¿Quién era Bilhá?

Sierva, media hermana, madre sustituta

La tradición rabínica y comentaristas bíblicos nos cuentan unas cosas sobre el posible origen de Bilhá, la sirviente de Raquel y concubina de Jacob. Pero antes de especular sobre quién era, notamos que a ciencia cierta, no sabemos más que está escrito en la biblia. Como siempre, utilizamos la tradición rabínica y los comentarios de los expertos en la biblia para darnos un entendimiento más amplia del texto, pero nunca para reemplazarlo ni corregirlo. ¡La palabra de Dios es infalible!

Esta devocional es parte de nuestra serie en Génesis. Si no has leído las otras devocionales en la serie, te invito a leer las siguientes:

El comienzo: la creación, Adán, Eva, sus hijos Caín y Abel, los hijos de Dios, Noé en el diluvio, y la torre de Babel

La familia de Abraham: Téraj, el padre pagano de Abraham, Abraham, el padre de nuestra fe,  el misterioso sumo sacerdote Melquisedec, la visita del Señor a Abraham, Lot, el sobrino de Abraham que vivía en Sodoma, los secuestros de Sara, Agar, la madre de Ismael, Ismael, primogénito que no heredó la descendencia de Abraham,

La familia de Isaac: Isaac, hijo de Abraham y Sara, Isaac-esperado, envidiado y engañado, Dios le pidió a Abraham sacrificar a su hijo,  la historia de amor de Isaac y Rebeca, la matriarca Rebeca, los gemelos muy distintos, Esaú y Jacob,  Jacob y no Esaú recibió la bendición del primogénito  ¿Quién era Esaú?

La familia de Jacob: la escalera de Jacob, Jacob se enamoró de Raquel, pero se casó con Lea, Raquel, la amada de Jacob,  la rivalidad entre Raquel y Lea, Lea, Raquel, ¿Quién era Labán? Labán era el maestro de estafadoresLabán persiguió a Jacob y hicieron un pacto, Jacob se reunió con EsaúJacob luchó con Dios

Los hijos de Jacob: la violación de Dina, José el soñador

¿Sierva a su media hermana?

Según la tradición rabínica, ambas Zilpá y Bilhá eran hijas de Labán por su concubina. Así que eran media hermanas de Lea y Raquel, pero en vez de tratarlas como hermanas, eran sirvientas. Aun si Bilhá fuera media hermana de Raquel, fue muy improbable que gozaran de una relación cercana, sino una de amo y sirvienta. Labán se la regaló a Raquel para atenderla cuando se casó. Imagínate cómo sentía Bilhá a servir a su padre en vez de ser su hija, y luego tener que servir a su hermana, nada más por no ser una hija de la esposa, sino de la concubina. Una sierva servía a su amo por vida; era propiedad y el amo podría hacer lo que quería con su siervo. Si fueras Bilhá, cómo te sentirías, ¿humillada, invisible, vengativa? Pero las cosas empeoraron; después de años de estar casada con Jacob, Raquel no pudo concebir. Comenzamos la historia Bilhá leyendo como la sierva de Raquel se convirtió en mujer de Jacob.

Ten relaciones con mi sierva

Génesis 30:3-8: Luego Raquel (le) dijo (a Jacob): —Toma a mi sierva Bilhá como concubina, ten relaciones sexuales con ella y ella dará a luz a un hijo para mí. De esa manera podré tener hijos por medio de ella.

Entonces Raquel le dio su sierva Bilhá a Jacob. Jacob tuvo relaciones sexuales con ella, Bilhá quedó embarazada y dio a luz a un hijo para Jacob.

Raquel dijo: «Dios ha escuchado mis oraciones y ha decidido darme un hijo». Por esta razón, Raquel llamó a su hijo Dan.

Bilhá, la sierva de Raquel, volvió a quedar embarazada y le dio a Jacob un segundo hijo. Raquel dijo: «Peleé duro para competir con mi hermana, y yo gané». Entonces lo llamó Neftalí.

Raquel usó a Bilhá

Es probable que Zilpá y Bilhá fueran productos del viejez de Labán, así que podemos suponer que Bilhá fuera mucho más joven que Jacob y le diera asco la idea de estar con él. Bilhá no rehusó, más que nada porque no tenía de otra. Es posible que Bilhá estuviera contenta en ser la sirvienta de su padre y de su media hermana, feliz de ayudar como podía y agradecida con la oportunidad de ayudarle a su dueña tener hijos.  En mi opinión, este escenario es menos probable. Raquel y Bilhá no eran amigas, especialmente si fueran media hermanas. Creo que fue más probable que Bilhá fingiera llevarse bien con Raquel, pero tenía celos de ella y no la quería. Si Lea, Raquel, Zilpá y Bilhá fueran hermanas, es fácil imaginar que cuatro media hermanas, todas casadas con el mismo hombre, hubiera sido muy complicado y frustrante, que había muchas peleas entre todas, como el texto relata de las entre Lea y Raquel. Quizás Bilhá soñara con casarse con su propio marido, pero era Raquel quien mandaba, así que le gustara o no, tenía que aguantar a compartir un solo hombre.

La madre sustituta

Para Raquel, la respuesta a su infertilidad era la misma respuesta a todo en su vida: usar a otra persona para conseguir lo que quería. Después de que Jacob la reprendió por intentar echarle la culpa por no embarazarse, ella no dudó en darle su sirviente Bilhá para que se acostara con ella. Raquel tenía la esperanza que concibiera un hijo, siendo una madre sustituta. La idea era lo mismo que Sara tuvo con Agar, que su marido se acostara con ella tan solo lo suficiente para embarazarla y cuando dio a luz, la madre renunciaría a todos sus derechos y el hijo sería propiedad del amo. Pero no funcionó así en ninguno de los dos casos. El texto no nos dice cómo Jacob reaccionó cuando Raquel le pidió que se acostara con Bilhá, tan solo nos dice que él lo hizo.

Pronto, Bilhá se embarazó y dio a luz a un hijo, al cual Raquel le puso el nombre Dan. Después del nacimiento de Dan, Raquel dijo: «Dios ha escuchado mis oraciones y ha decidido darme un hijo». Parece irónico que dijera que Dios decidió darle un hijo, cuando ella se arregló todo. A fin de cuentas, darle a Jacob a su sierva para acostarse con ella no era la voluntad de Dios. No sabemos si a Jacob le gustó acostarse con Bilhá o si Raquel se lo exigió, pero ella se quedó encinta de nuevo y dio a luz un segundo hijo, Neftalí. Después de su nacimiento, Raquel dijo: «Peleé duro para competir con mi hermana, y yo gané». Después del segundo nacimiento, Raquel reveló sus verdaderas intenciones y no tenían nada que ver con Dios, sino competir con Lea.

El texto nos dice que fue Raquel y no Bilhá quien les puso los nombres a sus hijos. Era probable que Bilhá los cuidara y criara, pero todo bajo las instrucciones de Raquel. Quizás cuando Raquel dio a luz a José, los olvidó o por lo menos no les prestaba tanta atención y le permitió a Bilhá criarlos según su propio juicio. Después de la muerte de Raquel, según la tradición rabínica, fue Bilhá quien ocupó su lugar, criando a sus hijos y siendo la primera esposa de Jacob, su favorita. Pero, Bilhá tenía a otro. Seguimos la historia leyendo el encuentro que Bilhá tuvo con el primogénito de Jacob.

Rubén se acostó con Bilhá

Génesis 35:22: Mientras Israel estaba viviendo en esa tierra, Rubén se acostó con Bilhá, la concubina de su papá. Cuando Israel se enteró, se puso furioso.

Rubén y Bilhá

El texto nos dice que Rubén se acostó con Bilhá, no que la violó ni que el acto se repitió, ni de la presencia o ausencia de los sentimientos que tenían.  Simplemente dice que él tuvo relaciones con ella y que Jacob, al enterarse, se puso furioso.  La tradición rabínica interpreta este acto de varias maneras. Una posibilidad es que Rubén, como Absalón, se acostó con Bilhá para mostrar su poder y disgusto con su padre. Otra posibilidad es que Rubén estaba enamorado con Bilhá. El texto no indica que la violó ni que ella resistió, así que creo que él tenía sentimientos por ella, y quizás ella lo quería también. Es probable que Rubén fuera más cerca en edad a Bilhá y más a su gusto que el padre. Cayeron en pecado, se arrepintieron y por lo tanto no volvieron a estar juntos.  Su pecado tenía efectos devastadores; al morir, Jacob mencionó este acto y le quitó la bendición del primogénito y se la dio a José. Pero no leemos que le echó la culpa a Bilhá. Terminamos la historia de Bilhá leyendo lo que Jacob le dijo a Rubén mientras estaba en su lecho de muerte.

Te metiste en mi cama y llevaste la vergüenza

Génesis 49:3-4: Rubén, tú eres mi hijo mayor, mi fuerza y la primera muestra de mi hombría. Tú fuiste el más honorable y poderoso de mis hijos. Pero eres incontrolable como el agua. No seguirás siendo el más honorable, por haberte metido en la cama de tu papá. Llevaste vergüenza a mi cama, la cama en la que te metiste.

Anterior
Anterior

Las matriarcas de nuestra fe

Siguiente
Siguiente

Lea, la esposa no amada