacía a su amo y este nombró a José su asistente personal. Lo puso a cargo de la casa y todas sus otras posesiones. El SEÑOR bendijo la casa de ese egipcio desde el momento en que él puso a cargo de José todas sus posesiones. El SEÑOR bendijo a Potifar en todo lo que tenía, tanto en la casa como en el campo. Entonces entregó todo a cargo de José y no prestaba atención a nada que no fuera la comida que él mismo consumía…

José valía oro

Sabiamente, Potifar puso a José encargado de toda la casa, y desde ese momento, El Señor bendijo todo en la casa de Potifar. Con José encargado, Potifar no tenía problemas domésticos: ya no tenía que revisar facturas, ni disciplinar sirvientes, ni planear cuándo comprar y vender, ni cuándo sembrar y cosechar, ni nada. El texto nos dice que tenía casa y campo, era agricultor; bajo la administración de José, sus cosechas eran más grandes y mejores. Notamos que en Canaán, José no trabajaba en los campos, no era agricultor, pero en Egipto, sobresalía hasta en algo en que no tenía experiencia por la bendición de Dios. Con José encargado de todo, Potifar tan solo tenía que preocuparse de la guardia del faraón. Y así, podía pasar aún más tiempo fuera de la casa, mostrándole al faraón su dedicación y lealtad, mientras el corazón de su esposa se abrió a otro.

Pero, estar con la esposa de su amo nunca era la intención de José; como administraba tan fielmente en sus negocios, le había demostrado a Potifar que era totalmente confiable, incapaz de traicionarlo. Si no fuera así, el texto nos diría que Potifar aún tenía preocupaciones. El capitán apreciaba mucho a José, por su habilidad de administrar igual que por su conducta impecable. José, por su parte, no le guardaba rencor a su amo, sino le servía con entusiasmo, todos los días trabajando horas largas. El texto nos dice que José no vivía como esclavo; tenía más libertad y privilegios y supervisaba a los otros siervos.

Luego, la esposa de Potifar, muriendo de aburrimiento, comenzó a fijarse en José. Continuamos con la historia.

Apuesto objeto de deseo

Génesis 39:6-9: …José era un hombre muy apuesto y de buena figura.  Un tiempo después, la esposa de su amo comenzó a fijarse en José y le dijo: —Acuéstate conmigo.

Pero José se rehusó y le dijo a la esposa de su amo: —Mire, conmigo mi señor no tiene nada de qué preocuparse en la casa. Me dio todas sus posesiones para que yo las cuidara. No hay nadie en esta casa que se iguale a mí. Lo único que él me ha negado es a usted, porque es su esposa. ¿Cómo puedo yo hacerle a él algo tan malo y cometer un pecado ante Dios?

Aburrimiento y lujuria

La esposa de Potifar no le pidió a José que se acostara con ella, sino le dio un mandato.  No estaba preguntado, que le gustara o no, no sería mutual. Es fácil imaginar que no fuera la primera vez que exigió sexo de algún esclavo de la casa, y es probable que ningún se atrevió a negarse. En la cultura Egipto, una esclava estaba disponible a tener relaciones con su amo si así lo quisiera, y podemos suponer que un esclavo también debiera estar disponible para tener relaciones con su dueña. Pero José rehusó, explicándole que no pudo traicionar a su esposo ni a Dios.

Mientras que la infidelidad de los hombres era muy común en aquella época en Egipto, el adulterio de la mujer era severamente castigado. ¿Por qué la esposa de Potifar estaría dispuesta a arriesgarse tanto? La tradición rabínica indica que es posible que Potifar fuera estéril y que su esposa deseaba tener un hijo. Cuando vio lo guapo y apuesto que era el hijo de la bella Raquel, quería tener un hijo con él. Si la tradición rabínica fuera correcta, a lo mejor Potifar se sintiera mal por no poder darle hijos, y le permitió tener relaciones con otros, con tal de que fuera discreta. Su esposa pasaba sus días con mujeres de la nobleza, comprando lindas cosas nuevas del mercado, recibiendo tratamientos de belleza, y a veces entreteniéndose con los sirvientes. Es probable que estaba acostumbrada a exigir que los sirvientes cumplieran todos sus caprichos mientras su esposo estaba fuera. Pero, la esposa de Potifar no tomó el no de José como una respuesta válida. Continuamos con la historia leyendo lo que la esposa hizo para salirse con la suya.

¡Acuéstate conmigo ya!

Génesis 39:10-15: A pesar de que ella hablaba con él día tras día, no lo convenció de que se acostara con ella. Un día, cuando José regresó de trabajar a la casa, no había ningún otro esclavo adentro.  Entonces ella lo agarró de su ropa y le dijo: —¡Acuéstate conmigo!

Pero él dejó su ropa en las manos de ella y salió huyendo.

Cuando ella vio que él había dejado la ropa en sus manos y salido huyendo, llamó a los siervos de su casa y les dijo: —Miren, mi esposo trajo a este hebreo para que nos insultara. Él vino a donde yo estaba para tratar de tener relaciones sexuales conmigo, pero yo grité fuerte. Cuando oyó que yo había gritado, dejó su ropa al lado mío y salió corriendo.

Este hebreo que sirve a mi esposo intentó violarme

Día tras día, seguía presionándolo para que se acostara con ella, y él seguía rehusando sus avances. Parece que José nunca le contó nada a Potifar sobre el comportamiento de su esposa, quizás para no perjudicar a su amo. Un día lo agarró, exigiendo que se acostara con ella y él salió huyendo, dejando en las manos su ropa que ella quitó cuando lo agarró. De repente de dio cuenta que José nunca iba a ser suyo. Primero, quejó con los siervos de José, acusándolo del abuso sexual. No creo que ningún siervo la creyera; habían testificado de lo honesto y trabajador que José era, además de verla agárralo y andar desnuda por la casa, pensando que los siervos jamás le contarían nada a su marido. Notamos como le echó la culpa a su esposo por traer a <<este hebreo>> a la casa. 

José tenía muchas oportunidades para estar con ella y como él era el encargado de la casa, nadie se atrevería decirle nada al amo de la casa por temor de que Potifar no les creería una palabra en contra de él quien lo había beneficiado tanto. Cuando leemos el texto, parece que acostarse con ella no fuera una tentación para José, pero creo que él tenía que rezar y luchar para resistir. Si había sometido a la tentación, la rumba de su vida hubiera sido diferente, quizás sin la oportunidad de salvar a los judíos de la hambruna.  

Potifar regresó a casa, y su esposa le contó su mentira. Continuamos con la historia.

Lo persiguió, no funcionó, y ella le mintió

Génesis 39:16-20: Después ella se quedó con la ropa de José hasta que llegó su esposo. Luego le contó la misma historia:

—El siervo hebreo que trajiste vino a aprovecharse de mí. Pero cuando grité, dejó su ropa al lado mío y huyó hacia afuera.

El amo de José escuchó lo que le dijo su esposa y se enfureció. Entonces lo agarró y lo puso en la prisión donde metían a los prisioneros del rey, y José quedó encarcelado.

La mentira que lo cambió todo

La última vez que José la rechazó, se sentía avergonzada y se puso muy enojada, tan enfadada que prefería reportarlo en vez de seguir persiguiéndolo. Es difícil pensar que Potifar creyera las acusaciones de su esposa; el comportamiento de José había sido impecable. Además, Potifar debiera haber conocido bastante bien la caprichosa que era.  La fuerte y repentina reacción de Potifar parece fuera de su carácter. Como el capitán de la guardia del faraón, había pasado años entrenando para investigar a fondo, evaluar los acontecimientos, y responder justamente. Pero en vez de investigar y tomar una decisión justa, el texto nos dice que Potifar se enfureció, agarró a José, y lo metió en la prisión. Creo que Potifar sabía que José era inocente, pero tenía que mantener su propia imagen. Estaba furioso, pero no pienso que con José sino con su esposa. Creo que Potifar sabía la verdad de inmediato, pero tenía que desquitarse con José y no con ella. A Potifar no le quedó de otra sino echarle en la cárcel, donde permaneció por unos 12 años.

Redención en la tragedia

Si no fuera por la mentira de la esposa de Potifar, José no hubiera ido a la cárcel donde Dios lo preparó para su posición futura al lado del faraón.  Si estás pasando por malos momentos e injusticia, en vez de buscar una salida, pídela a Dios que te revele donde está guiándote y que es lo necesitas aprender en medio de la tragedia. En la próxima devocional, seguiremos a José hasta la cárcel, donde Dios seguía protegiéndolo y bendiciéndolo.  

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