¿Los demonios son reales?

Vamos a continuar nuestra serie sobre la maldad con una examinación de ángeles caídos, o sea, demonios. Este artículo examinará de dónde provinieron, cómo funcionan en el mundo, y su destino eterno. Comenzamos con diez cosas que debes saber sobre los demonios.

Este artículo es parte de nuestra serie sobre la maldad. Si te interesa aprender más sobre este tema en su contexto bíblico, recomiendo los siguientes artículos en la serie: El anticristo/la bestia- Será endemoniado por Satanás y será líder mundial durante la tribulación, El infierno- el último destino para todos que no han aceptado la salvación que Dios les ofrece, El falso profeta- Ayudará a la bestia y estará encargado de su adoración y la marca de la bestia, La tribulación- El periodo del tiempo después del rapto. Será el peor periodo de tiempo en toda la historia.

Diez cosas que debes saber sobre ángeles caídos

1.                  Escogieron unirse con Lucifer para rebelarse contra Dios. Como Lucifer, los demonios eran ángeles que servían a Dios antes de escoger a pecar, ayudándole a Lucifer rebelar y luchar con Dios en un golpe de estado celestial. Lucifer quería reemplazar a Dios y se rebeló, llevando consigo una estimada tercera parte de todos los ángeles, los cuales se convirtieron en demonios, espíritus malvados e inmundos. Los demonios son todo lo opuesto a lo sagrado, lo que eran antes de caerse.

Apocalipsis 12:4: Con su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorarse a su hijo tan pronto naciera.

2.                  Como hizo con Satanás, Dios arrojó los ángeles caídos a la tierra. Como parte de su castigo por oponerse a Dios y rebelarse en la guerra celestial, fueron condenados a vivir en el mundo con nosotros.

Apocalipsis 12:7-9: Luego, hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles. El dragón y sus ángeles fueron derrotados y perdieron su lugar en el cielo. El dragón, esa antigua serpiente llamada también Diablo o Satanás, que engaña a todo el mundo, fue expulsado del cielo y fue arrojado a la tierra junto con sus ángeles. (Itálicos míos).

—¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido antes de tiempo para castigarnos?

3.                  Los demonios no dudan ni por un momento quién es Dios y que Jesús es Su hijo. Quizás mejor que nadie, conocen el poder de Dios y lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. A pesar de esto, su misión es hacernos no escuchar ni creer el evangelio, y dificultar el poner nuestra fe en y seguir a Jesús. En vez de endemoniarle a la gente, los demonios usualmente los influyen sutilmente, estudiándonos y presentándonos con tentaciones y distracciones cada vez que estemos abiertos a recibirlos. Pueden entrar y controlar a los incrédulos donde el espíritu santo no habita.

Santiago 2:19: ¿Crees que hay un solo Dios? ¡Qué bien! Pero los demonios también creen que hay un solo Dios y tiemblan de miedo.

Marcos 5:2-8: Apenas salió Jesús de la barca, llegó a recibirlo un hombre que tenía un espíritu maligno. Venía de las tumbas, donde vivía. Ni siquiera con cadenas lo podían sujetar. Varias veces le habían encadenado las manos y le habían puesto hierros en los pies, pero el hombre rompía las cadenas y destrozaba los hierros. Nadie podía controlarlo. Vagaba por las colinas y las cuevas de día y de noche, siempre gritando y cortándose con piedras. Cuando el hombre vio a Jesús a lo lejos, fue a él corriendo, se postró ante él y gritando muy fuerte le dijo: —¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? En el nombre de Dios, te suplico que no me atormentes. El hombre gritaba así porque Jesús le había dicho: «¡Espíritu maligno, sal de ese hombre!»

Marcos 1:23-24: De pronto llegó a la sinagoga un hombre poseído por un espíritu maligno que gritó: —¿Qué quieres de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!

Marcos 3:11-12: Cuando los espíritus malignos que algunos tenían veían a Jesús, se arrodillaban ante él y gritaban con fuerza: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero Jesús les ordenó con severidad que no hablaran de él delante de la gente. (Itálicos míos).

4.                  No le gusta ser echado de una persona. Cuando una persona es poseída por un demonio, tienen una fuerza física sobrehumano y saben cosas que los humanos no sabrían (por ejemplo, que Jesús es el hijo de Dios antes de que esto fuera anunciado). Después de ser rescatado por bajo la influencia de un demonio, si uno no se arrepiente, recibiendo la salvación y el espíritu santo, el demonio puede regresar a habitarle de nuevo, trayendo consigo refuerzos para dificultar ser echado otra vez.

Mateo 12:43-45: »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, pasa por lugares secos. Busca dónde quedarse a descansar, pero no encuentra nada. Entonces el espíritu dice: “Voy a volver a la casa de donde salí”. Al llegar se da cuenta de que está desocupada, limpia y ordenada. Entonces va y trae a otros siete espíritus peores que él y se van a vivir allí. Al final, esa persona queda peor de lo que estaba antes. Lo mismo le pasará a esta perversa generación.

5.                  Engañan a la gente. Pasan su tiempo en el mundo promoviendo falsas doctrinas tanto dentro de la iglesia como en el mundo. Cuando una persona pone su fe en Cristo, tiene que protegerse con la palabra de Dios para que se madure espiritualmente, que sepa cómo ponerse la armadura de Dios, y sea eficaz en difundir las buenas nuevas del evangelio al mundo.

I Timoteo 4:1: El Espíritu Santo dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, les harán caso a espíritus que mienten y seguirán enseñanzas de demonios. 

I Reyes 22:20-22: El SEÑOR les dijo: “¿Quién engañará a Acab para que ataque a Ramot de Galaad y muera ahí?” Los ángeles no estaban de acuerdo en cuanto a qué hacer. Entonces salió un espíritu y se puso delante del SEÑOR y le dijo: “¡Yo lo engañaré!” El SEÑOR contestó: “¿Cómo engañarás al rey Acab?” El ángel dijo: “Confundiré a todos los profetas de Acab. Les diré mentiras a los profetas para que engañen al rey Acab. Sus profecías serán mentiras”. Así que el Señor dijo: “¡De acuerdo! Ve y hazlo, que tendrás éxito en engañar al rey Acab”. (Itálicos míos).

Todos los ángeles caídos tienen límites impuestos por Dios.

6.                  Tienen que obedecer a Dios. Aunque sirven a Satanás, están bajo el control de Dios. Le tienen miedo y tienen que obedecerle.

I Samuel 16:14: El espíritu del SEÑOR abandonó a Saúl y el SEÑOR le envió un espíritu maligno que le causó muchos problemas. 

7.                  Nos abrimos a su influencia cuándo adoremos cualquier cosa que no sea Dios. Cuando adoramos a un ídolo, siendo de piedra o siendo los “modernos” (dinero, drogas, belleza, sexo, voluntad propia, poder, etc.), en realidad estamos sirviendo a demonios.

I Corintios 10:19-21: No estoy diciendo que los sacrificios a los ídolos tienen algún valor ni que los ídolos mismos lo tengan.  No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que ustedes compartan con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios. No pueden compartir de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios. (Itálicos míos).

8.                  Nuestra lucha mundana no es contra los que podemos ver. Ni tu jefe, ni el gobierno, ni tu ex es el verdadero enemigo, sino cuándo nos dejamos desprotegida contra la influencia de Satanás y los demonios.

Efesios 6:12: Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra gobernantes, contra autoridades, contra poderes de este mundo oscuro y contra fuerzas espirituales malignas del cielo. 

9.                  La mejor defensa es mantenerse fiel a Dios. Los demonios pueden ser derrotados. Dios les había brindado a sus seguidores la autoridad de exorcizarles de la gente; le haya dado este poder a un grupo selecto de creyentes de hoy en día.

Mateo 10:1: Jesús llamó a sus doce seguidores y les dio el poder de expulsar los espíritus malignos y de sanar toda clase de enfermedades.

Lucas 10:17: Los 72 elegidos regresaron muy felices y dijeron:—Señor, ¡hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!

10.              Saben que van a terminar en el infierno. Después del fin de la tribulación, habrá un gran juicio; serán juzgados y arrojados al infierno junto con Satanás, donde pasarán la eternidad siendo atormentados día y noche sin descanso. Su destino eterno fue sellado cuando tomaron la decisión de rebelarse contra Dios.

Mateo 25:41: »Luego les dirá a los que estén a su izquierda: “Aléjense de mí, malditos. Váyanse al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles.

2 Pedro 2:4: Dios no dejó sin castigo a los ángeles que pecaron. Al contrario, los envió al infierno y los puso en cavernas oscuras, donde estarán hasta el día del juicio.

Judas 1:6:  Acuérdense también de los ángeles que no conservaron su posición de autoridad sino que abandonaron su propio lugar. Dios los mantiene en la oscuridad, atados eternamente con cadenas, esperando el gran día del juicio. 

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

http://apoyocristiana.com
Anterior
Anterior

La batalla espiritual

Siguiente
Siguiente

¿Es Satanás real?