Las consecuencias del adulterio

Betsabé

Una adolescente noble. Esposa de un soldado. Solicitado por el rey de Israel. Hebrea piadosa. Mujer del rey. Reina Madre. Hoy vamos a explorar la vida de Betsabé, enfocándonos en el texto bíblico y no en ideas románticas y sensuales sacadas de novelas que exageran los hechos.  

Este artículo es parte de nuestra serie sobre la familia y socios del Rey David. Puedes leer los siguientes artículos en la serie::

Abigail- esposa sabia y hermosa de David

 Abner- General del ejército de Saúl

Absalón-hijo de David, asesinó a Amnón e intentó tomar el trono por la fuerza

Ajitofel- consejero de David quien lo traicionó y abuelo de Betsabé

Amnón- hijo mayor de David quien violó a su media hermana

Ana- madre de Samuel, sumo sacerdote quien ungió a David

Doeg- actuó por una mentira de David, asesinando a muchos sacerdotes

Elí- sacerdote quien no disciplinaba a sus hijos

Goliat- gigante filisteo quien David mató por Israel

Joab- General del ejército de David

Jonatán- leal amigo de David, hijo del Rey Saúl

La Reina de Sabá- reina que visita a Salomón, hijo de David

Mefiboset- hijo cojo del mejor amigo de David

Mical- primera esposa de David

Nabal- primer esposo de Abigail y hombre necio quien negó ayudar a David

Rizpa- Concubina de Saúl y madre ejemplar

Siba- siervo engañoso de Saúl

Tamar- fue violada por su medio hermano Amnón

Urias- primer esposo de Betsabé y guerrero de Israel quien David asesinó

Era la hija de Elián y nieta de Ajitofel, de una familia noble. Tanto Elián como Urias, su primer esposo, eran unos de los guerreros más prominentes, cercanos al rey y hábiles del ejército. Ajitofel era consejero de David. Como una noble, se comportaba como una mujer virtuosa y digna. Vamos a ver que no ganaría nada seduciendo al rey. Comenzamos con el texto, en esta escena infamosa en que David la llamó a venir ante él.

II Samuel 11:2-5

Una tarde, David se levantó de la cama y mientras se paseaba por la azotea del palacio, vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era muy hermosa. David mandó llamar a sus oficiales y les preguntó quién era la mujer. Uno de ellos respondió: «Es Betsabé, hija de Elián, esposa de Urías el hitita». Betsabé recién acababa de terminar su período menstrual y estaba cumpliendo los ritos de purificación de este, cuando David envió mensajeros a que la trajeran ante él. Cuando ella llegó, él se acostó con ella. Después de eso, ella volvió a su casa. Betsabé quedó embarazada y se lo hizo saber a David. (Itálicos míos).

No se puede desobedecer al rey

Según la tradición rabínica, era una adolescente. Pero David tenía ya unos cincuenta años- fácilmente pudiera haber sido su padre. Como una sujeta del rey, no podía resistir su pedido; su palabra era ley. Aunque no quería, tampoco podía desobedecer. David la vio, preguntó quién era, y la llamó a presentarse ante él. Probablemente, ella pensó que la llamara al palacio para decirle que su marido había fallecido en la batalla. Imagina su sorpresa de que el rey quería verla. Quizás habló con ella por un rato, quizás la invitó a comer, pero tarde o temprano, tuvo sexo con ella, él iniciando y ella la recipiente de su acto adulterio. El texto no nos dice si Betsabé y David ya se conocieron, pero es probable, como vivía tan cerca del palacio, un lugar privilegiado, reservado para los más leales al rey.

Era piadosa y no seductora

El hecho de que el texto nos dice la razón por la cual Betsabé se estaba bañando se quita cualquier culpabilidad por su parte. Estaba cumpliendo la ley de Moisés, no seduciendo al rey.  Es improbable que estuviera desnuda, sumergida en agua hasta la cintura, un acto sensual como es descrito en novelas y arte. Ni siquiera dice que estaba afuera en el techo de la casa. Es más preciso que se bañó pensando que estuviera en privado, con la ropa aún puesta, y con un recipiente de agua y una toalla, como el agua era un recurso escaso. La culpabilidad de verla es totalmente de David; nadie la hubiera visto si no fuera por David estando donde no debiera estar.

A diferencia que Dina, hija de Jacob, ni Tamar, hija de David, el texto no nos dice que fue una violación. Simplemente cumplió con el deseo del rey. Comentaristas bíblicas dicen que el hecho de que todavía no tenía un hijo, es probable que tenía menos que un año casada con Urias. Como él estaba en guerra por la mayoría de su matrimonio, no tuvieron la oportunidad de concebir un hijo.

No había un gran romance

Aunque películas y novelas tratan de insinuar un gran romance entre los dos, David no estaba enamorado de Betsabé. Simplemente se acostó con ella, ella gratificó su deseo, y no lo pensó más. Al llamar a su esposo para que le diera noticias de la guerra, David ya sabía que lo iba a usar para encubrir su pecado. Lo único que quería hacer era asegurarse de que Urias se fuera a su casa y se acostara con su esposa, así deshaciéndose del problema.

Embarazada y asustada

Después de un tiempo, Betsabé le mandó un mensaje a David diciendo que estaba esperando un hijo suyo. Bajo la ley de Moisés, el castigo por el adulterio era la muerte por lapidación; obviamente, no podía ser un hijo de su marido por su larga ausencia. Cuando Betsabé le mandó este mensaje, tenía miedo. ¿Qué le iba a pasar? Por obedecer al rey, ¿se iba a morir, aun embarazada? Claramente, podemos ver que nunca intentó seducir al rey; no valdría la pena arriesgar tanto tan solo por la oportunidad de formar parte del harén del rey. Al recibir el mensaje, David comenzó a actuar de inmediato, pensando que estuviera haciendo lo mejor para protegerla y encubrirse. David nunca dudó de que fuera el padre del hijo, confirmando otra vez que Betsabé era una judía piadosa atrapada en una situación horrenda.

Betsabé y Urias

Mientras Urias estaba con David, a lo mejor estuviera pensando qué raro que Betsabé no pasara por la entrada del palacio ni siquiera para saludarlo- seguramente se enteró de su llegada. Quizás una de esas noches se asomó de una ventana, y lo vio durmiendo afuera de la puerta del palacio o quizás alguien lo vio a la entrada del palacio y se lo comunicó. Opino que Betsabé sabía que Urias regresó, pero tenía tanto miedo de que se enterara de lo acontecido y le rompería el corazón, ni mencionar el castigo, que no fue a verlo. Pero no creo que Betsabé tuviera la menor idea de lo que David estuviera a punto de hacer.

El rey asesinó a su esposo

David mandó la muerte de Urias en el campo de batalla. Cuando Betsabé se enteró de la muerte de Urias, lamentó su muerte por alrededor de un mes. Creo que no sabía que David lo mandara a su muerte hasta después de la muerte de su recién nacido, castigo divino por el adulterio del rey. Si sumamos los meses entre comunicarle a David del embarazo, de la llegada de su esposo al palacio y su regreso a la guerra, la llegada de la noticia de la muerte de Urias, más el mes de luto, tendría ya alrededor de cuatro meses encinta cuando se casó con David. Pero el texto nos dice que aun casados, Dios todavía la consideró la mujer de Urias. Continuamos con la historia, leyendo los acontecimientos después de la muerte de su esposo.

II Samuel 11:26-27

Cuando Betsabé se enteró de que Urías, su esposo, había muerto, hizo duelo por él. Después del luto, David mandó que la llevaran al palacio. David se casó con ella y ella le dio un hijo, pero al SEÑOR no le agradó lo que David había hecho. (Itálicos míos).

Lamentó dos muertes

Era inocente, pero sufría las consecuencias del pecado. Nunca menciona que Dios la consideró culpable; el texto dice que al SEÑOR no le agradó lo que David había hecho. Aunque Betsabé no pecó, le tocó vivir con el resultado del pecado de David. Primero, perdió a su marido y el primer hijo que tuvo. Por años, tenía que ser testigo a tragedia tras tragedia con los demás hijos de David y la amargura hacia ella que seguramente las otras mujeres tenían, por ser la preferida y por cometer adulterio con David- aun siendo inocente. David se arrepintió ante Dios y Natán por haber asesinado a Urias y lamentó la muerte del recién nacido. Se dio cuenta de lo egoísta que era, y fue con Betsabé y la reconfortó en sus brazos. Seguimos con la historia, observando el cambio en David después de arrepentirse.

II Samuel 12:24

Entonces David fue a consolar a su esposa Betsabé y se acostó con ella. Betsabé quedó embarazada de nuevo y tuvo otro hijo, a quien David llamó Salomón. El SEÑOR tuvo agrado del niño.

Se convirtió en la esposa del rey 

Después de arrepentirse y lamentar su pecado, nota que el texto dice que fue a consolar a su esposa Betsabé y no a la mujer de Urias. En la perspectiva de Dios, no fue suya hasta que confesó, y se arrepintió. Entonces, bendijo al matrimonio con cuatro hijos, incluyendo Salomón. En vez de retirarse al harén, con vergüenza por no haber podido darle al rey un bebe saludable, David regresó con ella, una y otra vez. No se casó con ella por crear una alianza como la mayoría de sus matrimonios- la deseaba y la quería.

Madre de Salomón

Después de la muerte de los mayores hijos de David, quienes hubieran heredado el trono, Adonías, el hijo mayor sobreviviente, se puso como rey mientras David estaba en su lecho de muerte. Natán el profeta le urgió a Betsabé hablar con David y pedirle que nombrara a Salomón rey, como ya la había prometido. Betsabé fue delante del rey y vemos su afecto y ternura con ella todavía, aun siendo un anciano que iba a morir. Betsabé tenía unos treinta o quizás cuarenta años y luchaba por los derechos de su hijo, además de tener el puesto más codiciado de una esposa del rey: la madre reina. Continuamos con la historia, donde Betsabé fue a ver a David y todavía captaba su atención. 

I Reyes 1:15-18, 29-31

Entonces Betsabé fue a ver al rey en su cámara. El rey estaba muy viejo y Abisag la sunamita lo estaba atendiendo. Betsabé se inclinó ante el rey y él le preguntó:

¿Qué te pasa?

Entonces Betsabé le dijo:

—Majestad, ante el SEÑOR su Dios usted me prometió a mí, su sierva, que mi hijo Salomón iba a ser el próximo rey y que él iba a gobernar después de usted. Sin embargo, Adonías se ha hecho rey y Su Majestad no lo sabe. 

Y el rey dijo:

—Juro por el SEÑOR, quien me ha salvado la vida en todos los momentos de crisis, que cumpliré hoy mismo lo que te juré por el SEÑOR, Dios de Israel, cuando dije que Salomón tu hijo iba a ser rey después de mí.

Entonces Betsabé se postró rostro en tierra ante el rey y le dijo:

—¡Viva para siempre Su Majestad, el rey David! (Itálicos míos).

David la amaba de verdad

Vemos que aun cerca de la muerte, David tenía afecto y ternura por ella, dirigiéndose a ella inmediatamente, no tenía que esperar. Le preocupó su bienestar y le preguntó que tenía. Creo que por ella más que por Salomón, David cumplió su promesa de nombrar a Salomón el próximo rey. Betsabé pasó de simplemente una belleza a la reina madre, más poderosa que todas las mujeres.

Betsabé influyó a Salomón

Después de la coronación de Salomón, Adonías vino a hablar con Betsabé, para pedirle una favor. Quería casarse con Abisag la sunamita quien cuidó de su padre antes de morir, pero nunca fue íntima con ella. A lo mejor Adonías se enamoró de ella mientras cuidaba a su padre, y no se atrevió a pedir su mano mientras su padre vivía, por ser una falta de respeto. Adonías le pidió permiso para casarse con ella a la Reina Madre, y Betsabé por su parte fue a hablar con su hijo, el Rey Salomón. Seguimos con el texto, observando la reverencia y admiración que Salomón tenía para su madre.

I Reyes 2:16-22

Así que Betsabé se fue a ver al rey Salomón para hablarle a favor de Adonías. El rey Salomón la vio y se levantó para saludarla. Se inclinó ante ella y luego se sentó en su trono. A los sirvientes les dijo que trajeran un trono para ella. Así que ella se sentó a la derecha del rey.

Betsabé le dijo:

—Tengo un pequeño favor que pedirte; no me lo niegues.

El rey contestó:

—Pide lo que quieras, no te lo negaré.

Así que Betsabé le dijo:

—Permite que tu hermano Adonías se case con Abisag la sunamita.

El rey Salomón contestó a su mamá:

—¿Por qué me estás diciendo que le dé Abisag a Adonías? ¿Por qué no me pides hacerlo rey también, ya que es mayor que yo? (Itálicos míos).

La Reina Madre

Salomón se levantó cuando su madre entró, la saludó, se inclinó ante ella e hizo que trajeran un trono para sentarse a su lado, tratándola como un igual, cosa que David aparentemente nunca hizo, aunque negó su pedido. Betsabé no tenía su propio trono hasta que Salomón asumió el reinado. Cuando esto sucedió, gozaba de más poder, siendo la Reina Madre. Durante su reino, suponemos que Betsabé tenía mucha influencia sobre su hijo y por los salmos y proverbios que escribió sobre la maternidad y las madres, sabemos que la elogiaba y la respetaba mucho. En sus últimos años, se supone que después de la muerte de su madre, Salomón comenzó a adorar dioses paganos y tenía alrededor de mil mujeres en su harén, quizás en parte por la falta de buen juicio que Betsabé había traído al palacio y el reinado.

Actividad para procesar:

Hoy en día el adulterio es común. El adulterio no es reservado tan solo para los casados: cuando uno tiene relaciones sin estar casado, es fornicación. Pero, en Jesucristo, hay perdón. Si has pecado en esta área de tu vida, o estás en pecado, reza y confiesa tu pecado al Señor, tal y como David lo hizo.  Si te arrepientes, dejando el pecado, Dios es fiel para perdonarte y fortalecerte para resistir caer en la misma tentación.

Quizás, como David, habrá consecuencias del adulterio y es mejor enfrentar cualquier consecuencia con apoyo. ¿Dónde puedes acudir para recibir ayuda y apoyo para no caer en la tentación y con las consecuencias del adulterio?

Evelyn Bou

Empatizo con el caos que el dolor traiga. Sé lo que es tratar de utilizar los recursos disponibles para mejorar, al terminar sintiéndose frustrada y aún más sola. Aprendí tanto sobre el dolor que me convertí en una coach certificada en el duelo y las relaciones, y profesional del trauma, con la esperanza de ayudar y brindándoles apoyo emocional a otras mujeres cristianas.

http://apoyocristiana.com
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