Josué, el asistente de Moisés
Josué se convirtió en el líder de los israelitas
En la devocional anterior Moisés murió, el diablo luchó con el arcángel Miguel para su cuerpo, y Dios nombró a Josué como líder de los hebreos. Los llevará a conquistar y comenzar a vivir en la tierra prometida. Dios le prometió a Josué que si fuera leal a Él, nunca lo abandonaría, estaría con él dondequiera que fuera y lo ayudaría derrotar los pueblos paganos de Canaán. Dios le dijo que hablaría directamente con Josué como hacía con Moisés. Al saber que Moisés murió, los hebreos prometieron cumplir sus órdenes y obedecerlo como obedecieron a Moisés. Quizás la ironía de su promesa fuera que muchas, pero muchas veces, no obedecieron a Moisés.
Josué era el asistente de Moisés por muchos años y a la muerte de Moisés, era el candidato ideal para ser su nuevo líder. Nos dejó un excelente ejemplo de liderazgo, sea de una organización o de tu familia. Esta primera devocional en el libro de Josué es una introducción al hombre del mismo nombre. Hoy vamos a examinar cuatro frases que Dios le comunicó a Josué y que él les dijo a los israelitas que nos sirven de lección de cómo lidiar y guiar a nuestras familias más cerca a Dios y hacia una vida recta.
1. ¡Sé fuerte y valiente!
Cuando obedeces y sigues a Dios, vas a enfrentar resistencia. Cuando vives guiado por Dios, harás cosas que la gente no entienda. Quizás te despidan del trabajo. Si tu marido no es creyente, quizás se divorcia de ti. Pase lo que pase, sigues obedeciendo a Dios y no tengas miedo. Mantente fiel a Él, y te guiará y te ayudará. Cuando las cosas no te vayan bien y tengas miedo, recuerda las muchas veces que El Señor te ha rescatado como solo Él pueda.
Josué 1:6-7, 9: »Sé fuerte y valiente porque tú guiarás a este pueblo para que pueda tomar la tierra que yo prometí a sus antepasados. Pero tienes que ser fuerte y valiente, obedeciendo los mandamientos que te dio mi siervo Moisés. Si te mantienes fiel a ellos triunfarás donde quiera que vayas. Te repito: sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el SEÑOR tu Dios estará contigo donde quiera que vayas».
2. Haz la voluntad de Dios, no la del hombre
Antes de ser una madre o una esposa, eres hija de Dios. Sírvale a Él primero. Antes de obedecer a una compañía o marido, si lo que te piden va en contra de la ley de Dios, no lo hagas. Obedece a Dios primero y siempre.
Josué 22:5: Sólo les digo que pongan empeño en cumplir el mandamiento y la ley que les dio Moisés, el siervo del SEÑOR: que amen al SEÑOR su Dios, cumplan siempre su voluntad, obedezcan sus mandamientos, se mantengan unidos a él y le sirvan de todo corazón y con todo su ser.»
Josué 23:6: »Sean fuertes y cuiden muy bien de hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin desviarse de él a izquierda ni a derecha.
3. Confía que Dios pelee por ti
Especialmente cuando las cosas se pongan difíciles, no dependas de tu propio poder ni inteligencia. Confía que cualquier éxito se debe al Señor, quien te guía y pelea por ti, algo que no hace para los incrédulos. Vas a lograr cosas grandes por El Señor si sigues en Su camino.
Josué 23:3: Ustedes mismos han visto lo que el SEÑOR su Dios hizo con estas naciones; saben cómo él actuó por ustedes y que el SEÑOR su Dios es quien pelea por ustedes.
4. No seas como el mundo
Trabajas en el mundo. Tu familia está creciendo en el mundo. No te rindes y ser como ellos. No sigues una vida mundana, sirviendo al dinero y lujos. No hay nada mal en ni de los dos, pero no eleves cosas mundanas a un nivel más alto que a Dios. No vivas para conseguir más: más casa, más ropa, más dinero, más belleza. Si sigues a estas cosas, convirtiéndolas en dioses, serán una trampa para ti, un pozo negro de lo cual no hay salida fácil. No te cases con un incrédulo. Críe a tus hijos para amar y obedecer a Dios. Toma una decisión: la de servir a dioses o en servir a Dios. Vive para agradar a Dios, aun si esto significa tener menos que sus colegas y amigas.
Josué 23:7 y 12: No tengan nada que ver con estas naciones que quedan con ustedes, ni mencionen el nombre de sus dioses, ni juren por ellos, ni les sirvan, ni les hagan reverencia. No se alejen de Dios y no se unan a los sobrevivientes de estas naciones que quedan. No se casen con ellos, ni se junten con ellos ni dejen que ellos se junten con ustedes.
Josué 24:15: Si no desean servir al SEÑOR, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los dioses a los que sus antepasados servían… o a los dioses… en cuya tierra viven. Pero yo y mi familia serviremos al SEÑOR.
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En la próxima devocional, Josué enviará a dos espías a Canaán, y una ramera los ayudará. Es el comienzo de una historia fascinante de la conquista de Canaán que no vas a querer perder.