Siba, el siervo de Mefiboset, lo engaña, y Simi, un pariente de Saúl, lo maldice.

Absalón va a encabezar un golpe de estado, tomará el trono de su padre y David se rendirá, huyendo con un grupito de sus seguidores más fieles.

Veremos cómo Joab convence a David de dejar que Absalón regrese a Jerusalén usando a una mujer astuta y si el príncipe realmente ha cambiado.

Tamar acepta la ayuda de su hermano Absalon, David no castiga a Amnón, así que Absalón lo castiga.

Amnón, el primogénito de David, violó a su propia hermana, Tamar, la única hija del rey.

El hijo de David y Betsabé se muere, David consuela a Betsabé, y luego David captura la capital de los amonitas.

Dios envía a Natán para reprender al rey, David se arrepiente, y Dios lo perdona.

David intenta todo para que Urias se acueste con Betsabé, pero cuando no funciona, le envía a su muerte y se casa con su mujer embarazada.

David pecó con Betsabé, la esposa de uno de sus valientes, Urias. Veremos que Betsabé no tenía la culpa; nos enfocamos en el texto bíblico y no en ideas románticas y sensuales sacadas de novelas que exageran los hechos.  

Así que Janún arrestó a los representantes de David, hizo que los rasuraran y que rasgaran su ropa hasta la cadera.

Conoceremos a Mefiboset, el único hijo de Jonatán, viendo qué le pasó cuando era un niño, cómo estaba viviendo desde la muerte de su padre y abuelo, y cómo un encuentro con David le cambió la vida para siempre.

Mical, la primera esposa de David, no estaba feliz; sentía desprecio por David, este hombre que amaba en su juventud.

David trae el cofre del pacto a Jerusalén.

David es coronado rey de todo Israel. Luego, con la ayuda de Dios, toma el control de Jerusalén y derrota a los filisteos.  

Dos soldados asesinan a Isbaal, esperan una recompensa de David, y reciben el castigo que merecen.

Abner está en camino al regreso a casa con sus 20 hombres de confianza cuando Joab lo llama a volver a Hebrón y lo asesina para vengarse de la muerte de su hermanito Aseal.

Isbaal ve, o cree ver algo escandaloso, algo si fuera verdad y si él fuera fuerte, sería una sentencia de muerte para Abner.

David será rey de Judá, el General Abner pondrá a Isbaal en el trono sobre el resto de Israel, y habrá una guerra civil entre Israel y Judá.

No quiere que los filisteos se burlen de él, pero esto es exactamente lo que van a hacer cuando encuentren su cuerpo.

Mientras David y sus valientes no estaban en Siclag, los amalecitas quemaron todo y llevaron a sus mujeres e hijos.