José fue echado en la cárcel injustamente

Vendido, acusado, encarcelado

En la devocional anterior, la esposa de Potifar acusó a José de intentar violarla, y Potifar lo echó en la cárcel. El texto nos dice que Dios seguía con José aun en la cárcel. Si te encuentras en un lugar poco agradable, Dios está contigo, no lo dudes.

Esta devocional es parte de nuestra serie en Génesis. Si no has leído las otras devocionales en la serie, te invito a leer las siguientes:

El comienzo: la creación, Adán, Eva, sus hijos Caín y Abel, los hijos de Dios, Noé en el diluvio, y la torre de Babel

La familia de Abraham: Téraj, el padre pagano de Abraham, Abraham, el padre de nuestra fe,  el misterioso sumo sacerdote Melquisedec, la visita del Señor a Abraham, Lot, el sobrino de Abraham que vivía en Sodoma, los secuestros de Sara, Agar, la madre de Ismael, Ismael, primogénito que no heredó la descendencia de Abraham,

La familia de Isaac: Isaac, hijo de Abraham y Sara, Isaac-esperado, envidiado y engañado, Dios le pidió a Abraham sacrificar a su hijo,  la historia de amor de Isaac y Rebeca, la matriarca Rebeca, los gemelos muy distintos, Esaú y Jacob,  Jacob y no Esaú recibió la bendición del primogénito  ¿Quién era Esaú?

La familia de Jacob: la escalera de Jacob, Jacob se enamoró de Raquel, pero se casó con Lea, Raquel, la amada de Jacob,  la rivalidad entre Raquel y Lea, Lea, Raquel, Bilhá, ¿Quién era Labán? Labán era el maestro de estafadoresLabán persiguió a Jacob y hicieron un pacto, Jacob se reunió con EsaúJacob luchó con Dios

Los hijos de Jacob: la violación de Dina, José el soñador, Judá y Tamar, José fue vendido, Potifar y su esposa

Comenzamos la historia de José en la cárcel leyendo como Dios estaba con José aun bajo las peores de circunstancias.

El SEÑOR estaba con José y lo ayudó

Génesis 39:21-23: Pero el SEÑOR estaba con José y lo ayudó haciendo que se ganara la confianza del carcelero. Entonces el carcelero puso a todos los prisioneros bajo el mando de José, quien dirigía todo lo que ahí se hacía.  El carcelero no supervisaba lo que hacía José porque el SEÑOR estaba con José y por eso el SEÑOR hizo que le saliera bien todo lo que hacía.

El carcelero no supervisaba lo que hacía José

José no tuvo un juicio y nunca tuvo una oportunidad de defenderse y presentar la verdad. En Egipto, muchos condenados a la prisión estuvieron allí hasta la muerte, inocente o no. Es difícil imaginar que el carcelero tuviera tanta confianza en un prisionero que lo pondría encargo de su trabajo, pero eso es precisamente lo que el texto nos dice. Era el trabajo del carcelero propio encargarse de todos los prisioneros y dirigir todo lo hacían allí. Pero fue José y no el carcelero quien dirigía todo en la cárcel, y lo hacía tan bien que el carcelero no supervisaba lo que José hacía. Entonces, ¿Qué hizo el carcelero? El texto no nos dice, pero podemos suponer que no era un tipo derecho, que mientras José administraba y ordenaba la prisión, el carcelero vagaba por allí, recibiendo un pago que no merecía. Vemos la presencia de Dios en esa cárcel, haciendo que el carcelero confiaba totalmente en José y le dio privilegios y libertad que sin la presencia e influencia de Dios, nunca tendría. Pero, a fin de cuentas, todavía estaba en la prisión injustamente.

¿El carcelero era Potifar?

Dependiendo de la traducción que lees de este pasaje, sería posible que el carcelero y Potifar fueran la misma persona. Si fue así, Potifar ya sabía de lo que José era capaz y lo puso encargado de todo en la prisión. Es un poco improbable que se tratara de la misma persona; el carcelero lo trataba bien y lo puso encargado de todo, pero si Potifar hubiera hecho esto, la gente habría pensado que no le importara su intento de violar a su esposa. Más que nada, Potifar tenía que proteger su imagen. Aun si eran dos personas distintas, el carcelero y el capitán de la guardia del faraón, es probable que Potifar visitaba la prisión de vez en cuando, admirando el buen trabajo de José, pero nunca pudo decir una palabra a su favor.

El copero y el panadero

Un tiempo después, dos siervos del faraón fueron encarcelados con José. Por alguna razón desconocida, el texto nos dice que el faraón se enojó mucho con el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos. Como ambos tenían algo que ver con la comida real, quizás le servían vino y comida que enfermaron al faraón, y cuando recuperó, pensó que era un intento de asesinarlo. Como hacía con todos los prisioneros allí, el capitán puso a los dos bajo el cuidado de José. Estuvieron allí muchos días, sin el buen vino y pan del palacio.

En ese entonces, pusieron mucha énfasis en el significado de sueños, que quizás los dioses les hablaran a través de los sueños. Una noche, los dos tuvieron sueños que no entendieron. En la mañana, José vio que estaban preocupados. Obviamente, José era un supervisor muy atento. Les preguntó por qué estaban tristes. ¿Cuándo es la última vez que tu jefe notó tus sentimientos? José no les guardaba rencor porque eran egipcios; compadeció de ellos porque vio que estaban sufriendo. Como todos en la cárcel, confiaban en José y le contestaron que tuvieron sueños que nadie podría explicar, específicamente porque en la cárcel, no había ningún sacerdote que pudiera conjurar el significado. José mismo había tenido dos sueños que provinieron de Dios. José les replicó que solo Dios puede interpretar los sueños, y decidieron contárselos. Continuamos la historia leyendo sobre el primer sueño que José interpretó.

El sueño del jefe de los coperos

Génesis 40:9-13: Entonces el jefe de los coperos le contó su sueño. Le dijo: —En mi sueño vi una vid.  La vid tenía tres ramas. Vi como a las ramas les crecían flores y después se convertían en uvas. Yo tenía la copa del faraón en mis manos, tomé las uvas y exprimí su jugo en la copa. Después le entregué la copa al faraón.

Luego José le dijo: —Esta es la interpretación del sueño: Las tres ramas son tres días. En tres días el faraón te va a perdonar. Te va a devolver tu empleo y tú le servirás el vino al rey tal como hacías antes, cuando eras su jefe de coperos. 

Te va a devolver tu empleo

No leemos que José tenía que tomar un tiempo para pensarlo, de inmediato sabía el significado, revelado por Dios. El trabajo del copero del faraón fue probar toda su comida y bebida ante él y si el copero se enfermó, el faraón no comería. Aunque era una posición muy privilegiada, era una posición muy arriesgada, hasta fatal. Sin embargo, el copero estaba ansioso para regresar a su vida arriesgada en el servicio del rey.

Me sacaron a la fuerza de la tierra de los hebreos, y no hice nada para merecer estar en este hueco

Seguramente el jefe de los coperos estaba muy contento y aliviado con esta explicación. Parece que aceptó esta explicación y no le hizo preguntas, tampoco no leemos que le agradeció. José le pidió que cuando regresara al palacio, (porque estaba totalmente seguro de que regresaría al palacio) que le contara al faraón sobre cómo él le interpretó su sueño para liberarle de la cárcel donde estaba injustamente. Probablemente, en el éxtasis de sus buenas noticias, el jefe de los coperos se concordó que haría eso, claro que sí.

Pero el segundo sueño que José interpretó tuvo una resulta distinta. Continuamos la historia leyendo el segundo sueño.

El sueño del jefe de los panaderos

Génesis 40:16-19: Cuando el jefe de los panaderos vio que la interpretación resultó buena, le dijo a José: —Yo también tuve un sueño: Tenía tres canastos de pan blanco sobre mi cabeza. En el canasto superior había comida horneada de todo tipo para el faraón, pero los pájaros se la estaban comiendo.

José le respondió: —Esta es la interpretación de tu sueño: Los tres canastos son tres días. En tres días el faraón te va a cortar la cabeza. Va a colgar tu cuerpo de un árbol y los pájaros se van a comer tu carne.

Va a colgar tu cuerpo de un árbol y los pájaros se van a comer tu carne

Imagina por un momento saber que en tres días ibas a morir, y no solo morir, sino una ejecución horrenda. El texto no nos dice cómo el jefe de los panaderos respondió, quizás no lo creyó. Seguramente, pasó los siguientes tres días muy angustiado. Mientras ambos estuvieron en la cárcel, parece que el faraón (quizás con la ayuda de Potifar) investigó los acontecimientos que causaron que fueron encarcelados, y se enteró que uno era inocente y uno culpable. Al tercer día, junto con el jefe de los coperos, recibió una invitación a salir de la cárcel para celebrar el cumpleaños del faraón. Era una gran fiesta, con todos los siervos del faraón presentes. Continuamos con el final de esta historia, leyendo lo que aconteció en el cumpleaños del faraón.

Uno restablecido, uno matado

Génesis 40:21-23: Le devolvió su antiguo empleo al jefe de los coperos quien le volvió a servir el vino al faraón, y colgó al jefe de los panaderos, tal como José había dicho. Pero el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él.

El jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él

Tal y como José les dijo, el jefe de los coperos regresó a su antiguo empleo y, como parte de la celebración, el jefe de los panaderos fue ejecutado. La última frase de esta historia es muy triste, que el jefe de los coperos se olvidó de José. Es probable que el copero no encontró el momento preciso para hablar con el faraón. Aunque nadie supervisaba lo que José hacía, no pudo salir de la cárcel, aunque bendecido y protegido por Dios, era un prisionero. Pero, como veremos, el copero no se olvidó de José por completo. En la próxima devocional, veremos a José interpretando otro sueño, pero esta vez del faraón.

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