Los gemelos Esaú y Jacob
Estos gemelos no podrían ser mas distintos el uno al otro
Vamos a continuar nuestro estudio en Génesis, examinando la vida de gemelos totalmente opuestos en todo sentido, Esaú y Jacob.
Esta devocional es parte de nuestra serie en Génesis. Si no has leído las otras devocionales en la serie, te invito a leer sobre la creación, Adán, Eva, sus hijos Caín y Abel, los hijos de Dios, Noé en el diluvio, la torre de Babel, Téraj, el padre pagano de Abraham, el misterioso sumo sacerdote Melquisedec, la visita del Señor a Abraham, Lot, el sobrino de Abraham que vivía en Sodoma, los secuestros de Sara, Ismael, primogénito que no heredó la descendencia de Abraham, Agar, la madre de Ismael, Dios le pidió a Abraham sacrificar a su hijo, y la historia de amor de Isaac y Rebeca.
Como Sara, la suegra que nunca conoció, Rebeca, la esposa de Isaac, tenía dificultades en concebir un bebe. Isaac oró por ella; Dios le escuchó y ella quedó embarazada. No sabemos cuántos años Rebeca tenía cuando dio a luz a sus hijos, pero Isaac tenía 60 años. Se casó con Rebeca cuando tenía 40, así que como su padre Abraham, esperó mucho tiempo antes del nacimiento de sus descendientes. El embarazo de Rebeca fue doloroso. Comenzamos la historia leyendo por qué su embarazo le dolió tanto.
Los bebés peleaban dentro de su vientre
Génesis 25:22-23: Los bebés peleaban dentro de su vientre y Rebeca se preguntó: «¿Por qué me está pasando esto a mí?», así que consultó al SEÑOR. El SEÑOR le respondió: «Tienes a dos naciones dentro de tu vientre. Van a nacer de ti los líderes de dos familias y serán separados. Uno de tus hijos será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor».
Los gemelos son muy distintos
Los gemelos no podrían haber sido más diferentes. El primogénito, Esaú, era un pelirrojo con el cuerpo muy peludo mientras que el segundo, Jacob, era más pequeño, y nació agarrando el talón del primogénito. En hebreo, Esaú significa peludo mientras Jacob significa talón, o suplantador. Esaú le gustaba estar afuera y se convirtió en un excelente cazador. Era atlético, pero no muy inteligente ni bueno para crear estrategias. Jacob, por su parte, era callado, inteligente y prefería quedarse en el campamento, cocinando y aprendiendo a manejar los negocios de su padre, lo cual requería que supiera leer y contar. Era muy bueno con convencer y manipular, pero no era atlético como su hermano. Esaú era el preferido de Isaac y Jacob el de Rebeca. Aunque Jacob era engañoso, le importaban agradar a sus padres y el Dios de su padre y abuelo. A Esaú le gustaba vivir como un pagano y no le interesaban Dios ni agradar a sus padres. En el libro de romanos en el nuevo testamento, Pablo nos habla de la diferencia de los gemelos y cómo Dios los vio.
Romanos 9:11-13: Antes del nacimiento de los niños, Dios le anunció a Rebeca: «El hijo mayor va a ser siervo del menor». Lo dijo así para demostrar que ese era su plan. Dios eligió a ese niño para demostrar que él elige a quien quiere, y su elección no dependió de lo que los niños hubieran hecho.
Dios eligió a Jacob y rechazó a Esaú
En el mundo antiguo, ser el primogénito significaba convertirse en el líder de la familia a la muerte de su padre y heredar una doble porción de la herencia. Desde muy joven, Jacob era el más responsable y quería la primogenitura. Buscaba oportunidades para recibir los derechos del hijo mayor. Una de estas veces, Jacob estaba cocinando pan y una sopa de lentejas cuando Esaú llegó al campo exhausto y hambriento. Le pidió a su hermano menor algo de comer. El intercambio que sigue es un excelente ejemplo de la falta de vínculo entre los hermanos. Continuamos con la historia, leyendo el engaño de Jacob y lo poco que la primogenitura era para Esaú.
Véndeme los derechos por ser el mayor
Génesis 25:30-34: y [Esaú] le dijo a Jacob: —Estoy exhausto, déjame comer un poco de esa sopa roja que tienes ahí…
Pero Jacob dijo: —Véndeme los derechos que tú tienes por ser el hijo mayor de nuestro papá.
Esaú dijo: —Estoy que me muero de hambre, y muerto no me serviría de nada toda la riqueza de mi papá.
Jacob dijo: —Antes, prométeme que me darás tus derechos de hijo mayor.
Entonces Esaú se lo prometió y así le vendió a Jacob los derechos que él tenía por ser hijo mayor. Entonces Jacob le dio pan y sopa de lentejas a Esaú, quien comió y bebió, y luego se levantó y se fue. De esta manera demostró lo poco que le importaban sus derechos de ser el hijo mayor.
Esaú demostró lo poco que le importaban sus derechos de ser el hijo mayor
Por ser el mayor, era Esaú y no Jacob quien heredaría la prometida descendencia de Dios. Pero a Esaú no le importaban las promesas de Dios ni la cercanía que su abuelo y padre gozaban con el único Dios. Esaú vivía en el momento, sin reflexionar sobre cosas espirituales. Cazaba, disfrutaba de cosas terrenales con sus mujeres paganas y sus amigos que cazaban con él. Si Esaú hubiera sido el próximo líder de la tribu, las cosas hubieran terminado muy diferente, los ancestros de Abraham hubieran seguido dioses falsos y se integrarían con los cananeos.
Es interesante que era Jacob quien estaba cocinando y no una sierva ni una de las mujeres, como cocinar era un trabajo de las mujeres. El hecho de que Jacob cocinaba nos dice que pasó mucho tiempo con su madre, aprendiendo de ella. Claramente, Esaú no iba a morir por faltar una comida, aun si no hubiera comida en dos o tres días. Pero sentía dolores de hambre y cansancio y buscó remediar la incomodidad físico de inmediato, vendiendo lo más valioso que tenía. No se puede vender la primogenitura sin el permiso de Isaac, quien no lo hubiera dado; seguramente Jacob sabía eso, pero quería comprobar que fácil fuera engañar a su hermano y que poco le importó la primogenitura.
Los gemelos se casan a los 40 con varias mujeres
Cuando Esaú tenía 40 años, se casó con dos mujeres hititas, Judit y Basemat. Estas mujeres trajeron muchas prácticas paganas al campamento y les amargaron la vida de sus suegros. Ni siquiera en su elección de con quién casarse obedeció a sus padres. Al gran disgusto de sus padres, además de casarse con las dos paganas, Esaú viajaba a la tierra de Ismael en el territorio de Egipto y se casó con una tercera pagana, Majalat, hija de su tío Ismael. Esaú se convirtió en el padre de los edomitas, una nación pagana enemiga de Israel
A los 40 años, Jacob tampoco estaba casado. Sus padres no quisieron que Jacob se casara con una pagana de Canaán y él obedeció sus deseos. Después de robarle la bendición del primogénito a Esaú, Isaac y Rebeca le mandaron a Jacob a Padán Aram. Allí tan lejos podría esconderse de Esaú, y casarse con una pariente allá, donde Jacob se casó con dos hermanas. Jacob se convirtió en el padre de los israelitas.
El libro de hebreos en el nuevo testamento nos advierte no seguir el ejemplo de Esaú. Terminamos la devocional leyendo la advertencia que el autor de hebreos nos da.
Esaú cometió inmoralidades sexuales y le faltaban al respeto a Dios
Hebreos 12:16-17: No cometan inmoralidades sexuales ni le falten al respeto a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú cuando vendió los derechos que tenía como hijo mayor a cambio de una sola comida. Ustedes ya saben que después trató de conseguir la bendición de su papá y, aunque la suplicó con lágrimas, él no se la dio, pues ya no podía cambiar lo que había hecho.