David peca y hace un censo militar
David escucha a Satanás y Israel sufre una peste
En los últimos estudios, echamos un vistazo al gran amor de la concubina Rizpa para sus hijos y las muchas mujeres del Rey David. En este estudio, David hace un censo en Israel con resultados desastrosos. Comenzamos la historia leyendo quién le dio la idea al rey y cómo Joab trató de disuadirlo.
Satanás se puso en contra de Israel e incitó a David para hacer un censo
I Crónicas 21:1-3: Satanás se puso en contra de Israel e incitó a David para hacer un censo en Israel. Entonces David les ordenó a Joab y a los comandantes del ejército:
—Vayan y levanten un censo de Israel, desde Berseba hasta Dan, y tráiganme un informe para que yo sepa cuánta gente hay.
Pero Joab le dijo:
—Que el SEÑOR multiplique cien veces el número de gente que hay y que Su Majestad pueda verlo con sus propios ojos. Pero Majestad, ¿qué importancia tiene saber cuántos hay si todos son sus siervos? ¿Por qué va a provocar Su Majestad un motivo de culpa para Israel?
¿qué importancia tiene saber cuántos hay si todos son sus siervos?
El autor nos dice que Satanás se puso en contra de Israel. Desde siempre ha estado en contra de Israel, y de todos los que pertenecen a Dios. David, siendo un hombre que hablaba con Dios y escuchaba directamente de Él, ¿Cómo se permitió escuchar a Satanás? Quizás de la misma manera que se permitió cometer adulterio con Betsabé- descansando, estando donde no debe, fijándose en cosas que no debe. Al comenzar esta historia, David ya es viejo y quizás en sus últimos años, se relaje demasiado. Por su edad, a petición de sus oficiales, ya no sale con su ejército. Quizás por artritis, ya no toque el arpa. Tiene tiempo libre y escucha los susurros de Satanás quien le preguntó algo que parece inocente; ¿no quieres saber cuántos hombres tienes a su disposición en caso de otra guerra? Parece sensato, ¿no? Nuestros gobiernos hacen censos regularmente para saber cuántos hay, y dónde, para brindar apropiados servicios gubernamentales. Entonces, ¿Por qué es un pecado que David hace un censo? En Éxodo, dice que Israel pertenece a Dios y tan solo debe contar lo que pertenece a sí mismo. Así que, es como si David creyera que Israel pertenece a él, y en su orgullo, incitado por Satanás, quiere contar lo suyo. Quizás también sea un pecado porque en vez de depender totalmente de Dios, después de saber cuántos hombres tenía a su disposición, podría depender de un ejército grandísimo.
Joab le pide que no lo haga
Joab, su general, le advierte que no deba levantar un censo, que Israel pagará por las acciones del rey. ¿Cómo que Joab, siendo un hombre lejos de Dios, sabe que el censo conducirá a la destrucción cuando David parece ignorar este hecho? Volvemos al texto: Satanás incitó a David. No sabemos cómo lo incite, pero lo cegó de la verdad, y David estaba totalmente entregado al pecado. Joab no tenía miedo a confrontar a David y le pide que reconsidere. Le recuerda que si lo que quiere sea añadir hombres al ejército, ¿para qué, cuando todos le servían de todos modos? El texto dice que David le exigió a Joab obedecerlo, y de mala gana, Joab, acompañado de los comandantes del ejército, fueron a hacer el conteo. Según el texto en 2 Samuel 24:8, Joab y sus hombres tardaron nueve meses y veinte días para cumplir con su deber. David tuvo casi diez meses para darse cuenta del pecado, pero esto no sucedió. Luego Joab le entregó los resultados al rey: había en todo Israel alrededor de un millón y medio de hombres a la edad de servicio militar. Continuamos con la historia, leyendo que Joab y Dios compartieron la misma actitud sobre el censo que David ordenó.
Joab y Dios se molestaron con esa orden del rey
I Crónicas 21:6-7: Joab no estaba de acuerdo con la orden del rey y por eso no contó a la gente de la tribu de Leví ni de Benjamín. Dios también se molestó con esa orden del rey, y por eso castigó a Israel.
Dios castiga a Israel
Como ha hecho anteriormente, Joab no cumple con las órdenes de David al pie de la letra, así que el censo no está completo. Quizás Joab pensara que como los levitas servían en el templo y no en el ejército, no valía la pena contarlos, y como Benjamin era la más pequeña, tampoco valía la pena contar esta tribu. Dios se molestó con David por escuchar a Satanás, y por eso, iba a castigar a Israel. No sabemos cuánto tiempo pasara antes de que David se diera cuenta que pecó, pero al darse cuenta, el texto dice que le pidió a Dios perdón. Continuamos con la historia, leyendo las tres opciones de castigo que Dios le da a David a través de su sacerdote Gad.
Hambre, Huir, o Peste
I Crónicas 21:9-13: Entonces el SEÑOR le habló a Gad, profeta de David: «Ve y dile a David que el SEÑOR dice: “Escoge entre estos tres castigos. ¿Cuál prefieres?”»
Gad fue a ver a David y le dijo:
—El SEÑOR me envió para decirte que escojas entre estos tres castigos: tres años de hambre, tres meses huyendo derrotado del ataque de tus enemigos, o tres días con el castigo del SEÑOR, es decir, pestes por todas partes y el ángel del SEÑOR destruyendo gente por todo el territorio de Israel. Piénsalo, escoge y dímelo para que yo se lo comunique al Señor que me envió.
Entonces David le dijo a Gad:
—¡Estoy en un verdadero aprieto! Pero es mejor que mi castigo nos venga del SEÑOR y no de seres humanos, pues su misericordia es grande.
¡Estoy en un verdadero aprieto!
El texto dice que Gad era el sacerdote de David; no sabemos qué pasó con Natán quien era su sacerdote, quizás ya tenía otra posición. Como Dios está enfadado con David, no le habló directamente sino a través de Gad, como hizo con Natán cuando David pecó con Betsabé. Dios ama tanto a David que en vez de simplemente castigarlo, lo deja escoger entre tres castigos: sufrir hambre, huir de sus enemigos, o peste. Hace poco que salieron de tres años de escasez de comida y tal vez hubieran usado todas sus reservas. Como David era un hombre de guerra, ¿Por qué no escogió enfrentar a sus enemigos? Porque Dios no dice guerras, sino tres meses de huir derrotados de sus enemigos, lo cual mataría principalmente a los soldados. Pero David escoge sabiamente, diciendo que sería mejor sufrir una peste que provendría de Dios que sufrir a las manos de sus enemigos o tener que pedirles comida. ¿Por qué Dios no castigó únicamente a David quien cayó en la tentación de Satanás y ordenó el censo? A fin de cuentas, no es culpa de Israel que David pecó, un hecho que el rey mencionará en breve. El autor del libro no nos dice, pero a veces es peor ver a nuestros seres queridos sufrir que sufrir nosotros mismos. Recordamos que cuando David sufría las consecuencias de su pecado con Betsabé, vio a Amnón y Absalón morir y dijo que hubiera preferido morir él mismo. No sabemos si David perdió a una esposa o hijo en la peste, pero sin duda perdió a muchos soldados y amigos.
El texto dice que Dios hizo que cayera una epidemia sobre Israel, aunque no especifica cual enfermedad fuera, pero provocó la muerte de 70 000 israelitas; parece que fuera una muerte rápida. Continuamos con el texto, leyendo sobre el ángel que trajo la destrucción y la petición de David a Dios.
Vio al ángel del SEÑOR parado entre el cielo y la tierra con una espada apuntando
I Crónicas 21:15-17: Dios envió también un ángel para destruir a Israel. Pero cuando el ángel comenzó su trabajo, el SEÑOR cambió de opinión y le dijo al ángel: «¡Basta! ¡Detén tu mano!»...
David miró hacia el cielo y vio al ángel del SEÑOR parado entre el cielo y la tierra con una espada apuntando hacia Jerusalén. Luego David y todos los ancianos, vestidos con ropas ásperas, se postraron rostro en tierra. David le dijo a Dios:
—Yo fui el que ordenó el censo. El que pecó y actuó perversamente fui yo. Esta gente sólo hizo lo que le ordené, sólo me siguieron como ovejitas. No hicieron nada malo. SEÑOR mi Dios, que tu castigo caiga sobre mí y la familia de mi papá, pero te ruego que la epidemia no se extienda más sobre el pueblo.
El que pecó y actuó perversamente fui yo
Dios permitió que David viera al ángel que envió a destruir a los israelitas. ¡Qué momento más glorioso y a la vez más aterrador! A lo mejor sea el mismo ángel que Dios envió en la primera pascua, que mató al primogénito de cada familia que no pintara el bastidor de puerta con la sangre de un cordero. No sabemos si uno de los ancianos que acompañaron a David también viera al ángel, pero en un momento veremos que por lo menos un hombres más lo vio. Como hacía Moisés, David se postró cara en la tierra para suplicar misericordia para el pueblo. David es un buen rey y no es egoísta; le pide a Dios que toda Su ira caiga sobre él y la familia de su papá. Dios escuchó a David y paró la epidemia. El texto dice que el ángel del Señor le comunicó a Gad decirle a David que fuera y construyera un altar para el Señor donde había parado, donde se trilla el trigo, quizás un símbolo de lo que Jesús dirá que los ángeles harán para separar los creyentes de los no creyentes cuando Él regrese.
De inmediato, David obedece, yendo a la propiedad de Ornán. El texto dice que él estaba trillando el trigo con sus cuatros hijos cuando vio al ángel, y que sus cuatro hijos se escondieron, quizás por orden de su padre o por miedo. ¿Por qué Dios permitió que Ornán viera el ángel? Quizás para facilitar que David le comprara su propiedad, lo que acontecerá en breve. Cuando Ornán vio a David, el texto dice que se postró ante él. David le dice que quiere comprar su propiedad para construir un altar al Señor y así terminar con la epidemia contra Israel. Hace pocos capítulos, David tenía que darles a los gabaonitas siete hombres de la casa de Saúl para terminar con la escasez de comida. Terminamos con esta historia leyendo la conversación entre David y Ornán.
Mire, acaba de ver un ángel destructor, así que le entrego todo
I Crónicas 21:23-24: Ornán le respondió:
—Tómelo. Que el señor mi rey haga lo que crea más conveniente. Mire, yo ofrezco a mis bueyes para sacrificios, los maderos los doy para la hoguera y el grano para las ofrendas. Yo le entrego todo.
Pero el rey David dijo nuevamente a Ornán:
—No. Yo te compro el lugar al precio justo porque no voy a ofrecerle al SEÑOR algo que te pertenece. Ni tampoco le voy a ofrecer sacrificios que no me cuesten nada.
Tampoco le voy a ofrecer sacrificios que no me cuesten nada
¿Por qué Ornán le ofrece al rey entregar todo? Es probable que los dos tengan miedo por lo que acaban de ver, tanto que Ornán está dispuesto a darle todo sin recibir ni un centavo. Pero David tiene toda la razón: que no ofrezcamos algo a Dios que no nos cueste nada. ¿Por qué Dios mandó que sacrifiquen corderos inocentes, sin mancha? Porque costaba matar a algo bonito e inocente, especialmente después de convivir con él por un tiempo, alimentándole y dándole un nombre. El texto dice que David le pagó a Ornán un precio justo, construyó un altar al Señor, y que Dios puso un fin a la epidemia. Como veremos más adelante, es en este lugar donde Salomón construirá el primer templo. En el próximo estudio, echamos un vistazo a la relación especial entre David y su hijo Salomón, el próximo rey de Israel.
Para procesar:
Satanás incitó a David. ¿Por qué crees que esta vez Satanás logró incitar a David? Cuando te rindas a la voz del pecado en vez de la voz de Dios, ¿Por qué o cómo sucede? ¿Qué paso podrías tomar para escuchar más a la voz de Dios?
Todos necesitamos a alguien como Joab que nos diga la verdad aun cuando no queremos escucharla. ¿Quién en tu vida te dice la verdad aun cuando no quieres escucharla? Si no tienes a nadie, ¿Qué primer paso podrías tomar para tener a alguien así?