Los tres primogénitos que no recibieron la primogenitura
Los tres primogénitos que no recibieron la primogenitura
¿Qué tenían en común los primogénitos de Abraham, Isaac, y Jacob? Ninguno de los primogénitos de los patriarcas recibió la bendición de la primogenitura. En esta devocional vamos a repasar algunos momentos claves en la vida de los tres primogénitos, Ismael, Esaú, y Rubén, y tratar de entender por qué no recibieron ni la bendición de Dios ni la primogenitura.
Ismael, el hijo ilegítimo de Abraham y Agar
Luchará contra todo el mundo y todo el mundo luchará contra él
Por su falta de fe en Dios, Sara y Abraham cometieron un grave error. Después de años de intentar concebir un bebe, Sara le dio su esclava egipcia, Agar, a Abraham, para que, a través de ella, pudieran tener un descendiente. Así que, a petición de Sara, Abraham se acostó con la sierva de su esposa y concibieron un hijo. Comenzamos esta devocional conociendo a este niño ilegítimo de Abraham, Ismael.
Después de embarazarse, Agar ya no quiso ser la esclava, sino quería que Sara fuera la que le atendiera. Muy resentida, Sara maltrató a la sierva embarazada. Agar no lo aguantó y huyó, vagando sola en el desierto hacia una cierta muerte. Mientras contemplaba qué hacer, seguir o rendirse al sol y serpientes, un ángel del Señor la encontró. El ángel la mandó a regresar con su dueña Sara; también le dijo cómo sería la criatura que estaba creciendo en su vientre. Comenzamos la historia de Ismael.
Darás a luz a un hijo al que llamarás Ismael
Génesis 16:10-13: Además el ángel del SEÑOR le dijo: —Multiplicaré a tus hijos grandemente, tanto que no podrán contarse. …Ahora que estás embarazada, darás a luz a un hijo al que llamarás Ismael ya que el SEÑOR ha escuchado tu tristeza. Será tan libre como un asno salvaje. Luchará contra todo el mundo y todo el mundo luchará contra él. Vivirá en desacuerdo con todos sus hermanos.
Como el SEÑOR le había hablado, ella le puso por nombre: «Eres el Dios que me ve», porque como ella dijo: «En realidad he visto aquí a Aquel que me ve».
Luchará contra todo el mundo y todo el mundo luchará contra él
Agar regresó al servicio de Sara, y dio a luz a Ismael, el primogénito de Abraham. Abraham no creyó que a su edad Sara podría darle un hijo y le preguntó a Dios si Su bendición sería a través de Ismael. Dios le confirmó que Su promesa se realizaría a través del hijo que tendrá con su esposa y no Ismael. Continuamos la historia, leyendo qué Dios le dijo a Abraham con respeto a su hijo Ismael.
Se convertirá en un pueblo numeroso
Génesis 17:20: He escuchado lo que has dicho con respecto a Ismael. Yo le daré mi bendición, tendrá muchos hijos y se convertirá en un pueblo numeroso. Será el padre de doce príncipes y convertiré a toda su familia en una gran nación.
Ese mismo día, Abraham, a sus 99 años, fue circuncidado junto con Ismael, quien tenía 13 años.
Fue echado del campamento
Alrededor de trece años después del nacimiento de Ismael, Isaac nació. A Sara no le gustó la forma en que Ismael, ya un adolescente, trató a su hijo. Sara no quiso que su hijo creciera a lado de ese niño ilegítimo y quería que toda la herencia fuera a su hijo, dejándole a Ismael con las manos vacías. Continuamos la historia leyendo lo que Sara exigió que su marido hiciera.
Echa de aquí a esa esclava y a su hijo
Génesis 21:10-13: Entonces Sara le dijo a Abraham: «Tienes que echar de aquí a esa esclava y a su hijo. El hijo de esa esclava no va a compartir la herencia con mi hijo Isaac».
A Abraham no le gustó nada la idea porque se trataba de un hijo suyo. Entonces Dios le dijo a Abraham: «No te preocupes por tu esclava ni por el muchacho. Haz todo lo que Sara te diga ya que tu verdadera descendencia será trazada sólo a través de Isaac. También haré una nación con el hijo de la esclava porque él es hijo tuyo».
Tu verdadera descendencia será trazada sólo a través de Isaac
Dios le dijo claramente que iba a cumplir Su promesa a través de Isaac y no a través de Ismael. La mañana siguiente, Abraham madrugó, y tomando pan y un poco de agua, echó a Agar y Ismael del campamento. Después de unas horas vagando por el desierto bajo el sol, se le acabó el agua. Creyó que esta vez iba a morir junto con Ismael. Agar puso Ismael debajo de un arbusto que ofrecía un poquito de sombra, y se alejó un poquito para no verlo morir. Pero, como antes, un ángel se le apareció y le permitió ver una fuente de agua que los ayudó a sobrevivir y continuar su viaje.
Por qué Isaac y no Ismael recibió tenía la bendición de Dios
Ismael se convirtió en un gran cazador. No tenía una vida fácil: su padre lo rechazó, y no amó a su madre. Como su madre, crecía como un pagano, y cría a todos sus hijos como paganos. Ismael es considerado un patriarca de islam, y el padre de los árabes, quienes en el futuro serían enemigos de Israel, tal y como Dios prometió: “Será tan libre como un asno salvaje, luchará contra todo el mundo y todo el mundo luchará contra él. Vivirá en desacuerdo con todos sus hermanos” (Génesis 16:12). La razón por la cual Ismael no recibió la primogenitura es simple: en la perspectiva de Dios, fue el hijo ilegítimo y no el hijo bendito.
Esaú, el primogénito de Isaac y Rebeca
Esaú era el primogénito de Isaac y Rebeca, pero no recibió la bendición de la primogenitura. Esaú y Jacob eran gemelos, pero no se parecían para nada. Como su tío Ismael, era un cazador, un pagano, y estableció el pueblo de Edom, un enemigo de Israel. Esaú era el preferido de Isaac y Jacob el de Rebeca. A Esaú le gustaba vivir como un pagano y no le interesaba Dios ni agradar a sus padres. Continuamos esta devocional explorando por qué Dios no lo escogió para establecer el pueblo de Israel.
A Esaú no le importó la primogenitura
En el mundo antiguo, ser el primogénito significaba convertirse en el líder de la familia a la muerte de su padre y heredar una doble porción de la herencia. Desde muy joven, Jacob era el más responsable y quería la primogenitura. Buscaba oportunidades para recibir los derechos del hijo mayor. Una de estas veces, Jacob estaba cocinando pan y una sopa de lentejas cuando Esaú llegó al campo exhausto y hambriento. Le pidió a su hermano menor algo de comer. El intercambio que sigue es un excelente ejemplo de lo poco que la primogenitura valía para Esaú. Continuamos con la historia, leyendo cómo Esaú tan solo pensaba en el aquí y ahora.
Esaú le vendió a Jacob los derechos que él tenía por ser hijo mayor
Génesis 25:30-34: y [Esaú] le dijo a Jacob:
—Estoy exhausto, déjame comer un poco de esa sopa roja que tienes ahí…
Pero Jacob dijo:
—Véndeme los derechos que tú tienes por ser el hijo mayor de nuestro papá.
Esaú dijo:
—Estoy que me muero de hambre, y muerto no me serviría de nada toda la riqueza de mi papá.
Jacob dijo:
—Antes, prométeme que me darás tus derechos de hijo mayor.
Entonces Esaú se lo prometió y así le vendió a Jacob los derechos que él tenía por ser hijo mayor. Entonces Jacob le dio pan y sopa de lentejas a Esaú, quien comió y bebió, y luego se levantó y se fue. De esta manera demostró lo poco que le importaban sus derechos de ser el hijo mayor.
Esaú era un pagano
Claramente, Esaú no iba a morir por faltar una comida, aun si no hubiera comida en dos o tres días. Pero sentía dolores de hambre y cansancio y buscó remediar la incomodidad físico de inmediato, vendiendo lo más valioso que tenía. Esaú vivía en el momento, sin reflexionar sobre cosas espirituales. Se casó con dos mujeres paganas, Judit y Basemat. Estas mujeres trajeron muchas prácticas paganas al campamento y les amargaron la vida de sus suegros. Al gran disgusto de sus padres, además de casarse con las dos paganas, Esaú se casó con una tercera pagana, Majalat, hija de su tío Ismael, y luego con una cuarta pagana. Esaú tenía muchos descendientes y se convirtió en el padre de los edomitas, una nación pagana enemiga de Israel.
El libro de hebreos en el nuevo testamento nos da una pista a la razón por la cual Esaú no recibió la primogenitura: casado con cuatro paganas, cometió inmoralidades sexuales. Continuamos leyendo la razón que el autor de hebreos nos da por qué Esaú no recibió la primogenitura.
Esaú cometió inmoralidades sexuales y le faltaba al respeto a Dios
Hebreos 12:16-17: No cometan inmoralidades sexuales ni le falten al respeto a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú cuando vendió los derechos que tenía como hijo mayor a cambio de una sola comida. Ustedes ya saben que después trató de conseguir la bendición de su papá y, aunque la suplicó con lágrimas, él no se la dio, pues ya no podía cambiar lo que había hecho.
Esaú no recibió la bendición de Dios
Cuando Issac ya era un anciano y casi ciego, le pidió a su hijo preferido, Esaú, que fuera a cazar, prepáralo como a él le gustaba, y traérselo para así darle su bendición del primogénito. Fue el momento que Esaú había esperado, y se fue a cazar un venado con visiones de lo rico y poderoso que iba a ser después de ese día. Pero su madre estaba escuchando a escondidas y no quiso que su hijo mayor recibiera la bendición. Habló con Jacob, contándole todo lo que había escuchado. Recordamos que Jacob y Esaú no se parecían para nada. Jacob se lo mencionó a su madre que no tenía el velludo de su hermano, pero su madre le persuadió seguir sus instrucciones. Jacob fue y mató unas cabras del rebaño, y su madre las preparó. Luego vistió a Jacob con ropa de Esaú y lo mandó a la tienda de su padre para recibir la bendición.
Isaac sabía que Esaú no seguía a Dios, que se casó con mujeres paganas, y para él la primogenitura le valía menos que un guisado y pan. Pero a pesar de todo eso, quería darle la bendición. Con el disfraz, Jacob logró engañar a su padre y recibió la bendición del primogénito que Isaac había reservado para Esaú. Poco después, Esaú se enteró del engaño de su gemelo. Furioso, Esaú maldijo a su gemelo, exclamando que fue la segunda vez que Jacob lo engañó, sin tomar ninguna responsabilidad por vender su primogenitura a su hermanito. Quería la bendición de su padre, lo que fuera y le pidió darle una bendición. Isaac resistió, pero Esaú comenzó a llorar a gritos. Isaac le dio una bendición muy distinta a la que le dio a Jacob. Continuamos leyendo la bendición que parecía maldición que le dio a Esaú.
¿No has guardado una bendición para mí?
Génesis 27:37, 39-40: Isaac le respondió a Esaú:
—Le di a él control sobre ti, a todos sus hermanos como siervos y también abundancia de cosechas y vino. ¿Qué puedo darte a ti, hijo mío?
…Entonces Isaac le dijo: «No vivirás en buenas tierras, y no recibirás mucha lluvia. Tendrás que pelear para vivir, y serás esclavo de tu hermano. Pero cuando estés listo, te separarás de su control».
Serás esclavo de tu hermano
Años después, Esaú y Jacob se reencontraron, y Esaú ya no le guardó rencor. Esaú se convirtió en un hombre rico y ya no creyó que le faltara nada que la bendición traía. Como su padre Isaac le dijo hace más de 20 años, cuando estuviera listo, dejará de ser controlado por su odio y envidia de su hermano. Aunque Esaú se calmó, nunca siguió a Dios. Tenía cuatro esposas paganas y varios hijos. Un poco después de reunirse con Jacob, su padre Isaac murió y él y Jacob lo enterraron. Terminamos la historia de Esaú leyendo cómo terminó convirtiéndose en el padre de la nación de Edom, un pueblo pagano y enemigo de Israel.
Jacob es Israel, Esaú es Edom
Génesis 36:6-8: Luego Esaú tomó sus esposas, sus hijos, sus hijas, y toda la gente que vivía con él. También se llevó su ganado, todos sus otros animales y todo lo que había conseguido en Canaán. Se fue a vivir a otra tierra, lejos de su hermano Jacob. El ganado de Jacob y el ganado de Esaú aumentaron tanto que no era posible vivir todos juntos en la tierra de Canaán. Entonces Esaú se fue a vivir a la región montañosa de Seír. Esaú también es llamado Edom.
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Jacob siguió a Dios y Esaú no; por eso, no recibió la primogenitura.
Rubén era el primogénito de Jacob y Lea
Rubén era el primogénito de Jacob y Lea, pero no recibió la bendición de la primogenitura. Desde joven, sabía que no iba a recibir la primogenitura. Cuando su padre le dio la túnica distinguida a José, estaba declarando quién sería el próximo líder de la familia, y no iba a ser Rubén. Continuamos la devocional examinando la vida de Rubén, enfocándonos en por qué no recibió la primogenitura.
Rubén se acostó con Bilhá
Quizás por sentirse ignorado, quizás por una atracción pasajera, o quizás un amor totalmente prohibido, Rubén se acostó con una de las concubinas de su padre, Bilhá. Notamos que dice que Rubén se acostó con Bilhá; no dice que la violó, ni que ella resistió, ni que el acto se repitió. En Génesis 35:22, nos dice que cuando su padre se enteró, se enojó mucho. Tenemos que preguntarnos, ¿Por qué Rubén se arriesgó tanto por Bilhá? Una posibilidad es que Rubén se acostó con Bilhá para demostrar su poder como primogénito y a la vez su disgusto con cómo su padre trataba a José como tal. Pero, como el texto no implica que la tomó contra su voluntad, creo que hay más evidencia que apoya que se amaran en secreto, y por razones obvias tuvieron que reprimir sus sentimientos.
Sabían que en el pequeño campamento, no había secretos. Pero a pesar de todo eso, Rubén se arriesgó y se acercó a esta mujer prohibida. Podemos suponer que Bilhá era mucho más joven que Jacob, pero Rubén era más de su edad y más a su gusto. Una noche, quizás cuando Jacob no estuvo, cayeron en la tentación y pecaron. Luego los dos se arrepintieron y no volvieron a estar juntos. Al enterarse, Jacob se enfureció, pero no dice que los confrontó. Rubén y Bilhá tenían mucho que perder por haber arriesgado tanto. Rubén pudiera perder su herencia y eso es precisamente lo que aconteció; su pecado con la concubina de su padre fue la razón principal por la que no recibió la primogenitura. Veremos más adelante cuando Jacob murió, todavía le guardaba rencor por tomar a Bilhá.
La muerte de Jacob
En su lecho de muerte, Jacob le dio una bendición a cada uno de sus hijos. Pero por haber tenido relaciones con Bilhá, le quitó la bendición del primogénito y se la dio a José. Continuamos con el último pasaje del texto para terminar la historia de Rubén, el último primogénito de los patriarcas quien no recibió la primogenitura.
No seguirás siendo el más honorable, por haberte metido en la cama de tu papá
Génesis 49:3-4: »Rubén, tú eres mi hijo mayor, mi fuerza y la primera muestra de mi hombría. Tú fuiste el más honorable y poderoso de mis hijos. Pero eres incontrolable como el agua. No seguirás siendo el más honorable, por haberte metido en la cama de tu papá. Llevaste vergüenza a mi cama, la cama en la que te metiste.