La batalla espiritual
¿La batalla espiritual es real?
Hoy vamos a terminar nuestra serie sobre la maldad con la parte más importante, cómo entrar en la batalla espiritual. La biblia detalla pasos específicos que podemos tomar para luchar contra la maldad y cómo podemos proteger nuestros mentes y almas. Tal y como hubo una batalla en el cielo en que Satanás y una tercera parte de los ángeles escogieron pecar y rebelarse contra Dios, hay una batalla que toma lugar sin que lo percibamos, pero es tan importante como cualquier cosa que vemos. Si eres seguidor de Cristo, la batalla espiritual es parte de la vida cotidiana en este mundo. Cumplir con nuestra parte de la batalla es crucial para no caernos en la tentación y continuar siguiendo a Nuestro Salvador. A continuación, examinamos nueve cosas importantes que debes saber de la batalla espiritual.
Este artículo es parte de nuestra serie sobre la maldad. Si te interesa aprender más sobre este tema en su contexto bíblico, recomiendo los siguientes artículos en la serie:
El anticristo/la bestia- Será endemoniado por Satanás y será líder mundial durante la tribulación.
Demonios- ángeles caídos que pecaron junto con Satanás y fueron echados del cielo
El infierno- el último destino para todos que no han aceptado la salvación que Dios les ofrece.
El falso profeta- Ayudará a la bestia y estará encargado de su adoración y la marca de la bestia.
Satanás- era Lucifer, un ángel poderoso y hermoso, pero peco y fue expulsado del cielo
La tribulación- El periodo del tiempo después del rapto. Será el peor periodo de tiempo en toda la historia.
Nueve cosas importantes que debes saber de la batalla espiritual
1. La batalla espiritual es real. Satanás nos odia; quiere que fracasemos, que nos caigamos en un pozo negro del pecado. No se cansa ni se rinde; es como un león hambriento, buscando a quién devorar. Hay que estar siempre alerta para ver sus trampas y engaños.
Efesios 6:12: Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo.
I Pedro 5:8-9: Tengan dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo anda por ahí como un león rugiente buscando a quién devorar. Resistan al diablo y mantengan firmemente la fe. Sepan que sus hermanos en todo el mundo sufren igual que ustedes…
2. Las oraciones sin respuesta por esta batalla invisible. Podemos experimentar una demora en las respuestas a la oración. Cuando el profeta Daniel vivía en exilio en Babilonia, rezaba para entender una visión que tuvo. Por tres semanas, rezaba y ayunaba sin recibir respuesta alguna de Dios. Después de 24 días, recibió la respuesta con la visita de un ángel. En el siguiente texto, leemos la explicación que el ángel le dio a Daniel porqué la respuesta a su oración demoró tanto; quizás la demora a una respuesta que esperas es por lo mismo.
Daniel 10:11-14: El hombre habló y me dijo: «Estimado Daniel, presta atención a lo que te voy a decir. Levántate porque he sido enviado hasta ti». Cuando dijo eso, yo me levanté temblando. Él dijo: «Daniel no tengas miedo. Dios escuchó tu oración desde el primer día en que decidiste entender las cosas difíciles y humillarte con ayuno. Por eso estoy aquí. Miguel, uno de los príncipes más importantes, me ayudó; porque yo estaba detenido allí junto a los reyes de Persia. Vine para ayudarte a comprender lo que le va a pasar a tu pueblo en los últimos días. Pues esa visión que tuviste es sobre el futuro».
3. Nuestra fe en Dios es una defensa poderosa. Cuando confiamos en Dios y en la salvación que nos ofrece, poniendo nuestra fe en el perdón de nuestros pecados por el sacrificio que Jesucristo hizo por nosotros, nuestra fe nos da el poder de aguantar la tentación y vencer el mal.
I Juan 5:4-5: …porque todo aquel que sea hijo de Dios vence al mundo. Nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. ¿Quién es el que vence al mundo? El que cree que Jesús es el Hijo de Dios.
I Timoteo 6:12: Mantener la fe es como una competencia. Haz todo lo posible por ganar la carrera y obtener la vida eterna. Dios te llamó para tener esa vida cuando declaraste la gran verdad de tu fe ante mucha gente.
La palabra de Dios es la única verdad que existe.
4. La palabra de Dios es la única verdad que existe. La única verdad la tiene Dios, la cual comparte con nosotros en las escrituras. Cualquier cosa que contradice la palabra de Dios es una mentira malvada. Podemos saber la verdad y aferrarnos a ella. Satanás y los que le sirven pasan sus vidas con el propósito de engañarnos, estorbar nuestra fe y distorsionar y manipular la verdad. Hay que meditarnos en la única verdad, pura y sin manipulaciones, las sagradas escrituras, y no dudar de ella ni desviarnos del camino de la verdad.
Juan 8:32: Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
II Tesalonicenses 2:10: Por maldad, él hará todo lo que pueda para engañar a los que están perdidos porque no aceptaron amar la verdad para ser salvos. (Itálicos míos).
5. Dios ya venció a la maldad. No se compara Dios con Satanás ni los demonios. Dios no tiene rival ni igual. Dios los creó buenos y perfectos, pero pecaron y los echó del cielo. Como Dios ya venció a la maldad, le dio a todo creyente la autoridad de vencer a la maldad también. Para vencer al mal, hay que mantenerse alertas y firmes en la única verdad. Cuando seguimos la verdad, la que nos dio Dios en las escrituras, así podemos demostrar la falsedad de lo que el mundo diga y haga.
I Juan 4:4-5: Hijitos, ustedes son de Dios y por esto ya han derrotado a los enemigos de Cristo porque el que está en ustedes es más grande que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, hablan de lo del mundo y el mundo les hace caso.
Isaías 54:17: No tendrá éxito ningún arma que se fabrique para hacerte daño. Demostrarás la falsedad de todo aquel que hable contra ti en un tribunal. Esas son las ventajas de que gozarán los siervos del SEÑOR y la salvación que les daré. El SEÑOR lo ha decidido así.
6. Siempre hay una salida de la tentación. Dios siempre provee una salida de cualquier tentación, no tenemos que caernos en ella, tan solo hay que buscar la salida.
I Corintios 10:13: Ustedes sólo han tenido las mismas tentaciones que todos los demás. Pero Dios es fiel y no va a dejar que sean tentados más allá de lo que puedan soportar. Así que sepan que cuando sean tentados, van a poder soportar, porque Dios les dará una salida.
7. Protección en la batalla. Dios no nos envió desprotegidos al mundo. Al contrario, ha provisto armadura para protegernos contra la maldad. Vale la pena notar que la armadura es una defensa, no una arma: confiar en el Señor por la salvación, protegerse contra los engaños de Satanás, mantenerse firmes en la única verdad y en la justicia de Dios, y difundir la buenas nuevas del evangelio.
Efesios 6:14-17: Entonces manténganse firmes, pónganse el cinturón de la verdad y protéjanse con la coraza de la justicia. Prepárense poniéndose el calzado de anunciar las buenas noticias de la paz. Pero sobre todo, tomen el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del maligno. Utilicen la salvación como casco protector…
8. Las armas más efectivas. Además que armadura para defendernos, Dios nos ha brindado armas efectivas para entrar en la batalla espiritual, pero hay que saber cómo usarlas y practicar usándolas como si fueran una espada o un fusil. La palabra de Dios y la oración son las únicas armas, pero son tan poderosas que son todo lo que necesitamos.
Efesios 6:17-18: …Tomen la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren y pidan siempre con la ayuda del Espíritu. Manténganse alerta y no dejen de orar por todo el pueblo santo.
Hebreos 4:12: La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón. (Itálicos míos).
Las armas efectivas no son de este mundo.
9. Las armas efectivas no son de este mundo. Quizás te parece que la oración y la palabra de Dios no sean armas suficientes para entrar en la batalla espiritual, pero no es una lucha con carne y hueso. La palabra de Dios es la única cosa que destruye los argumentos y mentiras de este mundo. Con la palabra de Dios, hasta podemos transformar todos nuestros pensamientos y hacerlos obedientes a Dios. Cuando no sabes qué orar, orar la escritura es eficaz, poderosa y perfecta.
II Corintios 10:3-5: Es cierto que vivimos en este mundo, pero no luchamos como los seres humanos que viven en él. Las armas con las que luchamos no son de este mundo, sino que tienen el poder de Dios para destruir las fortalezas del enemigo. Con nuestras armas, también destruimos los argumentos de los que están en contra nuestra y acabamos con el orgullo que no le permite a la gente conocer a Dios. Así podemos capturar todos los pensamientos y hacer que obedezcan a Cristo.
Filipenses 4:8: En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso.